Miguel Ángel esboza una amplia sonrisa cómplice con su hermana María Teresa cuando ve al abuelo Anastasio coger un trozo de pan y mojarlo en el vino como entrante de la siempre copiosa comida que les espera en el Ezequiel de Villamanín. «Puede haber recorrido medio mundo pero las costumbres de su Grajal de Campos natal se asoman por cualquier rendija».
Lo dice con orgullo Miguel Ángel García, actor de éxito ahora en Estados Unidos que, como siempre que puede, regresa a visitar a su abuelo (antes también a su abuela María Ángeles, ya fallecida), y recorren juntos la provincia o, dicho de otra manera, viajan a la memoria pues el destino en esta ocasión era la Pescadería Angelita, cuyo viejo cartel aún puede verse en la calle central de La Pola de Gordón. «Angelita era la abuela y de ahí ya partieron para Estados Unidos, concretamente a la ciudad de Ossining, en el estado de Nueva York, a la que antes había emigrado un hermano de la abuela», recuerda María Teresa, la hermana mayor de Miguel Ángel García, un nombre de moda en Estados Unidos, donde se va abriendo paso en el complicado mundo del cine, sobre todo después de haber interpretado el personaje de Moco en la película ‘Milagro azul’, en 2017. «Trabajar con Denis Quaid supone un paso muy importante en mi carrera, que después me ha ido bastante bien, con la serie ‘Tierra de oportunidades’ y ahora voy a comenzar otra serie de la que voy a ser el protagonista. Lo difícil es entrar y ese paso ya lo he dado».
- ¿Y en esa carrera dónde queda Grajal de Campos?
- En el centro. Grajal es la familia, es una infancia feliz cada vez que venía, son mis amigos... y te voy a adelantar una cosa, entre mis proyectos está grabar un corto que ya tengo escrito y que tengo claro que se va a rodar en Grajal. Sinceramente, amo a Grajal y a todo lo que significa en mi vida.
Americano y peruano-leonés
Nos han hablado los hermanos García de Grajal, de La Pola de Gordón, de sus abuelos Anastasio García Amores y María Ángeles Benavides Santos (insisten en que los citemos)...
- ¿Y Estados Unidos?
- Pues el abuelo emigró desde Pola con 18 años, a Nueva York, y regresó porque añoraba su tierra pero se encontró que aquí no había mucho futuro y partió de nuevo para América... un viaje de aquellos en barco, el tradicional de los emigrantes de la época (los años 50).
Allí trabajaron duro; el abuelo en la construcción, la abuela limpiando oficinas. En Estados Unidos el padre de Miguel Ángel, Ángel Miguel García, conoció a su madre, peruana, de ahí que siempre reivindique el actor su mezcla de sangres y, sobre todo, su respeto a sus raíces: «Yo nací en Westchester, Nueva York, pero me considero un actor peruano-español; la tierra de mi madre y de mi padre, pues me crié educado en esos valores latinos e hispanos. También, por ello, me gustó mucho trabajar en Milagro azul, pues se trata de una película ‘latina’».
Una historia que llega a la todopoderosa plataforma Netflix y es número 1 en países como México y Perú, número 3 en Estados Unidos... y abre muchas puertas a un Miguel Ángel García que, reconoce, « era mi primera película, la disfrute pero me caló, tal vez por ser latina, y desde ella no solo pienso como actor sino como ser humano, me planteo qué quiero decir, qué mensaje lanzar».
«En mis recuerdos más felices están los amigos de Grajal, las bicis, jugar al fútbol , ir a pescar cangrejos... y, sobre todo, que es el pueblo de los abuelos Ángeles y Anastasio»
Y es que para Miguel Ángel García esta película era la puerta de entrada al cine después de una larga formación, académica y en el teatro: «El origen de mi vocación, curiosamente está en España. Entre los años 2008 a 2010 la familia nos trasladamos a vivir a Torrevieja y para que no estuviera todo el día en la calle, jugando a fútbol con los amigos, mi madre me matriculó en la Escuela de Teatro y ahí nació mi pasión; de tal forma que al regresar a Estados Unidos le pedí por favor que me dejara seguir en el mundo de la interpretación y aceptó. Debo decir que mi familia siempre me apoyó, que es muy importante, y yo también hice un esfuerzo pues estaba a una hora de las clases e iba cada día...». Hasta que se graduó en la escuela de artes dramáticas de la Universidad del Sur de California (USC), considerada una de las mejores del mundo.
- ¿Fue fácil el camino después de pasar por la USC?
- No, ni mucho menos. Pero te diré que pese a que no me salía nada me seguía gustando, cada día más, y me ayudó mucho en lo personal la experiencia del rechazo, aprendí del fracaso, y seguía acudiendo a pruebas, me encantaba por unos momentos ser otro personaje, vivir otra vida...
En la USC disfrutó de un amplio programa de actividades, «existe un programa de cine, también de cortos, de teatro... Yo me refugié mucho en el teatro y el año de mi graduación, que no tenía ni representante, me salió la oportunidad de Milagro azul... y ahí empezó una nueva etapa. Como te he dicho, lo difícil es entrar y el resto ya es tu trabajo, permanecer dentro cuando ya has logrado entrar. Y en ello estoy enfrascado».
«Mi padre, leonés, conoció en Estados Unidos a mi madre, peruana; yo nací en Westchester pero me considero peruano español pues fui educado en esos valores latinos e hispanos»
Cuando Miguel Ángel García recuerda aquellos años difíciles, cuando habla de la experiencia del rechazo, de buscarse un lugar en el complicado mundo del cine, mira con evidente ternura para su abuelo Anastasio y recuerda cómo ellos se abrieron camino en Estados Unidos al apearse de aquel barco en el que se iban de León los emigrantes, aquellos indianos que se fueron a medio mundo. «Aunque seamos (habla también en nombre de Teresa) estadounidenses y peruanos siempre tenemos un sentimiento español y nos encanta regresar. A mí a Grajal y ella tiene más amistades en Torrevieja, desde aquellos años que pasamos aquí».
Su hermana Teresa es logopeda y en unos días se irá a colaborar con el Cuerpo de Paz, en una Iquitos, la tierra de su madre, Nelly Ysabel, como consultora de Educación Especial. «Aunque no tengo familia allí es especial para mi trabajar en Perú».
Yremata el actor: «En mis recuerdos más felices están los amigos de Grajal, las bicis, jugar al fútbol , ir a pescar cangrejos... Mi sueño es algún día tener un terreno en Grajal, hacerme allí mi casa y que mis hijos crezcan jugando por sus calles, como hice yo en mi infancia».
Esta película está basada en hechos reales, la historia de Omar Venegas, administrador de Casa Hogar, un albergue de niños sin techo en Cabo San Lucas, México, quien se enfrenta a las deudas por mantener esta generosa iniciativa y en medio de esta zozobra llega el huracán Odile, que inunda la Casa Hogar. La lucha es lograr que aquellos niños no regresen a la calle y, entre ellos, Moco (Miguel Ángel García), el último en llegar y uno de los más rebeldes... antes del milagro.