
El fanatismo religioso, las teorías supersticiosas o conspiranoicas de quienes buscan desesperadamente encontrar un sentido a su vida en una sociedad regida por el egoísmo y la desconfianza, la inmigración que siembra de cadáveres el Mediterráneo y el peligroso ascenso de la ultraderecha son algunos de los elementos de esta novela que hace reír y llorar en un tumulto de emociones y agudas reflexiones que atrapan al lector.
Esta primera novela se emparenta muy estrechamente con el poemario ‘Duelo’ (Multiverso) aparecido en el verano de 2020 pero que se escribió al mismo tiempo que la novela, en concreto durante los primeros años de estancia de la autora al lado de sus dos hijas en la isla maltesa de Gozo, a la que acudió para rehacer su vida, como sucede igualmente a la protagonista de la novela, tras la muerte casi a la par de los dos grandes referentes de su vida, como fueron su madre y su marido, el periodista José Luis Estrada. Ambos libros tienen por tanto el mismo punto de partida. «De hecho los escribí de forma paralela. Al mismo tiempo que me iba al Xerry a ver el mar o a tomar un café, pues unos días me ponía a escribir un poema y otros días me ponía a escribir un diálogo o a tomar notas de cosas que me imaginaba, de personajes, de situaciones... Las escribí de forma paralela porque ambas publicaciones respondían a un mismo objetivo, que es expresar sentimientos y contar cosas en las que me fijaba por primera vez. Y hablar de José Luis», confiesa Esther Bajo, para quien la muerte de esos dos seres queridos, con una diferencia de tan solo seis meses, la llevaron a un estado de dolor y desolación en el que tan solo quedaba llorar.