«Es la mujer que sale, que embiste, que vence. Es un grito: ¡LIBRE!».
(Araceli Larrán, artista plástica).
Se acerca el mes de marzo y poco a poco comenzarán a llegarnos propuestas protagonizadas por mujeres a través de una serie de actividades de las que parece que nos olvidemos el resto del año; pero las mujeres y lo que nosotras hacemos, en el área que sea, no existimos solamente en el mes de marzo. Estamos ahí durante todo el año, trabajando día a día, unas veces de forma más callada que otras, presentes en todas las áreas y ámbitos de la sociedad, a veces peleando duro para que se vea nuestro trabajo porque, en una sociedad cada vez más dominada por las redes sociales, pareciera que lo que no sé ve, no existe. Por eso la lucha titánica por mantener abiertas estas páginas para mostrar ese panorama femenino que sí está, escogiendo de momento el ligado a los caminos artísticos de nuestra provincia, caminos que son pero que no siempre son fáciles de vislumbrar. Y hoy he escogido para darle voz y visibilidad a una de esas mujeres que un buen día decidieron hacer algo más que quejarse de que no contamos con los suficientes espacios para que se puedan conocer nuestros trabajos.
Ella es Araceli Larrán, leonesa de nacimiento, que se licenció en Bellas Artes por la Facultad homónima del País Vasco, escogiendo para ello la especialidad de pintura. A partir de ahí decidirá compaginar el mundo de la creación con el mundo de la docencia, aspectos que lleva simultaneando varias décadas, desde sus primeras exposiciones allá por 1985, en Bilbao, Santander o León, una carrera artística marcada siempre por los ritmos que la misma vida le va imprimiendo, una vida que la llevarán también a la docencia y, a través de ella, a instalarse en Cantabria, donde sigue ejerciendo como profesora de dibujo y educación plástica y visual en un centro de Educación Secundaria.
Dentro de esos ritmos que le vienen marcados por sus circunstancias personales y laborales, Araceli va mostrándole al público su obra a través de diferentes muestras, tanto individuales como colectivas, en un proceso que siempre ha girado en torno a la presencia constante de la pintura en su vida, sobre la que ha ido realizando un ejercicio continuo de indagación en cuanto a las técnicas, los materiales, la utilización de diferentes soportes,..., y siempre en diálogo constante con la imagen que quiere mostrar, a partir de la propia composición como elemento protagonista de sus obras, en las que suelen aparecer elementos más figurativos que abstractos y entre los que encuentran primacía seres como los peces (exposición ‘Inmersión’) u objetos como los zapatos, además de rostros y personas. De su obra, la propia Araceli nos habla de esta manera: «Construyo imágenes de fuerte contenido figurativo, y con una pincelada que hace protagonista al color como materia. La línea se va haciendo pincelada, luz y sombra, exagerando cualquier reflejo coloreado, cualquier sombra superpuesta. El mundo animal ha sido un tema recurrente en mi trabajo, donde la génesis de la composición comienza en una fotografía donde los dobleces sucesivos dan lugar a la composición, ese encuadre donde la figura-animal se hace visible.
Siempre preocupada por la composición, la expresión va fluyendo hacia la representación, generada siempre a partir de una foto, una imagen «un recorte» robado a la realidad.....
Entiendo la génesis de las imágenes como resultado de un proceso de investigación y diálogo con el soporte... Interesada en los últimos tiempos en los diferentes soportes que me permitan trabajar de forma directa, donde la imagen es al mismo tiempo fondo y soporte, sin imprimaciones que interrumpan ni contaminen la imagen».
