Memoria de dos gigantes que tenían los pies de barro

El MSM de Sabero ha inaugurado la exposición ‘Gigantes con pies de barro’, que se podrá visitar hasta octubre de forma gratuita y que recorre la historia de las térmicas de La Robla y Velilla del Río Carrión

27/06/2024
 Actualizado a 27/06/2024
Vista de una de las paredes con imágenes y dos vitrinas con objetos de ‘Gigantes con pies de barro’. | C. GARCÍA ‘KUBALA’
Vista de una de las paredes con imágenes y dos vitrinas con objetos de ‘Gigantes con pies de barro’. | C. GARCÍA ‘KUBALA’

Si la minería leonesa tenía un "cliente importante" para su producción de carbón éste fue, sin duda, las centrales térmicas, especialmente las más cercanas a aquellas recordadas cuencas mineras leonesas. Para la cuenca de Gordón lo fue la Central Térmica de La Robla; y para la cuenca de Sabero, desaparecida unas décadas antes, lo fue la palentina de Velilla del Río Carrión. Esta vinculación, seguramente tuvo algo que ver en la iniciativa del Museo de la Siderurgia y la Minería, con sede en Sabero, de montar una gran exposición dedicada a estas dos Centrales Térmicas y con un título que lo dice todo: ‘Gigantes con pies de barro’, recordando a aquellas empresas que parecían las más sólidas de sus comarcas y se desmoronaron. Las espectáculares imágenes de su destrucción, en tan solo unos segundos, quizas sean la mejor metáfora de lo ocurrido.

La muestra se inauguró este miércoles con la asistencia de la viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, quien recordó el final de las centrales térmicas en Castilla y León’  y cómo la muestra supone, a la vez, "un recuerdo y un homenaje, tanto a estas grandes industrias, como a las empresas que las hicieron posibles y a los cientos de trabajadores que durante años les dieron vida".

Y para que la importancia de los trabajadores estuviera presente en la inauguración fueron invitados al acto, y allí estaban mostrando una evidente emoción, tres trabajadores de la Térmica de Velilla que, además de disfrutar de la muestra, hicieron de guias para desvelar todos los detalles de lo que fue la térmica y los trabajos que en ella se desarrollaron. Acudieron Julio, Francisco Javier y José Elmo, que completaron como impagables guías los textos de uno de los comisarios de la exposición, Fernando Cuevas, y el que fuera director de la térmica de La Robla, Manuel Ureña, que no pudo acudir al acto.

Desde el anuncio del cierre de estas dos emblemáticas instalaciones, el museo –en colaboración con sus empresas propietarias, Naturgy e Iberdrola, y las empresas encargadas del desmantelamiento, Lezama y Afesa, Dominion e Irga– estableció un calendario de visitas a los trabajos de demolición, con el objetivo de que el fotoperiodista Eduardo Urdangaray —también comisario de la muestra— pudiera recoger sus principales hitos, documentando así el desmantelamiento para el archivo del centro.

Esta labor, desarrollada a lo largo de varios años, ha dado como resultado un fondo compuesto por miles de fotografías, que documentan las operaciones realizadas, la maquinaria utilizada y los operarios participantes. Junto a este trabajo de documentación gráfica, el museo, gracias a la colaboración de las empresas propietarias, ha recogido, con destino a sus fondos, diverso material de las centrales como testimonio de su actividad pasada. «La exposición recorre la historia de estas centrales, levantadas en los años 60 del siglo pasado».

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