Nary Ly: "Ser superviviente me ha llevado a ser científica y olímpica"

La camboyana afincada en San Andrés acude este viernes al Club Peñalba Casino de León, localizado en Papalaguinda, para presentar su publicación autobiográfica

16/02/2024
 Actualizado a 16/02/2024
Nary Ly durante su participación en los Juegos Olímpicos de 2016, alzándose como la primera camboyana en participar en un maratón olímpico. | L.N.C.
Nary Ly durante su participación en los Juegos Olímpicos de 2016, alzándose como la primera camboyana en participar en un maratón olímpico. | L.N.C.

Era sólo una niña cuando su vida se transformó en un periodo de reclusión que duró años. Concretamente cuatro -uno más de los que tenía-, hasta 1979, cuando los «campos de la muerte» camboyanos fueron desapareciendo con el fin de la dictadura de Pol Pot. Y, aunque la forma de habitar el mundo no fue la más amable en los inicios de Nary Ly, esta superviviente, científica y atleta es segura en su postura de superación y responde «por supuesto» a la consulta sobre si es posible realmente dejar a un lado esa etapa vital. «Porque estoy viva y estoy aquí», justifica.

«Tu experiencia de la infancia te cambia y te hace quien eres hoy», continúa: «Todo lo que has vivido construye tu personalidad». La suya viene bien condensada en la portada de su publicación ‘La historia de Nary Ly. Superviviente, científica, olímpica’; la autobiografía de una mujer que salió con vida de los campos de la muerte para convertirse en la primera doctora en Biología de Camboya. También, la primera camboyana en correr un maratón olímpico en 2016. «No sucede en un día», explica sobre su metamorfosis: «Son circunstancias, oportunidades y elecciones personales porque tú decides qué hacer con tu vida; es la significación, la convicción que tiene cada uno para atravesar todas las experiencias de la vida». 

Nary no quiere entrar en muchos detalles. Cuenta que, para comprender su historia, «vale la pena» leer su libro, que le ha provocado tantas dudas -«duele hablar de cosas personales»- como alegrías: «Recibir mensajes de los lectores me reconforta; si puedo ayudar a una o dos personas a superar su propio problema o convertirse en alguien mejor, es un regalo que no tiene precio». Su historia se ha presentado en formato libro en su país natal, así como en Nueva York y otras partes del mundo. Esta vez, es el turno de León, donde reside -a medio camino entre San Andrés y Camboya- casi desde su participación en los Juegos Olímpicos

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«La historia es un poco larga», introduce: «Encontré a mi pareja de hoy, Salvador Calvo, cuando estaba en Camboya y él, cuando quise hacer la preparación de un maratón bajo de tres horas, me propuso venir a León». En su respuesta fue concisa. «Te doy tres semanas para convencerme de que León es un buen sitio para entrenar». Y, después de casi ocho años, parece que está del todo convencida. 

Tres adjetivos definen el carácter, la vida e historia de esta camboyana afincada en León. Tres adjetivos de los que no puede abanderarse todo el mundo. Tres adjetivos que califican a una mujer capaz de plantar cara a sus demonios para ayudar a espantar los de los demás. Tres simples palabras que coexisten bajo la mirada de una persona que los viste sin hipocresía y los ondea con su bandera de Camboya corriendo por los campos de León. Y deja que se entremezclen hasta fundirse en un intento desesperado por descubrir si Nary Ly es más superviviente, más científica o más olímpica. 

«Ser una superviviente es lo que me ha llevado a ser científica», analiza dejando entrever -entreoír- un acento francés que demuestra toda su multiculturalidad. «Yo sigo pensando en el proceso de aprender, de reflexionar, de tomar decisiones, compartir y enseñar, porque sigo enseñando en la Universidad». Parece dubitativa, más en las palabras que selecciona que en las ideas a desarrollar. Y sigue hablando: «Lo de ir a los juegos sigue dentro de mi... Es una manera de pensar, de analizar». Los tres términos convergen a la perfección en los recovecos de su personalidad. No se entienden el uno sin el otro y, por eso, van juntos en la portada de su libro. 

Este viernes, los colores de la bandera camboyana que Nery Ly lleva a los hombros se abren hueco en el Casino de Papalaguinda desde las 19:00. Todo a modo de preámbulo de la presentación del volumen ilustrado el próximo 8 de marzo en el mismo enclave. Todo a modo de prólogo y como compañía de todas las hazañas con las que -seguro- esta superviviente, científica y olímpica todavía tiene tiempo de sorprender.

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