Una mirada poética sobre las relaciones familiares

Nuria Espert se despide este jueves del público leonés con la obra de teatro de Alejandro Palomas ‘La isla del aire’, en la que adapta su novela ‘El tiempo que nos une’

15/11/2023
 Actualizado a 15/11/2023
Las relaciones familiares articulan la representación de ‘La isla del aire’ en la que Alejandro Palomas adapta su novela ‘El tiempo que nos une’. | TEATRO ROMEA
Las relaciones familiares articulan la representación de ‘La isla del aire’ en la que Alejandro Palomas adapta su novela ‘El tiempo que nos une’. | TEATRO ROMEA

La gran actriz catalana Nuria Espert se despide este jueves del público leonés con la representación, a partir de las 20:30 horas en el Auditorio Ciudad de León con entradas a 22 euros, de la obra ‘La isla del aire’ de Alejandro Palomas bajo la dirección de Mario Gas y arropada por un elenco de actrices integrado por las veteranas Vicky Peña y Teresa Vallicrosa y por las más jóvenes Claudia Benito y Candela Serrat

El pasado mes de abril Nuria Espert hacía público en declaraciones al programa ‘Col·lapse’ de TV3 su intención de no aceptar ningún otro proyecto artístico tras la finalización de la gira de ‘La isla del aire’, adaptación escénica a cargo de Alejandro Palomas de su novela ‘El tiempo que nos une’, donde plantea una historia en femenino sobre el luto, la familia y los secretos.

Bajo la siempre experta dirección de Mario Gas, este drama narra la vida de una familia de cinco mujeres, guiadas por la vieja Mencía (la matriarca de la familia), que se adentran en un viaje en barca hacia la isla del aire.

La muerte de Helena, la nieta mayor de Mencía, está muy presente en la mente de la familia y, durante esta excursión, Mencía obligará a sus hijas y nietas a enfrentarse a la verdad y a los secretos que ocultan.

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Mario Gas rodeado por el elenco de actrices de ‘La isla del aire’. | L.N.C.

La obra es una mirada poética y simbólica sobre el dolor y las cicatrices que, en ocasiones, marcan las relaciones familiares. «El duelo, el mío, está aquí, en este viaje entre poemas, recuerdos en vivo y diálogo con la madre que sigue aquí, sobre mi hombro, aunque nadie más la vea. Este es un texto hecho con los retales vivos de la piel, el ombligo, los ojos, el pelo y toda la luz que conservo de ella, del niño que sobrevivió a una infancia terrible gracias a su compañía. Todo lo que ocurre sobre el escenario es mi verdad, mis años antes de lo que ahora no tengo, esa luz que una mujer albina y de ojos casi ciegos nunca dejó de darme. Todo lo que ocurre es mi vida en tiempo real, que es la de todos, la que nos hace vibrar en un registro que reconocemos. Reconocemos el duelo, reconocemos la añoranza, reconocemos el olor de una madre y también lo que heredamos de ella para que ese olor no se pierda. Esto no es teatro. Es todo el amor que solo nos atrevemos a reconocer cuando las luces se apagan y en escena un hombre nos enseña a un niño que conocemos bien. Somos nosotros. El niño y también la madre. Y su reencuentro», escribe Palomas. 

«Solo depurando el pasado se puede avanzar libremente. Y los personajes femeninos de Palomas están dispuestos a hacerlo. Alcanzar la libertad personal es una epifanía renovadora. Y lo harán. Quieren hacerlo. Y quieren vivirlo. Juntas», apunta por su parte el veterano director teatral Mario Gas. 

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