Más de una década proporcionando espacio a las mujeres

Balance de un proyecto de visibilización en femenino que se ramifica en diferentes líneas de actuación

Mercedes G. Rojo
18/03/2025
 Actualizado a 18/03/2025
Ocho mujeres han sido recuperadas hasta el momento a través de estos libros homenaje y las actividades asociadas.
Ocho mujeres han sido recuperadas hasta el momento a través de estos libros homenaje y las actividades asociadas.

Hace apenas unas semanas, preparando una entrevista que me hacían  para una nueva revista digital que se ha puesto en marcha recientemente, me vi obligada a echarle un vistazo al tiempo que llevo en esta tarea de visibilizar a mujeres de nuestra tierra. He de reconocer que la pregunta me sorprendió, en primer lugar porque creo que es la primera vez que alguien me ha interesado en profundidad por este aspecto de mi trayectoria, y en segundo lugar porque ni yo misma era realmente consciente, hasta el momento, del tiempo que llevo en ello. Así que, aprovechando que estamos en pleno mes de marzo, mes por antonomasia dedicado a la mujer y que parece ser el único momento del año en el que se nos permite hacernos un poco más visibles, he decidido dedicar este artículo –apenas diez días después del Día de la Mujer, a hacer balance de esta “obsesión”, que tanto me han criticado algunas personas, por darle voz y presencia a nuestras mujeres. No a todas, pero sí muy especialmente a las relacionadas con la literatura y el resto de las artes. Esta “obsesión” se desarrolla ahora mismo en tres líneas de actuación, algunas más individuales que otras, y, en gran medida está dedicada a las leonesas. Vayamos por partes y comencemos por el principio.


Los orígenes

Si me pregunto cómo y por qué comienzo con esta labor de reconocimiento a nuestra mujeres tengo que retrotraerme hasta mis tiempos infantiles cuando, siendo una auténtica devoradora de libros, a menudo me preguntaba dónde estaban las mujeres que escribían los mismos, si es que estaban, porque hasta mí no llegaron hasta bien avanzada mi adolescencia más libros de escritoras que aquellos de Enid Blyton que acompañaron mi infancia. Más adelante llegaría, de la mano de la poesía, Rosalía de Castro, y solo mucho más adelante y desgranándose muy poco a poco, algunas otras que iba descubriendo de manera tan puntual como se descubren las perlas entre las ostras que no se cultivan ex-profesamente para conseguirlas. ¿Dónde estaban las escritoras, dónde las pintoras, las escultoras, las fotógrafas, aquellas que se dedicaban profesionalmente a la música, al cine,...? Nadie nos hablaba de ellas pero personalmente me costaba creer que no hubieran estado ahí desde siempre. Y si eso pasaba a nivel general no digamos ya cuando me acercaba a ámbitos mucho más próximos. Incluso viniendo de una ciudad tan “culta” como supuestamente lo era la ciudad que me vio nacer y crecer, donde la “cultura”, especialmente la literaria, parecía que debería formar parte de nuestro ADN, era difícil encontrar referencias  de mujeres destacadas. Con este panorama de referencia, mientras se despertaban en mí impulsos que discurrían por el mundo de la creación literaria y la fotografía, orienté mi formación hacia el mundo de la Educación, aunque, finalmente y poco a poco, mi vida laboral se fue ligando a la cultura y al trabajo en igualdad de género. Y volví a echar de menos la presencia femenina en las actividades a las que acudía; a nivel de protagonistas, claro, porque como espectadoras íbamos sobradas, pues si no éramos mayoría éramos inmensa mayoría en gran parte de los casos.

Petra, Herminia y Castorina, tres grandes artistas a las que no se reconoció suficientemente su aportación al arte.
Petra, Herminia y Castorina, tres grandes artistas a las que no se reconoció suficientemente su aportación al arte.

Y así, cuando tuve la responsabilidad de convertirme yo misma en organizadora, me empeñé, una vez tras otra, en darle el protagonismo a tantas de esas mujeres fantásticas con las que de una u otra manera me iba encontrando en el camino y a las que echaba en falta. Y si no podían ser protagonistas exclusivas, al menos procuraba equilibrar presencias. Era mi forma de responder a esas voces que, cuando les preguntaba dónde estaban ellas tenían la ignorante osadía de contestarme que no las había. Y, poco a poco, otra forma de desmontar también tan absurdo argumento fue comenzar a volcar mis letras en diversos medios que me dieron la oportunidad y me proporcionaron el espacio para darles voz y presencia. De esta manera, el efímero carácter de su presencia en recitales, exposiciones, coloquios, mesas redondas..., quedaba algo más perpetuado a través del papel, aunque este fuera virtual. Y así ha sido,  esas oportunidades me han dado la posibilidad de escribir sobre ellas para compartir con otros sus referencias, oportunidades que  a pesar del esfuerzo que dicha supone no he querido dejar escapar, porque, también en lo personal, me van abriendo infinitos caminos hacia mujeres que me muestran día a día la riqueza de un mundo mucho más real y cercano de lo que nunca hubiera podido imaginarme.


