Un dibujo nada detallado, donde los colores llevan el equilibrio de las formas para crear la estructura de los edificios, unos colores fuertes y llamativos, de los que la autora manifiesta: «me encantan los azules: el azul Prusia, el cían y los ocres también los he metido un poco». Es un poco la referencia a su pintura llena de colorido con gran impacto visual.
El por qué ha seleccionado estos dos edificios lo explica de la siguiente manera: «Yo es que vivo en frente del Hostal desde hace años y lo tengo muy asimilado y San Isidoro me es muy conocido, ya que de niña en Navidades íbamos porque cantaba la Coral Isidoriana y también me gusta el museo de San Isidoro. Ambos edificios me motivan mucho por ello».Para Nuria del Blanco la pintura implica una búsqueda de la armonía y es un modo de lograr la belleza en sus cuadros, como dice: «Me interesa encontrar la belleza en lo que pinto, no me interesa nada más, que el espectador vea el cuadro y nada más, y que cada uno interprete lo que ve».
Nuria ha estudiado Bella Artes en Salamanca y ha dado clase en numerosos centros públicos y privados. Ha expuesto sus obras en diferentes locales y en la actualidad tiene otra exposición en el Ateneo Varillas. Trata de mostrar su obra y le gustaría exponer en El Albéitar, aunque reconoce hay quien piensa que debería tener una mayor trayectoria de exposiciones, aunque ella cree que si la obra es buena no debe importar la trayectoria de su autor.
La exposición de Nuria del Blanco estará en el Camarote Madrid durante el mes de febrero.