En Astorga, a 20 de marzo de 1936 siendo las ocho de la tarde comparece ante esta Comisión el camarada José Fuertes Martínez, afiliado número 1 de esta Agrupación exponiendo lo siguiente:
Que a principios del año 34 (no recuerda la fecha exacta) quedó constituido el comité revolucionario, merced a una reunión celebrada por varios afiliados a la Casa del Pueblo a la que no asistió el exponente, siendo sus componentes los camaradas José Carro Verdejo, Luis García Holgado y el que subscribe, cuyo nombramiento se lo comunicó el camarada José Carro Verdejo. Este Comité celebró varias reuniones para tratar de asuntos relacionados con el proyectado movimiento. De la organización de células fue encargado el camarada José Carro Verdejo así como también de la confección de explosivos. El camarada Luis García Hidalgo quedó encargado de que hiciese una relación de los camiones y demás vehículos de transporte que pudieran sr requisados en su día; de hacer un plano de la ciudad con la distribución de sus redes eléctricas y traída de aguas, no asignándose al camarada que subscribe ninguna misión determinada.
Próximamente en el mes de abril, el semanario “El Combate” del que el exponente era director, hizo una campaña en favor de las clases y los individuos de tropa al objeto de atraerse sus simpatías, con miras al movimiento, cuya campaña dio lugar a un procesamiento el cual por haberse hecho cargo del mismo un camarada diputado no tuvo consecuencias.
Esta campaña fue aprobada por el comité y resultado de ella fue el que un sargento de esta guarnición se pusiera al habla con el exponente en diversas ocasiones, para ponerse a disposición de los insurrectos en un momento dado. Posteriormente el exponente comunicó al comité lo tratado ene estas entrevistas, el cual lo aprobó.
Propuso el sargento en cuestión el nombramiento de tres individuos de tropa para engrosar el mencionado comité a lo que se opuso el camarada Luis García Holgado por considerar que estas negociaciones debían ser llevadas solamente por un miembro del comité y otro de las clases de tropa, recabando el dicho camarada Luis García Holgado la representación del comité a lo que se accedió, en virtud de lo cual quedó constituido el enlace mediante este camarada y el sargento Zacarías [Fernández Rodríguez].
El declarante tenía conocimiento de que al camarada José Carro Verdejo le ayudaban en la preparación de explosivos Belarmino Lasalle [Pérez] y Bienvenido Martín [Yuste], enterándose un día por persona ajena al comité y aunque camarada de poca reserva, de que se sabía, sino públicamente, por muchos individuos, la preparación de tales materiales, comunicando el que suscribe inmediatamente al comité que se guardara toda clase de reserva y se trasladaran los explosivos ya fabricados a otro lugar. A los dos o tres días le comunicó el camarada Carro Verdejo al que suscribe que dichos materiales se habían trasladado a otro lugar seguro y que para evitar que este se pudiera saber era conveniente que nadie más que el susodicho camarada Carro Verdejo lo supiese, a lo que accedió el que subscribe.
Al marchar el camarada José Carro Verdejo en agosto del año 34 a Madrid, habló con el exponente sobre la conveniencia de nombrarle un sustituto, no quedando sobre esto nada en concreto; ya desde Madrid le envió al camarada que subscribe la contraseña convenida con el comité de León y la dirección del mismo y le indicaba que si necesitaba algún explosivo se lo pidiera al camarada Belarmino Lasalle.
El día 30 de septiembre le comunicó el camarada Luis García Holgado que había estado aquel mismo día hablando con él un sargento de Aviación de León [Eusebio Fernández de Velasco Arranz] que vino a entrevistarse con el sargento Acevedo [Villayandre, José] de esta guarnición, cosa que no pudo efectuar por encontrarse este todavía en el campo de maniobras. También le comunicó que él se marcha a Guitiriz y que había estado con el camarada Belarmino Lasalle para que le comunicara al sargento Acevedo la visita del sargento de Aviación de León y que se desplazara lo antes posible a dicha capital, pero ni Belarmino Lasalle ni el que subscribe pudieron ver al citado sargento.
