Néstor Hernández: "Aún estamos a tiempo de evitar el olvido de Lama"

NéstorHernández, leonés de Calzada del Coto, profesor jubilado, escritor... se ha propuesto que no caiga en el olvido uno de esos personajes que han sido fundamentales en la literatura y otros campos de la cultura en León. Por ello, acaba de publicar el libro ‘Antonio González de Lama. Antología de su obra’, que estelunes día 10 presenta en la Sala Región del Instituto Leonés de Cultura (a las 19.30 horas, con entrada libre).

– ¿Ha hecho una antología de González de Lama, ¿qué le llevó a la figura de este leonés polifacético: periodista, crítico, bibliotecario, creador de grupos literarios, filósofo, profesor…? ¿Qué vertiente le parece más interesante de todas ellas?
– Sencillamente quería evitar su olvido. Sus discípulos van desapareciendo y al no escribir ningún libro a las generaciones posteriores no les queda nada donde agarrarse. Consciente de este grave problema me propuse estudiar su obra en mi libro anterior y ofrecer una selección de sus muchos textos para que sea más asequible acercarse a este gran pensador. De sus vertientes me quedaría con la de critico, y no solo de literatura, sino de música y arte junto a ella la de profesor, ameno, original y comprensivo.

– Pese a sus múltiples facetas, G. de Lama no publicó en formato libro; ¿Qué recoge esta antología?
–No publicó ningún libro. ¿Por qué? Por miedo, por vergüenza, por excesiva responsabilidad. Tenía facilidades para hacerlo y no lo hizo. La publicación de la Antología trata fundamentalmente de llenar ese vacío, ofreciendo una selección variada en temas, formas, estilos y épocas, con la finalidad de ofrecer una visión completa del autor.

– ¿Qué puede sorprender más al lector de esta antología?
– La belleza literaria de algunos textos, religiosos y profanos, la profundidad y sensibilidad de sus críticas musicales y artísticas y la profundidad de algunos de sus artículos. Antonio G. de Lama es más que su labor en Espadaña, antes y después. Desde 1926, en Prisma, hasta su muerte no dejó de contribuir al levantamiento de la cultura leonesa.

Don Antonio te ganaba con su afabilidad y encanto personal, con la variedad de temas que dominaba, su conocimiento del mundo, en una ciudad pequeña y muy conservadora– ¿Está demasiado olvidada y poco valorada la figura de González de Lama pese a haber estado, por ejemplo, en las dos revistas literarias más importantes de la época: Espadaña y Claraboya?
– Me temo que así es. No obstante, su labor en Espadaña ha sido destacada en múltiples artículos y tesis doctorales; en Claraboya apenas intervino, ni como crítico ni como creador, incluso en alguna columna critico su desarrollo. La Universidad, las instituciones leonesas apenas han ayudado en su conocimiento, y es que si no lo has conocido resulta difícil entender su importancia.

– Todos los que conocieron a Lama hablan maravillas de él, ¿a qué se puede achacar su olvido?
–Además de su afabilidad, su encanto personal ( sus clases, su charlas, sus recitaciones impresionaban), D. Antonio te ganaba con la variedad de temas, su conocimiento del mundo, en una ciudad pequeña y muy conservadora. El contacto personal lo ha mantenido, desaparecido este, si la obra no se conoce, el olvido parece la consecuencia más lógica. Aún estamos a tiempo para evitarlo entre todos.

–G. de Lama era de Valderas, como su colega Luis López Santos, también presente en Espadaña ¿Cómo era la relación entre ellos?
- No era buena, aunque D. Antonio evitaba hablar de ella. López Santos desapareció de Espadaña inmediatamente y durante muchos años fue director de Colligite, una revista del Obispado, en la que D. Antonio no publicó nunca, cuando él no negaba una colaboración a nadie. Me guardo una anécdota muy significativa de esa nula relación. Todo lo contrario pasaba con Martínez Torres, también de Valderas, muy apreciado por G. de Lama.

– ¿Esta antología es un homenaje? ¿Qué le debe León a G. de Lama?
– La Antología trata de evitar su olvido, ofreciendo al lector razones para apreciar a este gran hombre. León le debe mucho: él despertó la cultura leonesa, dormida y encorsetada. Sus conferencias, asistencia a recitales, concursos, su labor docente, en muchos colegios, su labor periodística en el Diario de León, sobre todo, pero también en revistas, llenó gran parte del siglo XX leonés. bajo su amparo crecieron muchos artistas, que hoy siguen engrandeciendo nuestra cultura. Creció en tiempos difíciles, perteneció a una Iglesia conservadora, pero con habilidad abrió horizontes a muchos jóvenes entusiasmados por crecer en la creación artística.

– Lama vivió una etapa convulsa y complicada, ¿cómo nadó en aquellas turbulentas aguas?
–Creo que la Guerra Civil le hizo mucho daño como hombre y como sacerdote. el desencanto de la posguerra, el cierre de Espadaña y su relación con el obispo Almarcha le restaron fuerzas e ilusión, aunque nunca se dejó ganar por la apatía.