"Morían como ratas, jóvenes vomitando mercurio y sangre"

La Casa de Cultura de La Robla proyecta el documental ‘Morir en El Tarronal’ sobre la terrible mina de mercurio que se explotó entre 1946 y 1974

Fulgencio Fernández
05/03/2015
 Actualizado a 15/09/2019
Estado de la mina El Tarronal, un lugar que el director del documental, Felipe Capellín, describe como una especie de Chernobil.
Estado de la mina El Tarronal, un lugar que el director del documental, Felipe Capellín, describe como una especie de Chernobil.
"La mina es dura, muy dura, El Tarronal era terrible", es una de las frases que explica el documental que en la tarde del jueves  (a las 19:30 horas con charla coloquio posterior) llega a la casa de cultura de La Robla. Se titula ‘Morir en El Tarronal’, del realizador asturiano Luis Felipe Capellín. Cuenta la historia de una mina de mercurio, que se explotó en Mieres, durante varias décadas, desde finales de 1940 y hasta los años 70 (cerró en 1973). Por ella, pasaron 800 trabajadores (algunos de ellos leoneses)de los cuales apenas siguen con vida media docena. A través de ellos, sus familiares y la gente de su entorno,que desconocía la peligrosidad de la mina,tanto para su salud (la esperanzamedia de vida de éstos trabajadores era de 50 años),como por la contaminación y degradación del entorno. La explicación de la existencia de una explotación tan nociva es sencilla: " Hizo de Asturias durante décadas una potencia mundial en extracción del mercurio". El daño también fue elevado. Afirma Capellín que "según han constatado investigadores de la Universidad de Oviedo, el riachuelo de la mina todavía hoy sigue contaminado del mercurio arrastrado por las escorrentías en los días de mucha lluvia».

El director del documental, Capellín, señala que "una de las cosas que más me impresionó es la historia de un chaval que empieza a trabajar en El Tarronal a los 16 años, que a los 34 está jubilado y a los 37 muerto. Su hijo, recuerda que se pasaba los días en la ventana, sin poder respirar y con tremendos dolores".

Morían como ratas


Los 800 obreros de aquella mina eran una especie de ONUobrera,entre los 800 obreros los habíaportugueses, gallegos, extremeños, castellanos, andaluces y también leoneses atraídos por los sueldos "relativamente elevados" que el mercurio proporcionaba con respecto al carbón. "En los testimonios del documental narran cómo era el trabajo en la mina, que la esperanza de vida rara vez superaba los 50 años y cómo las enfermedades estaban a la orden del día entre los trabajadores, empezando por el cáncer. Aquellos mineros morían como ratas, ahogados por una especie de silicosis acentuada, más dura y más letal que la carbonífera".

La mina es dura pero ésta era terrible. Mi padre murió con 37 años, pasaba las noches en la ventana para respirar Además de los testimonios, muy duros, también es muy significativo el abandono de la mina, de las instalaciones y el estado de todo aquel entorno. "Hay cosas que quedaron exactamente igual que estaban en el momento del cierre, en el año1974: desde unas botas o unos guantes hasta documentación que está por ahí tirada. La mina de El Tarronal es uno de esos Chernóbiles silenciosos propicios al rodaje de películas postapocalípticas".

Lo extraño es el olvido en el que ha vivido esta epopeya minera de estos hombres "a los que jamás nadie indemnizó por morir a los treinta años tosiendo mercurio y sangre. Por eso les hice este homenaje", señala Capellín.
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