Proyectos ajenos a La Nueva Crónica

De manera esporádica, aunque ya ininterrumpida, comencé a  rescatar  la huella de nuestras mujeres en 2008, con la creación del blog Astorga en Igualdad, en el que junto al propiamente mío y diferentes artículos sueltos o seriados para medios como Astorga Redacción, La llave del Camino, Rev. Filandón del D. de León o algunas revistas y blogs más específicos, iba escribiendo sobre ellas. Luego, a partir de 2016, llegan las diversas series que se van sucediendo en estas páginas de LNC, bajo distintos epígrafes que acaban confluyendo en esta sección.

Paralelamente, en 2018, darán comienzo los  homenajes del mes de marzo, en los que me han acompañado muchas compañeras estupendas (también algunos compañeros) para profundizar, a partir de la publicación que se les dedica y las sucesivas actividades en torno a la misma, en algunas de nuestras mujeres-faro; mujeres como Concha Espina, Josefina Aldecoa, Manuela López, Felisa Rodríguez, Manuela Rejas, Eva González o Faustina Álvarez... Y ahí sigo, que aún queda mucho por hacer y muchas más por recuperar y visibilizar; un esfuerzo necesario ahora más que nunca, que lo que ha costado décadas conseguir puede desaparecer de un simple plumazo, como nos está demostrando el devenir político de muchos países a nuestro alrededor.

La recuperación de mujeres como Manuela López Gª ha traído consigo momentos y espacios para interconectar figuras del mundo artístico.
La recuperación de mujeres como Manuela López Gª ha traído consigo momentos y espacios para interconectar figuras del mundo artístico.

Con este bagaje por delante, en 2021, se me propone desde masticadores.com, un proyecto creado por el escritor y divulgador Juan Re Crivello, que me haga cargo de una nueva sección destinada a dar visibilidad y  voz a las mujeres. Y es así como me convierto en editora del blog Masticadores FEM, en el que un amplio grupo de mujeres y algún que otro hombre, de diferentes edades y procedencias, exponen, cuatro veces a la semana, su opinión y su conocimiento sobre la presencia femenina en todos los ámbitos, desde el comienzo de los tiempos hasta la actualidad, tocando muchos temas que les tocan de lleno. Y entre ese grupo de “opinadores” también numerosas firmas leonesas y artículos que se refieren a mujeres leonesas de diferentes campos.


El proyecto de La Nueva Crónica

De entre todas estas propuestas, la de más larga duración, estos diez años de colaboración en estas páginas culturales. A veces con periodicidad semanal, ahora con carácter quincenal, pero siempre destinada a visibilizar a nuestras mujeres en los distintos ámbitos del panorama cultural leonés. Comencé por la serie Mujeres imprescindibles, en la que no todas eran leonesas, aunque sí todas ellas habían pasado por mi vida en mi realidad en estas tierras; luego llegarían los Senderos literarios leoneses en femenino y los consiguientes Senderos artísticos leoneses, que acabaron refundiéndose en la serie actual, Caminos femeninos del arte leonés, de la que ahora mismo afrontamos la séptima edición. También los extras de verano han estado orientados desde la presencia femenina, aunque el ámbito de la misma se haya ampliado hacia otros campos más de gestión y menos de creación como las galeristas, las editoras, las programadoras culturales en espacios rurales, etc.

No hay campo artístico en el que las mujeres no destaquen por su trabajo.
No hay campo artístico en el que las mujeres no destaquen por su trabajo.

