Los dos músicos, que tienen un proyecto musical y pedagógico en común, protagonizan esta semana en la Fundación Cerezales Antonino y Cinia un taller con el que pretenden finalizar esa iniciativa, que quisieron llamar Infancias.
Todo ello surgió de un encuentro entre amigos en Radio Clásica. «Con esa palabra, las ganas de seguir trabajando y el material sonoro que se creó comenzamos con todo esto», explicó Paco, como se dirigen en este novedoso taller al Niño de Elche.
La crítica siempre es constante, pero es positiva porque es divertida y nos ayuda a divertirnosSus creaciones son polémicas, siempre lo han sido. Es cantaor y tiene marcado estilo flamenco en muchas de sus creaciones, aunque sus sonidos no son nada convencionales, como tampoco lo son sus letras, que en muchas ocasiones incluyen tintes políticos. Él tampoco encuentra la palabra para definirse, ni siquiera la busca, porque «de esos se trata la cosa». Le define mejor su compañero en este proyecto de experimentación sonora. Miguel Álvarez asegura que Niño de Elche es «un ser en huida, que huye del flamenco, del rock, de la experimentación... de todo lo que tenga que ver con una etiqueta». Su innovadoras formas de hacer flamenco le ha valido no pocas críticas, pero no importa. «La crítica siempre es constante, pero es positiva porque es divertida y nos ayuda a divertirnos», celebra el cantaor, que no ha tratado de dar ninguna vuelta al flamenco si no a sí mismo. «La vuelta si intento dársela a algo es a mi, no al flamenco», subraya. «Aunque exista la huida de cualquier estilo, esa misma huida te lleva obligatoriamente a otros territorios, vuelves al flamenco, vas y vienes... lo que viene siendo una relación de amor-odio».
La asociación de los medios electrónicos con la música unió a estos dos artistas sonoros, que comparten ahora con más de una decena de ‘alumnos’ sus conocimientos. Ambos admiten que con esta experiencia, en la que participan desde jóvenes de 16 años hasta adultos de todas las edades y de diversas ramas profesionales, algunos relacionados también con el mundo de la música, «los que más estamos aprendiendo somos nosotros», admite Miguel Álvarez, compositor, artista sonoro, compositor y musicólogo.
Un lugar "impactante"
No es la primera vez que él pisa Cerezales del Condado.Ha seguido «los pasos» de la Fundación y ya en 2015 realizó un taller con ellos. Gracias a Miguel Álvarez, Paco Contreras descubrió su trabajo y llegó aquí por primera vez este año, para desarrollar el taller en el que trabajan desde el pasado lunes. Para Niño de Elche ha sido «impactante» llegar aquí, admitiendo que «he trabajado en otras instituciones, pero siempre las he mirado desde la distancia». Por eso, no duda en calificarlo como un «milagro» porque «sirve de activador cultural».Participantes de todas las edades enriquecen el proyecto Infancias de Miguel Álvarez y Niño de Elche Las clases se desarrollan en horario de mañana hasta este viernes y, ante todo, destacan por ser participativas. Una ‘tormenta de ideas’ encabeza la pequeña pizarra con la que se desarrolla esta especie de clase en la que todos tienen algo que aportar. La improvisación también juega un papel muy importante en este taller, que despide esta semana el programa cultural Encerezados 2017 que ha diseñado la Fundación Cerezales Antonino y Cinia durante los meses de julio y agosto.
Se trata de que «las voces se entrecrucen», por eso el proyecto Infancias también tiene una parte política, la de «activar un grupo y construir algo juntos», explica Niño de Elche, cuyas letras siempre han estado cargadas de esos tintes. «Somos una suma de voces que trata de convivir para lograr la armonía», defiende.
En el aula de la nueva sede de la Fundación Antonino y Cinia los participantes opinan, hablan, experimentan con su propia voz y con los sonidos electrónicos producidos por las nuevas tecnologías, como lo hacen los dos ‘directores de orquesta’. También con el entorno, con lo popular, buscando qué es lo auténtico y lo que caracteriza a una región. Todos esos sonidos pretenden unirse para crear en esta localidad del Condado la última parte de Infancias, un proyecto musical que esperan materializar después de trabajar en él durante un largo espacio de tiempo que finaliza en las aulas de Cerezales.