En un rinconcito del Barrio Romántico, frente al Parque del Cid, un local hace honor a su nombre, León Antiguo, con las fotografías de la vieja ciudad que adornan sus oscuras paredes. Un local que, para los especialistas de la guía Repsol, cocina y sirve cada día la mejor tortilla de la comunidad y una de las mejores de todo el país. Y no hay mejor acicate para que los redactores de La Nueva Crónica se acerquen al establecimiento a degustarla.
“Son muchos años los que llevamos aquí y no esperaba nada", habla la cocinera Carmen Oblanca bien entusiasmada: "Ya tenemos un 'Solete', pero esto nos cayó por sorpresa”. El ‘Solete’ ha servido para que el regentado por Tomás Cañón salga vencedor junto a otros dieciséis locales de hostelería reconocidos con la misma insignia. También, para poner en valor los más de treinta y cinco años de vida de este León Antiguo, con Carmen a los fogones. Y, sobre la fórmula de su éxito, la cocinera es concisa: “Los productos, la patata, el huevo -que no es huevina, es huevo- y luego el cariño con el que lo mueves, no hay más”.
Cuenta Carmen que su hijo ya va mostrando ciertas dotes en la maestría de la tortilla y que, quién sabe, podría llegar a seguir sus pasos, como si la destreza se heredase con la genética. Dice también que no gasta el tiempo en promocionarla y que quienes van a probarla es porque ya la conocen, quizás por eso del boca a boca de esta pequeña ciudad, que disfruta degustando una tortilla poco hecha con cebolla triturada y, como no puede ser de otra manera, a base de productos de León: Patatas Hijolusa de Ribaseca y Huevos de León de Ferral del Bernesga.
Y, entre paladares impresionados y el trajín de la hora protocolaria para el café, Tomás y Carmen continúan con su tarea, felices por el reconocimiento y dispuestos a deleitar con la suya a los amantes de la buena tortilla.