La muestra es un montaje de 24 metros cuadrados en el que se exponen diferentes escenas que van desde la temática egipcia, pasando por la Belle Epoque, y no olvidándose de las clásicas western o medieval entre otras; y que han sido montados en este caso por diferentes coleccionistas de la provincia de León. La exposición, a la que no le falta detalle, ha conllevado muchas horas previas de preparación, una tarea que es un ‘juego’ para estos coleccionistas pues disfrutan contando historias a través de esas figuras que han ido desembalando los días previos para convertirlas en personajes de escenas de lo más variopintas. «Hay mucho trabajo detrás de cada diorama y también una historia que contar que queremos que los visitantes descubran», explica Fernando Barrientos, uno de los promotores y participantes en la exposición.Este vecino de Valencia de Don Juan había participado previamente en este tipo de montajes en localidades como Gordoncillo y en el mismo Coyanza donde en la Navidad previa al covid-19 colaboró con una escena de la huida a Egipto a base de clicks de Playmobil en el marco de la exposición anual de la Asociación Leonesa de Amigos de los Belenes a la que él pertenece. A raíz de esas iniciativas conectó con otros ‘locos’ leoneses por los Playmobil como él y ahora, tras lo peor de la pandemia, han querido volver a juntarse. Lo han hecho además con la intención de repetir en el futuro con más citas de este tipo para atraer a otros aficionados.
En CoyanPlay’21 participan siete coleccionistas, que en dos casos son familias como la de los Manzano y los Revilla Barbeito. Además participan Hugo Torices, Alberto Villafañe y Telmo, un astorgano de 16 años que ha expuesto un diorama por primera vez. «Nuestro primer objetivo es disfrutar y también hacer que los demás lo hagan», explica Barrientos.
La entrada a la exposición es de un euro que destinarán a la Fundación AladinaCoyanPlay’21 tiene además una faceta benéfica, pues tanto los participantes como el Ayuntamiento coyantino, que colabora con la iniciativa, decidieron que los visitantes pagarían una entrada simbólica de un euro que prevén donar a la Fundación Aladina. «Esto lo hacemos por hobby, porque para nosotros es una distracción y sin ánimo de lucro, con lo que hemos querido aprovechar para poder echar una mano a esta entidad que ayuda tanto a niños que padecen cáncer infantil como a sus familias», cuenta este coleccionista coyantino.
Fernando destaca sobre todo las historias que hay en cada diorama y «el gusto con el que están dispuestas las figuras». «En el mío he querido jugar un poco y la gente se tiene que fijar muy, muy bien en las diferentes escenas que ven ya que hay varias como una correspondiente al día a día de la vida de un monasterio, otra que es un obra y otra un grupo de monjes alrededor de un maestro de obra. Lo que quiero es que la gente investigue e interprete si lo que hacen los obreros es construir o deconstruir. Y ahí está la diferencia entre llegar y observar o llegar y solo mirar», contaba este viernes Fernando mientras daba las últimas pinceladas a su montaje.
Además, hasta el martes los aficionados podrán encontrar junto a la exposición un punto de venta de Playmobil. Este mercadillo está enfocado a un público infantil pero también al coleccionista que podrá adquirir desde las últimas referencias de la marca alemana hasta piezas sueltas, custom y cajas descatalogadas que ya son auténticas piezas de museo. El horario hasta este martes incluido será de 10 a 14 horas y de 16 a 20, aunque dicha exposición estará disponible hasta el 1 de noviembre. El resto de días se abrirá de miércoles a viernes en horario de tarde de 16 a 20 horas y los sábados, domingos y festivos horario de 10 a 14 horas y de 16 a 20 horas.