Martin Moulin: "En Genarín se da una permanencia del medieval en el contemporáneo"

El compositor y director del Ensemble Offrandes trabaja en la actualidad en una ópera de cámara inspirada en el libro de Julio Llamazares ‘El entierro de Genarín’

28/05/2024
 Actualizado a 28/05/2024
El compositor francés y director del Ensemble Offrandes trabaja desde hace un tiempo en una ópera basada en ‘El entierro de Genarín’. | DAMIEN FABRE
El compositor francés y director del Ensemble Offrandes trabaja desde hace un tiempo en una ópera basada en ‘El entierro de Genarín’. | DAMIEN FABRE

El compositor y director de orquesta francés Martin Moulin se encuentra actualmente trabajando en la composición de una ópera de cámara inspirada en el libro de Julio Llamazares ‘El entierro de Genarín’, que cayó en sus manos hace algunos años en uno de sus frecuentes viajes a España y más en concreto a la provincia de Zamora, dado el estrecho vínculo que sus padres tienen con esta tierra, de la que, entre otros aspectos, quedó fascinado de la celebración de la Semana Santa. El músico francés se puso en contacto con el escritor de Vegamián para hacerle saber su intención de crear una composición musical, que durante varios años dejó aparcada para acometer otros proyectos pero que en los últimos meses ha retomado y se encuentra ya bastante avanzada, lo suficiente para propiciar un reciente viaje a León con el fin de conocer más aspectos de la procesión que se lleva a cabo la noche del Jueves Santo por el casco histórico de la ciudad de León por boca de Maxi Barthe, abad de la Cofradía de Nuestro Padre Genarín, y de quienes tengan a bien informarle al respecto, además de conocer ‘in situ’ y recoger imágenes y sonidos de los lugares por los que transcurre la procesión de Genarín, por lo que le acompaña en esta visita a León el artista plástico, performer y realizador de cine David Ayoun


«El libro de Julio Llamazares sobre ‘El entierro de Genarín’ lo descubrí en una visita que hice a León en 2015. Ya conocía la Semana Santa de Zamora y la lectura del libro me causó una cierta sorpresa. Me hizo gracia la figura de este antihéroe, que era perfecta para hacer una ópera de cámara», señala el músico francés, al que otros proyectos al frente del Ensemble Offrandes alejó temporalmente de ‘El entierro de Genarín’, que en los últimos meses ha retomado con fuerzas renovadas. «Hemos ensayado algunos aspectos de la composición y puedo adelantar que será una ópera de cámara para dos cantantes, un bajo profundo y una mezzosoprano. Es una cosa bastante sencilla en la que el bajo asumiría distintos roles masculinos (Dios, Cristo, Genarín...) y la mezzo los personajes femeninos (la Virgen, María Magdalena, la Moncha...)», destaca Moulin, de cuyas palabras se deduce que estamos hablando más bien de una ópera-concierto con pocos elementos escénicos, pero que incorpora la figura de un narrador para hacer más comprensible la trama. «Vamos a crear efectos con luces, pero será una ópera versión concierto», sostiene el compositor galo, que define su obra como «una parodia de vida de santo con una música contemporánea que bebe en las fuentes de las técnicas de la Edad Media (cantus firmus, motetus)». Sobre el tipo de instrumentación a utilizar, Martin Moulin se decanta por una pequeña formación a base de violonchelo, contrabajo, corneta y saxofón, a la que se suman dos cantantes (bajo y mezzo) y una actriz que llevaría a cabo la narración de los diferentes momentos de la vida de Genarín. «Lo más seguro es que cada cantante tenga su pareja de músicos. Al bajo profundo le acompañarán dos mujeres que tocan el violonchelo y el contrabajo y que va a dar un color muy oscuro y profundo. Al contrario, la mezzo de coloratura, capaz de subir mucho su voz, lo estará por músicos que tocan el saxofón y la corneta, dando un color totalmente claro. Voy a trabajar estas dos tonalidades antitéticas», sostiene Moulin.


