Es una de esas bandas de las que prácticamente sobran presentaciones. Tiene nombre propio dentro de la escena del rock metal español, con un estilo que les ha hecho únicos. Comenzaron en 1994 con canciones en inglés bajo el nombre de Sôber Stoned, pero tras apenas un año cambiaron a las letras en español y pasaron a llamarse Sôber. Un nombre y letras con las que esta banda madrileña ha triunfado y ha sabido consolidarse en el tiempo a pesar de su parón en 2005, donde nacieron otras bandas apéndices como Savia y Skizoo. Ahora, 30 años después, las tres bandas se juntan para celebrar la gira del trigésimo aniversario de Sôber y harán parada este sábado en el Palacio de Exposiciones de León con un concierto a partir de las 21:00 horas con Hamlet como invitados de lujo (para el que aún quedan entradas a la venta). Una recorrido de 30 años y un concierto en la capital leonesa sobre los que habla en esta entrevista para este periódico el cantante y bajista de Sôber, Carlos Escobedo.
– Es mucho tiempo... ¿Le han pasado rápido estos 30 años?
– La verdad es que sí (dice entre risas). Han pasado muy rápido… Te das cuenta un poco cuando echas la vista atrás. Hemos tenido la suerte de hacer la regrabación de nuestro primer disco, hemos rescatado fotos antiguas y, con ello, hemos revivido como quien dice nuestros inicios. Por un lado, el tiempo ha pasado muy rápido, pero por otro no te das ni cuenta porque sigues haciendo lo mismo, de la misma manera y con la pasión de siempre. Pero la realidad es que se me han pasado volando.
– ¿Hay algún recuerdo imborrable que guarde de estas tres décadas?
– En esos 30 años hay recuerdos de todo. Muchas veces nos acordamos de los momentos buenos, pero también ha habido negativos. Sobre todo, recuerdo al inicio, cuando nos dicen que nos quieren grabar el primer disco de ‘Torcidos’ y luego nos damos cuenta de que es todo un engaño, que han jugado con la ilusión de unos chavales de 18 años que lo que más les gusta es la música y tres personas han hecho un negocio para repartirse nuestro dinero. Pero yo creo que siempre le hemos dado la vuelta a la tortilla y hemos tenido claro que lo que no te mata, te hace más fuerte. Todos esos momentos al inicio te hacen sacar toda esa fuerza y a lo mejor a día de hoy estamos posicionados donde estamos gracias a ese ímpetu que tuvimos de jóvenes.
– Desde el comienzo, León y su provincia siempre ha estado en la agenda de sus conciertos. ¿Siente que es uno de esos sitios donde su música ha calado entre la gente?
– La verdad que siempre que hemos venido, hemos sentido mucho el cariño de la gente. León además es una ciudad que no es gigante y que no tiene una enorme población, pero nosotros poco a poco nos hemos hecho grandes en ella.
– Supongo que tenga una ‘espinita clavada’ por el concierto que tuvieron que suspender en Espacios Vías en el 2017 en el último momento...
– Fue un marrón importante. Recuerdo que ese día teníamos casi todas las entradas vendidas y al llegar a Espacio Vías, nosotros teníamos 380 voltios y empezaron a joderse aparatos en las pruebas. Rápidamente, comenzamos a contactar con el Ayuntamiento para arreglarlo y ver cómo no se soluciona en ningún momento mientras se acerca la hora del concierto con toda la gente que había esperando a la puerta… Fue un momento duro. Además de gente de León, había también de muchas zonas de alrededores y de otras provincias que vino a vernos, con sus hoteles reservados y con todo lo que conlleva suspender un concierto que es muy desagradable. Entonces también esta fecha es una manera de cerrar el círculo de esa deuda pendiente que teníamos con León y encima lo hacemos de la mano de Hamlet que empezamos medio juntos en la misma compañía y hacía mucho que no coincidimos y estoy seguro que será un día muy especial.
– Sôber ha creado un estilo propio dentro del rock metal alternativo y ha influenciado a muchas otras bandas. ¿Siente ese peso?
– Sí, quizás no es algo que hayamos provocado. Creemos en lo que hacemos, empezamos con un estilo y una idea en la cabeza y como es lo que sabes hacer y lo que te gusta pues poco a poco se va forjando. Recuerdo que en los inicios los medios de comunicación hacían críticas bastante destructivas porque no ubicaban mucho el grupo, éramos como un grupo muy cañero de guitarras y batería, pero luego la voz era muy melódica con canciones en castellano. Éramos los Tool españoles o los Héroes del Silencio cañeros. ¿Al final qué ocurre? Que cuando sigues creyendo en lo que haces y tratas de hacerlo lo mejor posible, has generado un estilo que aquí en España veníamos de una parte más cañera como Soziedad Alkoholika o Hamlet o te ibas a la parte más urbana de Barricada o Barón Rojo y entre medias no había nada y nosotros nos hicimos un hueco ahí. Ahora, que tengo un estudio desde hace 24 años, vienen muchos grupos que quieren el sonido de Sôber y que siempre han tenido esa admiración. Eso es algo que nos hace sentirnos orgullosos de haber generado algo y mucha gente además nos dice que ha empezado a oír rock español porque le gustó Sôber.
– Este aniversario lo celebran con la regrabación de su primer álbum ‘Torcidos’ publicando ‘Retorcidos’. ¿Qué buscan con esta nueva edición?
