Existe en Gijón un centro cultural que es referencia en muchas cosas. Se trata del Museo Evaristo Valle, donde se realizan numerosas actividades, como exposiciones, charlas, y sobre todo la música. Por allí pasan desde jóvenes talentos asturianos, jóvenes talentos internacionales y algunas de las figuras más destacadas de la música de cámara actual. Y en este marco el fotógrafo trata de aproximarse a la música.
Pablo reconoce que la música no es su fuerte, «de la cual soy un auténtico desconocedor, porque no tengo oído y soy incapaz de tararear una melodía y esto es un medio para acercarme a la música, y la cámara me ayuda a acercarme a los músicos, a las personas, pues antes veía que venían y no tenía relación con ellos y esto me permite estrechar vínculos y de ahí salió ‘Sinestesia’, que lo que trata es de combinar la vista con el oído. Mi objetivo inicial era ver cómo se ve la música».
Y para ello utiliza los intérpretes, lo hace en un pequeño espacio en el museo, coincidiendo cuando tienen ensayos o grabaciones, en los huecos que se pueden encontrar, en esos tiempos hace las fotografías. Al principio era en el momento, de improviso, ahora ya le preguntan si va a haber foto. Son los intérpretes quienes dan vida a las creaciones de los grandes autores y ellos sienten esa música y así lo expresan ante la cámara.
El proyecto comenzó en 2016 y desde entonces ha realizado más de sesenta sesiones, de las que quince se encuentran colgadas en la sala de la galería Espacio_ E.
Es la primera vez que muestra sus imágenes de música y lo hace en León, en la sala Espacio_ E, donde Pablo Martínez cuida las obras, cuida a los artistas y el propio espacio, por lo que se encuentra muy feliz con esta exposición y desea que la gente de León lo disfrute, «que vengan a escuchar las fotos y a ver la música», nos dice.

En sus fotografías los retratos son siempre de personas, de grandes intérpretes de música, y aunque el retrato es de la cara, en este caso las manos son muy importantes para mostrar su sentido de la música en muchos de estos intérpretes, tan importantes que alguno de los retratos muestra solamente unas manos que , según nos dice: «son mucho más expresivas que un rostro».
Su forma de trabajar es sentar a los músicos en un taburete de piano, les da una hoja en la que deben escribir su nombre, su correo electrónico y su música favorita. La escriben y les dice: «Ahora imagínate que estás en la butaca de tu casa, cómodo y te concentras en la música olvidándote de que yo estoy aquí. Ellos se lo imaginan y yo comienzo a disparar, a los diez, quince minutos hay un momento en el que notas que el músico hace clic y tú desapareces. Están ya sólo con la música, ese es el momento. A partir de ahí ellos están interpretando y yo sigo disparando. Después, en casa escucho la música y en función de esa música elijo las fotografías».
Generalmente realiza sus fotografías en formato cuadrado y en blanco y negro, y todo ello se puede ver, sentir y escuchar en la sala, donde también se pueden encontrar unos equipos con auriculares a fin de escuchar las músicas de las fotografías.
La exposición de Pablo Basagoiti se puede disfrutar hasta el día 19 de enero en la galería de arte Espacio_ E de la calle Azorín en Trobajo del Camino.