El día 5 de octubre por la mañana, estando el que subscribe en la estación le comunicó el excamarada Díaz que había estallado un movimiento revolucionario, a lo que el que subscribe respondió que lo ignoraba. Este mismo día después de comer vio pasar por delante de su casa dos camiones de soldados y en vez de acostarse a dormir la siesta como acostumbra y en vista de lo que le comunicó el excamarada Díaz marchó al café a recoger impresiones. A las tres de la tarde recibió la visita de un camarada de León el cual era portador de la orden del movimiento.
El que subscribe al encontrarse solo marchó inmediatamente a ver al camarada Belarmino Lasalle, diciéndole: -Esos materiales tienen que estar listos al primer aviso, a lo que le contestó el referido camarada que él no sabía nada. Esta contestación le extrañó sobremanera e insistió diciéndole lo que le había dicho el camarada Carro Verdejo antes de marcharse, a lo que le contestó el camarada Belarmino diciéndole que había siete explosivos, nada más, respondiendo el que subscribe que los que fueran estuvieran preparados.
Inmediatamente marchó al café, requiriendo a los camaradas Alfonso [Ildefonso] Cortés Rivas y Miguel Carro [Verdejo] a los que comunicó la orden recibida y les pidió ayuda toda vez que se encontraba solo. Hablaron de varios asuntos relacionados con el movimiento estando todos de acuerdo en que en la localidad no disponían de elementos para hacer frente a la fuerza represiva. Por la noche se amplió el comité con los camaradas Guillermo García Bosna y Manuel Gervasi [Sierra] conviniendo todos en que no contando con elementos suficientes para hacer frente a las fuerzas represivas, había que hacer lo posible para evitar que esta se desplazara a otros lugares. Para ello se convino en la necesidad de que estallaran varios petardos en diferentes sitios de la población y se volaran algunos puentes, así como si se creía necesario cortar la conducción de energía eléctrica y la traída de aguas. Teniendo en cuenta el poco ambiente sindical que existía en esta localidad y por temor de que el sábado por la mañana los obreros no secundaran el movimiento acordaron que la huelga comenzara el sábado a las doce de la noche.
El sábado día 6 por la noche dio el comité órdenes para que se efectuara la voladura del puente del ferrocarril del oeste sito en el término de Celada al objeto de impedir que pasara un tren militar en dirección a Asturias. Esa misma noche se nombró al camarada Lorenzo Nistal [Alonso] agente de enlace de este comité y los jefes de grupo.
A las once y media de la noche el camarada Guillermo García Bosna y el que subscribe tuvieron noticias de que en la Casa del Pueblo habían sido detenidos una veintena de camaradas sabiendo solamente el nombre de algunos de ellos. El camarada Guillermo García Bosna y el que subscribe salieron por la plaza para ver si encontraban al otro miembro del comité el camarada Manuel Gervasi y al agente de enlace camarada Lorenzo Nistal pudiendo enterarse de que estos se encontraban entre los detenidos en la Casa del Pueblo y también varios jefes de grupos, conviniendo entonces en la necesidad de encontrar a otros camaradas que les sustituyeran; en este momento, serían aproximadamente la una de la madrugada, la fuerza pública los obligó a marchar de la plaza, separándose ambos y marchando cada uno por su lado. El camarada que subscribe marchó en dirección a la estación al objeto de dar tiempo a que los encargados de volar el referido puente regresaran, y fue detenido.
Una vez en la cárcel fue requerido por el camarada Alfonso Cortés Rivas para que le diera la contraseña convenida con el comité de León, como así lo hizo. Por el compañero Máximo Blanco, barbero de profesión que iba a afeitarlo a la cárcel fue consultado varias veces sobre la conveniencia de producir varios incendios en esta localidad y acerca del propósito de que los camaradas de Fabero vinieran a tomar Astorga, dando a todos estos planes su absoluta conformidad.
Rubrica: José Fuertes