Los amigos, familiares y vecinos que ven la imagen de Emma repiten la misma frase: «La niña más esperada del mundo». Y es que vino al mundo después de que Cristina, su madre, y su padre, Miguel, hicieran durante ocho años lo posible y lo imposible para que ella fuera una realidad. Ocho largos años de tratamientos en una clínica de Cantabria de enorme prestigio en este campo. «Primero hicimos los tratamientos que nos costeaba la Seguridad Social y después ya los pagamos nosotros, con la enorme ilusión de ser padres».
- ¿Qué número de intento hacía el que se consolidó y fue una realidad?
- Si te soy sincera ya ni lo sé, fueron tantos, que ya perdí la cuenta y yo creo que ya era el último intento. Empecécon 31 años y me acercaba a los cuarenta...
Pero llegó la feliz noticia, la más esperada, aunque rodeaba de incertidumbres y miedos. «Por un lado nos produjo una enorme felicidad, pero anteriormente ya había tenido otro embarazo fallido y aunque todo parecía ir bien siempre estás expectante, con una cosa ahí... Lo deseaste tanto».
Pero esta vez fue una realidad que llegó un mes y medio antes del confinamiento. Crece sana y tranquila, «me entretiene estos días tan largos, la disfrutas mucho, pero también echas mucho de menos no poder ‘compartirla’ con los amigos, la familia, estábamos todos con tantas ganas de que llegara Emma, pero lo primero es cuidarla».
Todo llegará, más pronto que tarde, y le podrán volver a decir a Emma aquello de «¡qué guapa es la niña más deseada del mundo!».
Y Miguel y Cristina también esperan para poder disfrutar de la tranquilidad, los paseos y el aire puro de Valle de Vegacervera, hasta poder contarle a Emma el revuelo y la felicidad que provocó su llegada al mundo.
Nació la niña más esperada
Cristina pasó ocho largos años de tratamiento en tratamiento, buscando su primer hijo. Ya iba a desistir cuando el embarazo fue posible y el 16 de enero nació Emma, "la niña más deseada del mundo", que crece ajena a la felicidad que trajo bajo el brazo
17/05/2020
Actualizado a
17/05/2020
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