Cuando lean el nombre de nuestra protagonista de hoy, sobre todo aquellos que ya tenemos una edad, puede que se sorprendan y crean que me he equivocado al incluirla dentro de nuestra serie de artistas leonesas. Nada más lejos de la realidad. Vamos a hablar hoy deMaría Casares, pero no de la María Casares gallega que triunfó en Francia mientras era olvidada en España en unos momentos difíciles para la cultura española que vio exiliados a muchos de sus grandes nombre ligados a diferentes disciplinas artísticas, hablaremos de una aún jovencísima leonesa, que apenas lleva unos años haciendo una excelente labor en su área profesional que no es otra que la danza contemporánea aunque trabajada esta desde planteamientos totalmente multidisciplinares. Su nombre completo, para no confundirla, es María Casares González (león, 1990), y podemos decir de ella que es creadora, bailarina y coreógrafa, con una ya amplísima experiencia en este mundo, a pesar del relativamente escaso tiempo que lleva en él.
Tratando se seguir su pista en la prensa, rastreándola a través de las redes, las últimas noticias que he conseguido averiguar de ella se refieren al año 2022, lo que no quiere decir que haya desaparecido del panorama escénico, solo que parece que este es un campo informativo que no despierta tantas pasiones (o simple interés) como otros. Y de cara al público, en este tipo de disciplinas artísticas, en muchas ocasiones, da la sensación de que si no hablan de ti no existes. Es lo que tienen las artes escénicas, que al contrario que el papel o la filmografía, e incluso la música, al no haber un soporte físico que guarde la obra para el futuro y para poder acudir o volver sobre ella en cualquier momento, el acceso a la misma es muy restringido y pueden llegar a pasarnos totalmente desapercibidas. En cualquier caso me parece importante conocer la trayectoria de una mujer que llega tardíamente a la escena pero que en muy poco tiempo nos ha dejado ya interesantes y reconocidos trabajos dentro de esta disciplina artística que es la danza contemporánea.
María Casares Glez. siempre tuvo claro que ella lo que quería hacer era bailar, pero cuando llegó a la Escuela de Danza de León le dio la sensación de que lo hacía tarde. Después se pasará al hip-hop para poder seguir bailando, algo que la apasionaba, y toma la decisión de irse a Barcelona en cuya universidad estudiará Magisterio en la especialidad de Ed. Física, así como el primer ciclo de Coreografía y técnicas de interpretación de la danza en el Institut del Teatro. Tras aquellos comienzos en León, y este asentamiento en este campo que surge con su llegada a la capital catalana, vendrá después el contacto más internacional con la Salzburg Experimental Academy of Dance, en la que conseguirá, en ‘Dance Mayor’, el Undergraduate Diploma. Allí entra en un contacto mucho más directo y definitivo con el mundo escénico, la coreografía, la creación teórica y la práctica, en «una escuela de gran prestigio, con titulación privada, que tiene la fama porque no busca condiciones físicas o una edad. (Simplemente) Te dicen: baila». La mezcla de disciplinas a las que se enfrenta, entre las que están la coreografía o las técnicas de interpretación, siempre con la presencia del arte y la improvisación en su horizonte, le darán la oportunidad a María Casares Glez. de entrar en contacto con artistas de calado internacional con los que trabajará codo a codo. Y aunque lo hace internacionalmente, retorna a casa donde –de algún modo- tiene su centro de operaciones y donde crea su propia compañía e interacciona con otros artistas del panorama local pero que, al igual que ella, a menudo internacionalizan su trabajo, buscando nuevos horizontes.
En León, y ya con su propia compañía en marcha desde 2018, nuestra protagonista de hoy «organiza acciones y movimientos en el espacio y tiempo como una herramienta de pensamiento. Como oportunidad de compartir reflexiones romas, sin vértices, sin soluciones», tal y como ella misma los define. Sus espectáculos tienen mucho de disfrute, son propuestas de una aparente sencillez pero también de una cierta complejidad conceptual en las que destaca el aspecto plástico y visual, lleno de connotaciones que nos invitan a contemplarlas desde la atención personal. Por otro lado, observarla bailar nos permite descubrir, en su propia expresión del baile, lo mucho que disfruta haciéndolo; seguramente en ello radique parte del secreto a la hora de generar sensaciones en el espectador. María BAILA, así, con mayúsculas; y quienes la observan «sienten» lo que ella quiere transmitir con ese baile, y se dejan llevar.
Aunque muchos de los proyectos que le surgen a María la llevan fuera de nuestra provincia, es importante recordar que ella tiene su diríamos «base de operaciones», aquí, en su propia casa, donde de vez en cuando actúa, en ocasiones interviniendo con otros miembros de la comunidad artística, como ya ocurrió con Cova Villegas, Ildefonso Rodríguez, y otros, con ‘El Bazar de los Diez Mil Millones’, y donde reconoce que su trabajo ha sido siempre muy bien recibido tanto desde la Universidad como desde el Espacio Vías, en el que ha presentado también algunos de sus trabajos, aprovechando esa relación para proponer proyectos en los que le gusta experimentar, salirse de los espacios comunes, e interaccionar desde distintos planteamientos artísticos asentados en otras disciplinas.
Y en ese recorrido artístico destacar, por ejemplo, el 2020 como uno de los más fructíferos a la hora de reconocimiento a su trabajo. Así, es el año en el que el programa Arte Joven, de Castilla y León la distingue con el primer premio de Artes Escénicas y Cinematografía por su montaje ‘Dado’, una creación propia que realiza en colaboración con Alba González y que pudimos disfrutar en León a través de la programación del Teatro El Albéitar. Además, en ese mismo año triunfó también en el Certamen Coreográfico de Madrid, alzándose con los premios del Público y el de la Fundación AISGE, por su pieza ‘Per se’, con la compañía ‘Esa gente’, lo que la hizo acreedora de dos becas para Estados Unidos para ella, y otra para su compañía, además de abrirles la participación en los encuentros de creación Magalia de la Red de teatros alternativos y la programación de la pieza en el Festival Cuerpo Romo de Madrid.
María, que está convencida de que el arte y la cultura son vehículos imprescindibles para crear espacios a través de los cuales unirnos y forzarnos a tomarnos tiempo para intentar procesar una situación que ahora mismo es muy cambiante, conduce sus proyectos en esa dirección, incluso tratando de involucrar a personas que trabajan en distintas áreas y desde distintos puntos del mundo, en una realidad en la que las redes sociales tienen también mucho que decirnos y enseñarnos.
Como colofón de este breve acercamiento, me gustaría destacar que tras la creación de ‘Esa gente’, uno de los proyectos para mí más bonitos en los que María trabaja es una propuesta que bajo el nombre de ‘Blop Blop’, pretende ser una «propuesta no infantilizada de danza contemporánea para niños y niñas a partir de 5 años» . Además de las participaciones que lleva a cabo como bailarina en obras de otros coreógrafos y compañías repartidas por diversos países del mundo junto a grandes nombres de este campo, con sede en Múnich, Madrid o Berlín entre otras, tiene en marcha diversos proyectos propios. Yo les invito a buscarla, conocerla y seguir su trabajo. Y en la medida de lo posible también a visibilizarlo y a abrirlo a otras personas que estén a su alrededor. Descubrirán otras sensaciones.