«Cierra El Mentidero» es la frase más repetida no solo en la montaña de Riaño, en toda la comarca y muchos habituales del pincho de tortilla de este pequeño y emblemático lugar: montañeros, viajantes, periodistas, funcionarios, turistas... las tortillas de El Mentidero son un clásico del lugar.
Es muy difícil saber quién es el mejor en cualquier disciplina, ya sea deportista, cocinero, maestro o funambulista, pero está muy claro que en las quinielas de «¿cuál es el mejor pincho de tortilla de la provincia?» siempre aparece el nombre de este bar riañés y quien tiene la culpa de su fama: María Engracia Andrés, que además ofrece mucha variedad en el producto estrella... y otros.
Ahora la duda radica en si Engracia dejará la fórmula secreta de sus tortillas —en el caso de que alguien abra el lugar— y como ocurre tantas veces no hay más secreto que sus manos, su experiencia, su saber.
Todas estas dudas flotan en el ambiente estos días, en los que con la llegada de las vacaciones y «la noticia» está absolutamente abarrotado el pequeño bar mientras la camarera que atiende las tardes, Elena, se multiplica para atender y explicar, con su eterna sonrisa.
Hoy domingo baja la trapa, «de manera temporal pero con amenaza», explican los riañeses. «Cierra ahora por vacaciones, vuelve en enero cuando las acabe y en febrero se jubila y ya es historia El Mentidero, el menos en sus manos, pero parece que no hay nadie dispuesto a tomar el relevo».
- Nos quedamos sin la mejor tortilla de León; te repiten.
Se habrá ganado María Engracia su descanso e ir a pasar más tiempo con su madre, Carmen Reyero, uno de los personajes más fascinantes y simpáticos de esta montaña, a la que no guardo rencor por no haberme dejado entrar en su casa con un argumento contundente: «No te lo tomes a mal, pero en mi casa un hombre solo no entra, que soy viuda».