El alcalde volvió a subrayar un año más su compromiso no solo con el curso, que este año cumple su décimo quinta edición, sino con todas las iniciativas provenientes de la Fundación Eutherpe, que se traduce en la cesión de instalaciones como el Auditorio Ciudad de León –que albergará el sábado y el domingo los conciertos de clausura– y del CHF, sino también desde hace pocos años mediante una aportación económica que ha sido muy bien recibida por parte de la Fundación Eutherpe, tal y como reconoció su presidenta Margarita Morais al hacer público que «el Ayuntamiento nos ayuda de diversas maneras». Morais recordó que el curso se viene celebrando desde hace quince años de forma ininterrumpida, a pesar de las dificultades que ha tenido que afrontar en muchas de sus ediciones, teniendo palabras de enorme cariño para Bruno Aprea, del que dijo fue su maestro y del que aprendió muchas cosas, entre otras a «amar la música de una forma incansable» y «a trabajar sabiendo que jamás se consigue todo lo que se quiere». También tuvo comentarios de elogio y gratitud para la pianista y profesora polaca Elza Kolodin, que este año sustituye al leonés Joaquín Soriano, al que una dolencia en la rodilla ha imposibilitado su presencia en León. 
La presidenta de Eutherpe invitó a los leoneses a asistir a los conciertos del próximo fin de semana que tendrán lugar en el Auditorio y en los que tanto los alumnos de piano y dirección como la JOL deberán enfrentarse a un programa de enorme exigencia integrado por obras de Beethoven, Liszt, Ravel y Gershwin, este último con el estreno en León del Concierto en Fa que encierra una gran dificultad, entre otras cosas, por la proliferación de instrumentos de percusión. Bruno Aprea aseguró sentirse orgulloso de un curso del que han salido directores de orquesta que actualmente ostentan puestos de mucha relevancia por todo el mundo. También reconoció que, como todo en la vida, no siempre la buena voluntad y el mejor empeño dan los resultados que uno desea, aunque en el caso de este curso se han dado todas las condiciones para que haya sido un gran éxito, que el maestro atribuye a la cálida acogida que le ha dispensado esta ciudad y a la tenacidad de Margarita Morais.
Por su parte, Elza Kolodin reconoció sentirse muy feliz de que el azar le haya brindado la oportunidad de poder participar en el curso, al tiempo que deseó una rápida recuperación de su amigo Joaquín Soriano, al que conoció en su juventud cuando participaba en importantes concursos internacionales de piano en nuestro país.