El hecho de que la ópera-concierto esté todavía en fase de elaboración lleva al compositor francés a no ser muy preciso con relación al libreto, si bien reconoce que lo que ha empezado a componer lo ha hecho sobre las coplas que se encuentran al final del libro de Julio Llamazares, que son tratadas en la composición como si fueran textos medievales. «Para la narración voy a tomar breves fragmentos del libro de Julio Llamazares y además me gusta la idea de que las partes habladas de Genarín sean en la lengua leonesa, porque en mi opinión este personaje no puede hablar en el español actual».

 

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David Ayoun, Martin Moulin y Maxi Barthe, la pasada semana en la redacción de La Nueva Crónica.

La ópera está pensada para poder ser representada en teatros y auditorios, aunque tampoco se descarta un emplazamiento al aire libre. Lo que sí es seguro es que el estreno de ‘La vida de Genarín’ o ‘Genarín’ a secas se realizará en Le Mans, ciudad a doscientos kilómetros al sur de París –indica Moulin– donde trabaja habitualmente con el Ensemble Offrandes. El compositor no cree que el público francés tenga dificultad de entender lo que se cuenta en esta ópera, porque, a su juicio, el personaje de Genarín posee un componente universal a través de la picaresca. «No obstante, la idea es que para el estreno en Francia la parte de la actriz esté hablado tanto en español como en francés. Pero la parte cantada será en castellano y en leonés», asegura el compositor y director de orquesta galo, que reconoce que algo que le ha marcado bastante a la hora de enfrentarse a esta obra es que en la figura de Genarín «se da como una permanencia del medieval en el contemporáneo, algo que me resulta fascinante. Esta ópera es también una oportunidad para sumergirnos en estos rituales que parecen surgir de lo más profundo de los tiempos y que no han desaparecido por completo de nuestra Europa globalizada», sugiere el músico francés.


Para Martin Moulin en la época medieval toda la riqueza cultural provenía de lo religioso. «Los músicos de aquellos tiempos eran curas, obispos... y los que querían hacer algo diferente lo hacían partiendo de una misa o de un canto religioso. A partir de una misa hacían una parodia. Era una técnica muy habitual de aquellos tiempos que he querido trasladar a la composición, porque el libro de Llamazares se asemeja a una técnica medieval de parodia de la vida de un santo. Al final yo quiero hacer un poco lo mismo con la música, por lo que estoy escuchando mucha música de los siglos XIV y XV», reconoce Moulin, que destaca que en su visitas a León ha podido percatarse de que la figura de Genarín es también objeto de controversia. «En algunas librerías no entendían mi interés por el libro de Llamazares. Me interesa también ese aspecto conflictivo porque es una forma de confrontación entre el ortodoxo y el heterodoxo, que se daba también en la Edad Media. Hablando con miembros de la Cofradía de Genarín he podido comprobar que su finalidad no es generar conflicto sino todo lo contrario, pero veo también que en León hay reacciones contrarias a este evento. Me interesa este aspecto contemporáneo porque una obra de 2024, 2025 o 2026, cuando podamos estrenarla, habla de la sociedad de su tiempo, pero todavía no tengo muy claro cómo expresarlo».


Martin Moulin reconoce que todo este proyecto tiene un componente íntimo que conecta con el primer viaje de sus padres a Zamora durante el franquismo y la amistad que establecieron con el cura obrero Ángel Bariego. «Aunque soy francés de origen y mi formación se ha desarrollado en Francia y Alemania, esa relación de mis padres con Zamora marcó mi infancia», reconoce Moulin, para quien este proyecto con el que lleva implicado ocho años tiene un carácter muy personal.


Por otra parte, comenta que cuenta con apoyos en su país, pues el ensemble que dirige cuenta con subvención del Ministerio de Cultura francés. «Por eso tenemos dinero que nos permite llevar a cabo montajes y conciertos. Pero además tengo amigos en España, si bien es verdad que estoy buscando apoyos más institucionales que estén interesados en este proyecto, algo que todavía desconozco. En Francia tenemos una relación muy diferente con la religión. Y una cosa que me fascina desde la infancia es que en España tengo la impresión de que todo pasa por la religión mientras que en Francia no sucede lo mismo porque la estructura social es muy laica y la religión pertenece al ámbito privado de las personas. Por eso me ha gustado comprobar que algunos en la Cofradía de Genarín son también creyentes. Aunque suene paradójico, una procesión como la del entierro de Genarín refuerza también a la religión, aun con ese componente de parodia».

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