María Casares: "Me hace ilusión mostrar en mi ciudad lo que he podido aprender por Europa"

La bailarina y coreógrafa leonesa es la responsable de la coreografía del montaje ‘Adiemus. Song of Sanctuary’ que este viernes se estrena en el Auditorio con la participación del Coro Ángel Barja y la Orquesta JJ.MM.

Fulgencio Fernández
28/02/2020
 Actualizado a 28/02/2020
Un momento de los ensayos en el Auditorio de León. | JULIÁN FERNÁNDEZ MARTÍN
Un momento de los ensayos en el Auditorio de León. | JULIÁN FERNÁNDEZ MARTÍN
La intérprete de danza y coreógrafa leonesa María Casares había formado parte en su etapa leonesa del Coro Ángel Barja que dirigía Aitor Olivares. Casares se fue a seguir su carrera artística por diversas ciudades de España y Europa pero en uno de sus regresos a la ciudad, a su León natal, encontró a Olivares y acabaron hablando de la posibilidad de proyectos conjuntos.

Ninguno de los dos lo echó en saco roto, pusieron su almacén de ideas a trabajar y esta tarde (a las 20.30 horas, con entrada gratuita) el Auditorio acoge el fruto de su trabajo —al que se sumaron las gentes de Juventudes Musicales, Juan Luis García, Elena F. Delgado— con la puesta en escena del montaje ‘Adiemus - Songs of Sanctuary’, del compositor Karl Jenkins.

Además del trabajo de danza y coreografía de la citada María Casares estarán en el escenario los integrantes del Coro Juvenil Ángel Barja, bajo la dirección de Elena F. Delgado & Aitor Olivares García, y la Orquesta Juventudes Musicales-Universidad de León, dirigida por Juan Luis García.

La coreógrafa del espectáculo María Casares celebra que este montaje le permita regresar a su tierra. «Estoy ilusionada pues éste es el primer proyecto en el que participo en León desde que me fui, ya hace una década. Agradezco la predisposición de todo el mundo pues de alguna manera ha sido una especie de experimento para todos».

Uno de los primeros ‘inconvenientes’ que encontró María Casares fue la cantidad de gente con los que tenía que trabajar, algo a lo que no está acostumbrada. «La idea central de este ‘juego’ es trabajar con el movimiento y el reto es que todos estuviéramos al mismo nivel. Lo intentamos con todos pero, finalmente, a la orquesta no la hemos movilizado pero no lo descartamos para el futuro, para una nueva fase del proyecto. El resto —tanto directores como el coro y yo misma— nos movemos al mismo nivel».

La leonesa ha querido llevar a la práctica lo que viene siendo la filosofía de su trabajo: «Organizo acciones y movimientos en el espacio y tiempo como una herramienta de pensamiento. Como oportunidad de compartir reflexiones romas, sin vértices, sin soluciones». Y para ello fue leyendo lo que dice la composición utilizada para el espectáculo, ‘Adiemus - Songs of Sanctuary’, y «al leer lo que dice Karl Jenkins te das cuenta de que usa palabras sin significado, son más bien sonidos pensados para que funcionen con la música. Me pareció una experiencia muy interesante y entonces decidí escuchar la música y ver qué movimientos me inspiraba, que movimientos se relacionaban con lo que estaba escuchando, en definitiva que tuvieran sentido».Explica María Casares que acudió a unos movimientos relativamente sencillos «para poder ser prácticos porque, como he dicho, es mucha gente y tampoco hemos tenido demasiado tiempo para los ensayos pues es complicado cuadrar los horarios de todos los que participamos. Son cosas sencillas».- ¿No habías trabajado con grupos tan numerosos?- No, lo más cercano es cuando das clases, pero no es lo mismo.- ¿Y cómo resultó la experiencia?- Muy positiva, por muchas cosas, también por una forma de trabajo muy inmediata, ensayas y en pocos días... al escenario. Es evidente que sí hay un trabajo anterior, que vienes con las ideas en la cabeza, pero tienes que plantearte tirar para adelante con ella pues ya no se pueden hacer cambios, introducir modificaciones... Yo tengo en el horizonte nuevos proyectos; los coros y la orquesta tienen conciertos que ensayar, así funciona este mundillo».Es consciente María Casares de que este montaje le ha permitido trabajar por primera vez en su tierra como coreógrafa, ha podido pasar aquí unos días pero también sabe que está de paso. «Me hace ilusión mostrar aquí lo que he podido aprender en estos años de formación, pero también soy consciente de que he decidido desarrollar mi carrera lejos. Ya me fui de León con 18 años, ahora tengo 29 y me voy abriendo camino en Europa. Este año es el que más me he movido, participado en más montajes».- ¿Cómo se va abriendo una camino en este mundillo que, desde afuera, se antoja complicado?- Yo estudié en Austria, me fue bien pero tardas en poder dedicarte a bailar;siempre bailé pero tomártelo como primera ocupación no es tan sencillo, te lleva unos años, lo primero es autoconvencerte que puedes y quieres dedicarte a esto y después ya empiezas a dar pasos. No me quejo de cómo me ha ido, creo que es importante estar en el sitio adecuado en el momento adecuado.Y María Casares estaba. Ahora explica que tiene en el horizonte varios proyectos a corto plazo pues, reconoce, «nunca sabes cómo va a ser el año siguiente, tiene que llegar y vivirlo, no sabes si vas a quedarte en un sitio o vas a girar el mundo, ni te lo imaginas... pero, de momento, va funcionando, por lo que no tengo queja».La leonesa regresa a su tierra pero «sólo como base de operaciones, vuelvo y me voy», por lo que este montaje le ha permitido pasar una temporada en la ciudad. «Me sorprende gratamente un cambio; cuando yo vivía en León prácticamente no había nada de danza contemporánea y ahora he ido conociendo a los que la practican, tanto en la Universidad como en el CHF, ha sido un descubrimiento, también para ellos. Son gente muy receptiva, todos me dicen bienvenida María, podíamos hacer algo juntos... Ha sido muy agradable».

También era nuevo para Casares el compositor con el que trabaja, Karl Jenkins. «La verdad es que no sabía de él y estudié fundamentalmente la obra que vamos a poner en escena. Sí se que es un personaje especial y uno de los compositores más interpretados».

Entre sus referentes musicales, aquellos compositores en los que se inspira María Casares señala a «Zimmerman & Perrot, Mette Ingvarsen, The loose Collective, Monty Payton, Las hermanas Gestring, PeepingTom o el asturiano Rodrigo Cuevas».

La bailarina y coreógrafa leonesa acumula una sólida formación;estudió Magisterio (Educación física) en la Universidad de Barcelona y Primer ciclo de Coreografía, técnicas de interpretación de la danza en el Institut del Teatre; después Dance Mayor, Undergraduate Diploma en Salzburg Experimental Academy of Dance y ha trabajado con Ceren Oran (Munich), Milla Koistinen (Berlín), Paul Wenninger (Viena), Mia Lawrence (Munich), Edivaldo Ernesto (Berlín, Salzburgo), Zsuzsa Rozsavolgyi (Budapest).

Y este viernes regresa a su tierra para mostrar «lo aprendido por el mundo».
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