"No nos gusta que nos llamen héroes, no lo somos, solo somos mineros"

La Brigada de Salvamento Minero de Hunosa, los llamados héroes del rescate del niño Julen, hicieron un hueco en su intensa agenda de verano, cargada de reconocimientos, y compartieron una emotiva velada con los asistentes a la Semana Cutural de Cármenes, su única parada leonesa

Fulgencio Fernández
29/09/2019
 Actualizado a 29/09/2019
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La Semana Cultural de Cármenes ‘presume’ de ser la más antigua de la provincia, casi cuarenta años de presencia ininterrumpida que han propiciado que pasaran por su Casino actividades de todo tipo, muchas de ellas recordadas a lo largo del tiempo.

Pero aquel lunes de agosto había un lleno inusual en el Casino, hubo que sacar todas las sillas disponibles, se anunciaba la presencia de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa, los llamados héroes del rescate del niño Julen... Ya mientras cenaban entraron algunos vecinos al bar, preguntaban «si eran ellos» simplemente para verlos. Cuando entraron al local, con su equipación ‘de calle’ de la brigada se hizo el silencio y al salir al escenario, antes de decir ni una sola palabra, ya recibieron un tan largo como cálido aplauso.

- Muchas gracias, no esperábamos un recibimiento así, nos está tratando muy bien todo el mundo pero resulta especial en un pueblo pequeño, cercano al nuestro... Gracias.

Y Antonio Ortega, casado con una hija del pueblo y por ello quien propició esta única presencia en tierras leonesas, reconocía. «No es que no queramos ir a más sitios, es que no nos da la vida para ello, no nos podemos creer lo que está pasando».

Nos avisaron para ya, nos dijeron que había que bajar y en pocos minutos ya estábamos en el avión  Acudieron a esta cita, con el citado Ortega, David, José Antonio y Juanjo, que componían un cuarteto de dos veteranos y dos recién llegados a la Brigada, que no dudaron en hablar de la paradoja que han vivido: «No tenemos ninguna duda de que de no haber sido por el caso del niño Julen probablemente hoy ya no existiría la Brigada de Salvamento de Hunosa pues la situación de la minería sabéis perfectamente la que es».

Pusieron los brigadistas un pequeño documental sobre las Brigadas de Salvamento, sobre su historia, y también una demostración de cómo funcionan los equipos de rescate que utilizan habitualmente y que llevaron hasta Totalán con la esperanza de poder sacar con vida al niño.

En un ambiente distendido recordaron como les llamaron «para marchar ya» y sin prácticamente tiempo para nada «ya nos vimos en el avión camino de Murcia».

Fueron muy respetuosos con los aspectos relacionados con el caso y que están relacionados con el proceso judicial abierto; pero sí les contarona los vecinos algunos aspectos de aquellos días, respondiendo a preguntas del moderador o de los vecinos, que siempre comenzaban sus preguntas agradeciendo a los brigadistas su trabajo y su comportamiento en el rescate.

- ¿Era premeditado lo de no aparecer en los medios, ser discretos, no participar delpequeño circo que allí se montó?
- La verdad es que nada era premeditado, nosotros somos realmente así, lo nuestro no es hablar sino trabajar, para ello nos preparamos. No hablamos nada de aparecer o no, pero sabíamos a lo que habíamos ido y en eso nos centramos.
- ¿Y nos sentíais presión?
- La verdad es que no; estábamos seguros de que estábamos preparados para lo que se nos pedía y lo podíamos hacer; lo único que nos casaba algo parecido era leer lo de héroes y esas cosas, no somos héroes, somos mineros que nos preparamos para sacar a la gente atrapada.

No era premeditado no salir en los medios, nosotros sabíamos a lo que habíamos ido y en ello nos centramos Explicaron las duras pruebas que pasan para pertenecer a la Brigada de Salvamento, su buen estado físico, cómo deben pasar nuevas pruebas cada cierto tiempo y quien no las supera debe dejar el grupo. Explicaron que están especializados en trabajar en espacios muy reducidos y en condiciones muy complicadas, con gas, inundaciones, etc, y así trabajaron en Totalán y llegaron a Julen que, por desgracia, llevaba bastantes días muerto.

- ¿Teníais esperanza de que el niño estuviera vivo?
- Sinceramente no, nos parecía un milagro, pero trabajamos como si supiéramos que aún vivía.

Otro aplauso les despidió.
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