Las protagonistas de esos espacios vienen siendo leonesas que ocupan tanto nuestro pasado como nuestro presente, representantes de diferentes épocas y ámbitos artísticos. Algunas de ellas, dada su importancia y/o trascendencia, también por justicia, han contado con más de una entrada.  Refresquemos la memoria sobre las que hasta el momento han sido:  Alba Álvarez,  Alba Flores, Alexandra Alonso-Santocildes, Alicia López, Amparo Carballo, Amparo Paniagua, Ana Cristina Herreros, Ana Gaztelumendi, Ana Isabel Conejo, Ana Loreto, Ana Merino, Ana Silva, Ana Villanueva, Andrea Villafañe, Ángela Merayo, Ángeles Basanta, Ángeles Fernangómez, Ángeles Rodríguez, Ara Antón,  Araceli Larrán, Aran Gaspar, Asunción Blanco,  Bea Larepa, Beatriz Abad, Beatriz Berrocal, Begoña García, Belén Ordóñez, Belén Sánchez,  Bernardina de Jesús,  Berta Pichel, Blanca Porro, Carmen Busmayor, Carmen Coque, Carmen Ordás, Carmen San Juan, Carmina Diñeiro,  Castorina, Chayo Roig, Charo Fuentemar, Concha Casado, Concha Espina, Concha Glez. Fdez., Consuelo Sáenz de la Calzada, Corina R. Anievas, Cova Villegas, Cristina Flantains, Cristina Ibáñez, Cruz Campa, Deborah Domínguez,  Divina Quinina, Dolores de Gortázar, Dolores Fdez. Geijo, Egeria, Elena Santiago, Elisa Vázquez, Elvira Mtnez. Ropero, Eloísa Otero, Ende, Esther Alonso, Esther Bajo, Esther Calzado, Esther Folgueral, Esther Lanzón, Eva del Riego, Eva González, Eva Juárez, Faustina Álvarez, Felicidad Blanc, Felicidad Glez., Felicitas Rebaque, Felisa Rodríguez, Gemma García, Graciela Gª Robles,  Gritsanda, Herminia de Lucas, Huang Zheng, Iablena Petrova, Inés Diago,  Inocencia Montes, Irene Fidalgo, Iria Aldrey, Isabel Alonso, Isabel Ampudia,  Isabel Cantón,  Isabel Llanos,  Isabel Medarde, Isabel Urueña, Isamil9, Jimena Pérez, Josefina Aldecoa, Josefina Blanco, Julia Conejo, Julia Liébana, Julia Rodríguez, Katia. El abrelatas, Laura G. Bécares, Lourdes de Abajo, Camino Ochoa, Mª José Cordero, Mª José Requejo, Macamen de Vega, Macu García, Maika Gª Hdez., Manuela Bodas,  Manuela López Gª, Manuela Rejas, Manuela Vidal, Marga R. Modino, Margarita Alexandre, Margarita Arroyo  Margarita Merino, María Casares, María Gª Castro, María Salerno,  Marian de la Puente, Marifé Santiago, Marina Díez, Marina Gay, Marlén Viñayo, Marta Arce, Marta del Riego Anta, Marta Muñiz, Marta Prieto Sarro, Marta Rivera, Mercedes Castro, Mercedes Fisteus, Mercedes Saiz, Mónica Jorquera, Miriam Vega, Montse Landa, Noelia Gª Hdez., Noemí Sabugal, Nohelia Alfonso,  Nuria Cadierno, Nuria Viuda, Olga Llamas, Olga Orallo, Patricia Gutiérrez, Patricia Valley, Paula de la Calle, Paz Brasas, Paz Martínez,  Petra Hernández, Pilar Blanco, Pilar Escamilla, Pilar José, Raquel del Val, Raquel Lanseros, Raquel Ordóñez, Raquel Villanueva, Reme Remedios, Renata Ruffilli, Rosa Marina Glez.-Quevedo, Rosario Granell, Rosita Pérez de Lerma,  Ruth Marcos, Ruth Oblanca, Ruth Villamagna, Sandra Mtnez. Mtnez., Sara Calleja, Sara Moro, Sara Otero, Sara Potxemutxka, Sara R. Gallardo, Sarita A. Valladares,  Sol Gómez Arteaga, Sonia Fernández, Susana Rosique, Teresa Gancedo, Teresa Mata, Teresa Rguez., Trío Silencio, Úrsula Rguez. Hesles, Vanesa Díez, Violeta Serrano, Virginia del Arco, Virginia Mota, Yolanda Prieto,... En resumen, ciento ochenta escritoras, cantantes, intérpretes musicales, pintoras, escultoras, actrices, directoras,..., mujeres artistas, en suma; y eso sin contar aquellas a las que solamente he nombrado en artículos corales o en las secciones veraniegas y que algún día formarán parte, junto a muchas otras, de forma individualizada, de esta misma sección.

Concluyendo, de vez en cuando alguien pregunta de dónde las saco, que si tantas hay; pues ya ven que sí.  Y aún quedan muchas más en el tintero; las que ya se han ido asomando tímidamente y otras  que van apareciendo día a día y que llegan mi conocimiento por diversas vías. Para reconocerlas, solo hay que permanecer con los ojos bien abiertos; mirar, escuchar, pero también buscar. Ellas están ahí y  pienso seguir demostrándolo mientras tenga fuerzas y espacios para ello, a pesar de todos los palos que me pongan en las ruedas. 

Mientras tanto agradezco la complicidad de cuantas personas me leéis entrega tras entrega y recomendáis mis artículos, que es recomendarlas a ellas. También me siento orgullosa de saber que, entre ese público lector, hay muchos más hombres  de los que jamás hubiera podido imaginarme cuando algunos (que solían presumir de cultos e incluso de intelectuales) me decían que no asistían a mis actividades porque estaban todas realizadas en clave de mujer, ¡como si el talento, la valía y el trabajo bien hecho de verdad tuvieran género! Por ello, llegada a este punto, no puedo más que terminar diciéndoos a quienes  durante este tiempo me habéis leído, ya sea de manera puntual o habitual, ¡gracias por estar ahí, porque sin vuestras lecturas, todo este esfuerzo no tendría sentido!

Las distintas series en las que se han venido recogiendo los nombres de nuestras mujeres.
Series en las que se han idorecogiendo los nombres de nuestras mujeres.
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