Podríamos decir que, desde sus inicios en el mundo de la creación, sus obras han estado presentes, tanto de forma individual como formando parte de exposiciones colectivas, en numerosos puntos de la geografía española: los más ligados a su biografía como nuestra propia provincia o el País Vasco,..., y también diversos enclaves de la comunidades de Castilla y León, Galicia, Cantabria, Valencia... En esta presencia más o menos continua, el contacto directo, en el día a día, con su alumnado de Secundaria la ha llevado tanto a participar como a generar continuamente nuevas actividades que evidencian y concretan lo que supone hacer «arte». Buen ejemplo de ello ha sido, por ejemplo, el proyecto ‘Huellas’, que en 2019 pudimos contemplar en la sala de exposiciones del Albéitar, tras haber recorrido ya otros puntos de Cantabria y Galicia. ‘Huellas’ fue un proyecto creado en común por dos artistas de dos escuelas y realidades distintas, que por casualidad confluyen como docentes en un mismo centro público de Secundaria. Es allí donde surge inicialmente esta idea, desde las aulas de plástica en las que ambas trabajan, a partir del hacer de sus propios alumnos, «jugando con la pulpa de papel y el interés de buscar un punto de encuentro entre dos formas de ver el arte tan diferentes, (y que) era lo más sugerente de trabajar juntas». El trabajo se realiza «a partir de elementos naturales, efímeros y no perdurables, atendiendo al proceso creativo más que al resultado», lo que fue dando lugar a las variadas y numerosas piezas que acabaron conformando la exposición. Trabajan sobre una base de metacrilato sobre la que van colocando «distintos elementos como flores y hojas secas, y sobre todo pasta de papel coloreada, en origen, no a posteriori una vez colocada en el cuadro», explicaban entonces ellas mismas. Este proceso creativo acaba creando una serie de «huellas que hablaban de raíces, de memoria, de ellas mismas para ponerse de acuerdo delante de un cuadro, para crear una historia» que es la que pudo verse en la propia exposición: una serie de piezas que dialogaban entre sí, trabajadas sobre materiales tan diversos como lienzos, tablas, metacrilatos, PVC’s o plásticos sobre los que tanto Araceli como Lucía –su compañera de proyecto- habían fijado un trabajo en el que habían dejado impresionados «sentimientos, emociones, ideas, vida en general». Y acompañándolo todo, y dado lo efímero que puede llegar a ser este tipo de trabajos, –fácilmente predispuestos a perderse o desaparecer, precisamente por la utilización de materiales sacados de la naturaleza que se destruyen o se ajan–, algunas fotografías pertenecientes al seguimiento fotográfico del proceso creador en sus diferentes etapas.
Además de la referida, han sido muchas las exposiciones colectivas en las que Araceli Larrán ha participado a lo largo de su carreta artística, muchas de ellas en nuestra provincia, fundamentalmente en la última década; exposiciones en las que ha mostrado su trabajo junto a una amplia nómina de artistas leoneses, entre las que también están ellas. Pero si hay una presencia que me gustaría destacar hoy aquí, es su participación como parte del grupo ‘Nosotras’, un grupo de nueve Mujeres Artistas, formado en León en el año 2006, con el objetivo de impulsar la creación y de proyectar su obra de forma conjunta. Nueve mujeres que, además de sus aspiraciones artísticas, tienen en común ser todas ellas profesoras. Parte cada una de la utilización de diversas técnicas y procedimientos, a partir de las cuales las artistas generan obras individuales, y proyectos colectivos, mostrando en cada exposición el eclecticismo como proyección de la libertad en la creación, y al mismo tiempo buscando una ‘unicidad’ en los proyectos comunes. Para A. Larrán, pertenecer a este colectivo es un poco «como obligarse a salir en parte de lo personal para incorporar temas compartidos capaces de enriquecer la propia creación».
La última de las exposiciones realizadas por este grupo (la novena concretamente de todo su periplo artístico), que durante el primer semestre de 2024 se pudo visitar en la sala Albéitar de León y el Campus de Vegazana de Ponferrada, fue la titulada ‘Apariencias’, una muestra en la que precisamente estas son el hilo conductor de una serie de obras (una por artista) en la que se ponen en jaque cuestiones tan de actualidad como la Inteligencia Artificial (IA), planteando cuestiones éticas a las oportunidades de transformación. Una muestra en la que podemos encontrar, combinadas, herramientas creativas como pintura, fotografía, instalaciones, grabado..., empleadas por estas nueve artistas tan diferentes entre sí, pero con un objetivo común, mostrarnos la riqueza del arte que también nuestras mujeres están creando dentro de este panorama en el que, aún con mucho esfuerzo, cada vez son más las que llegan y las que destacan.
Y toca ir finalizando. No me gustaría hacerlo sin al menos mencionar una de las últimas muestras individuales que pudimos ver en León de esta artista y que no fue otra que la realizada en Camarote Madrid, en marzo de 2023, una selección de tres piezas pertenecientes a su serie ‘Nada y más’. Entre ellas destacaba la composición ‘Libre’, una pieza de gran formato y original composición, realizada en acrílico y otros materiales, sobre tabla, y de la que la propia Araceli cuenta que «surge a partir de fotografías que tomo de internet y luego las reencuadro y las elaboro con procedimientos pictóricos en los que incluyo restos de papel elaborado por mí en otro proyecto anterior y mantengo el ‘libre’, que es la marca de agua que venía en la foto y que lo he reconvertido en el título que es lo que quería representar», «un autorretrato emocional, que refleja emociones y sentimientos».
En el texto que acompañaba la exposición, la pintora nos dejaba estas palabras, referidas precisamente a esa composición que también la tituló: «Es la mujer que sale, que embiste, que vence. Es un grito: ¡LIBRE!».
Una muestra del compromiso de nuestra protagonista de hoy también con el mundo de la mujer.
