Luis Melón toma como punto de partida la reflexión de Ferrán Adriá recogida en los mandamientos de ‘El Bulli’, un manifiesto de la cocina contemporánea, haciendo hincapié en el primer punto del mismo: «La cocina es un lenguaje mediante el cual se puede expresar armonía, creatividad, felicidad, belleza, poesía, complejidad, magia, humor, provocación».
‘Recetario para una tragedia’ es un recorrido en el tiempo que, aglutinando hitos, recetas, obra plástica y performance, crea un hilo narrativo de una época oscura del siglo XX en España y plantea una reflexión sobre la Guerra Civil, el franquismo, la Transición y la sociedad española.
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Este recorrido gastronómico nos lleva por diferentes episodios que empiezan con una última cena de la generación del 27 en el año 1936 y la Guerra Civil, terminando, por ahora, en el año 1977 con la matanza de Atocha justo antes de la llegada de la democracia.
Todos los capítulos de este compendio gastronómico se estructuran de la siguiente forma: Una receta creada, rescatada o trasformada del recetario popular, un cartel sobre la misma, un texto explicativo y ocasionalmente una performance culinaria. Así cada receta funciona de manera individual como pieza artística, y en conjunto a modo de recetario o libro de artista.
Entre las recetas producidas hasta el momento por Melón figuran la ‘Tortilla fusilada’, que propone cocinar con setas recogidas de fosas de la Guerra Civil para reflexionar sobre las ejecuciones, la pena de muerte y las fosas comunes de la vergüenza, o ‘Leche frita para el desconsuelo’, elaborada con leche materna y lágrimas, que denuncia el robo de bebés con la complicidad de la iglesia, los cuadros de mando franquistas y sus médicos afines.