– Por un lado, un homenaje, pero en realidad teníamos esa espinita clavada de que nos habían engañado en nuestro primer disco en un fin de semana. Por fin hemos podido grabar ‘Retorcidos’ porque considerábamos que lo que teníamos era una maqueta y, finalmente, lo hemos grabado en condiciones. Lo queremos enfocar así porque de alguna manera es cerrar el círculo de los inicios, ya que mucha gente tiene un primer disco en el que demuestra el sonido y la producción que busca, pero nosotros no lo teníamos. Nosotros a veces hemos dicho que nuestro primer disco era ‘Morfología’ porque ‘Torcidos’ no lo contábamos como disco porque no habíamos podido mostrar lo que éramos. El poder retomar y cerrar ese círculo y reconciliarnos con ese disco, del que ya estamos tocando canciones, es una manera de darle un homenaje y mostrar a la gente que ya hace 30 años que el grupo ya hacía ese tipo de melodías, de riffs, y ritmos que siempre hemos tenido muy presentes.
– Esta gira la han bautizado como la de las ‘tres S’ porque se juntan de nuevo con Savia y Skizoo. ¿Es una forma de decir que Sôber no se entendería sin estas bandas?
– Claro, cuando uno se pone a contar 30 años… Desde 2005 a 2010, Sôber estuvo prácticamente inactivo y surgen estas dos bandas y sacan tres discos cada una. Y luego el público realmente te sigue escuchando. Savia y Skizoo son apéndices de Sôber y así lo hemos querido contar en la gira porque al final dentro de nuestro repertorio encajan perfectamente las canciones. Además, tengo que decir está siendo un lujo poder formar parte de la banda sonora de mucha gente.
"Para la gente le guste el rock, con nuestro show, y a mayores Hamlet, va a ser una noche memorable"
– ¿Qué puede esperar su público de este reencuentro?
– Vamos haciendo un repertorio variado. Hay un primer bloque de Sôber y luego otro bloque de Savia y Skizoo donde vamos alternando canciones para de alguna manera contar que de repente sacaba un disco una banda y luego la otra y es lo que queremos mostrar en directo, que todo ese tiempo pasó así de rápido. Esperemos poder incluir el repertorio completo que estamos realizando, de un show de unas tres horas que cuenta con grandes momentos y hacemos que sea muy dinámico. El resto me lo guardo para el directo. Hago un llamamiento a gente le guste el rock porque junto con Hamlet creo que va a ser una noche memorable.
– Además la gira está teniendo una gran acogida...
– Sí, se está llenando en todos los sitios y estamos muy agradecidos. Después de tres horas de concierto, como en Madrid que tocamos tres horas y media, la gente quería todavía más y notas que se les ha pasado rápido… A nivel de público se está llenando y está siendo un éxito y estamos muy contentos.
– Comparten cartel con Hamlet, probablemente junto a su banda una de las mejores del metal nacional. Ambas resisten en un mundo del rock en el que en España es muy difícil triunfar y consolidarse. ¿Dónde cree que radica su éxito para llegar hasta el escalón al que han llegado?
– Es muy complicado consolidarse en el tiempo en nuestro caso. Y sobre todo reinventarse. Nosotros por ejemplo a nivel de aforo estamos haciendo el doble que hace dos años. Formamos parte de la banda sonora de un movimiento y tuvimos un poco más de suerte porque logramos entrar en un circuito más mediático, hemos conseguido aforos más grandes... Quizás otros grupos de metal pasaron un momento un poco más duro, pero realmente estamos muy contentos de que la gente sobre todo siga ahí y no se haya olvido del grupo.
– Sôber ha tenido épocas más cañeras, otras más melódicas... ¿Cómo valora su evolución en este tiempo?
– No es provocado. Es lo que te apetece componer en cada momento… Veníamos de hacer ‘Sintesís’ que es un disco un poco más oscuro y de repente nos pusimos a hacer canciones y salió ‘Paradysso’. La gente decía: «no como se han ido con una multinacional…». Y no, ese disco estaba compuesto antes de entrar con la multinacional porque era el disco que nos apetecía hacer. De repente pasamos a ‘Reddo’ que es un disco más alternativo, quizás menos oscuro y más amplio y luego llega ‘Superbia’. Cada álbum creo que tiene su momento en el tiempo y eso es lo bonito porque al final tocas un disco porque tienes algo que decir, no estás buscando nada en concreto ni que ahora está sonando más no sé qué y hay que sonar más a no sé quién… En ese sentido creo que Sôber siempre lo ha tenido claro. A nivel compositivo no hay secreto, las canciones surgen lo que te emotiva en ese momento. Hay discos con canciones más tranquilas y otras más cañeras. Luego elegir el repertorio para un concierto es más complicado para hacer que funcione y que todo el público disfrute. Pienso que el grupo ha tenido una madurez muy lógica.
– Dicen que todo el mundo tiene una canción favorita. ¿La suya es una propia?
– Yo tengo la suerte de que mi canción favorita la he hecho yo. Ha pasado mucho tiempo y para mí ‘Náufrago’ es especial. Además, la escribí en el seno de Savia, no habíamos vuelto con Sôber, pero la tenía preparada para poder mostrarla al público con la vuelta de Sôber porque tiene una declaración de intenciones. Y fíjate, es una canción que no muestra la parte contundente del grupo, pero es la que más visitas tiene, la que más reproducciones tiene, la que la gente más vive en directo... Esto demuestra que un grupo como Sôber que tiene mucha caña, tiene una parte melódica que también engancha a un público que no solo quiere cera y cera y que busca melodías y letras.
– Es que es casi un himno ya...
– Sí, se ha convertido en un himno. En el momento que la escribas, la gente la hace suya y se la lleva a su terreno. No es una historia de amor para nada, pero ha sido utilizada en bodas o para el momento de su vida que cada persona quiere. Es una canción muy visceral y muy de verdad. Cuando la compuse me salió del fondo del alma. Yo la hago a veces en acústico con un piano y tiene algo que siempre engancha. Y la utilizaremos obviamente este sábado en León como un momento álgido del show.