Octubre del 34 en Astorga (y IV):Informes, coclusiones y epílogo

Por José Cabañas

20/08/2023
 Actualizado a 20/08/2023
Imagen de las  mujeres de los  mineros apresados tras la revuelta |LNC
Imagen de las mujeres de los mineros apresados tras la revuelta |LNC

En Astorga, a 18 de abril de 1936 y siendo las ocho de la tarde comparece ante esta comisión el camarada Guillermo G. Bosna, afiliado a esta Agrupación y expone lo siguiente:


Que llegó de León el día 6 del año 34 con órdenes que ya en León eran del dominio público que comunicó al camarada José Fuertes el cual le requirió para que formase parte del comité revolucionario que quedó constituido por los siguientes camaradas: José Fuertes, Manuel Gervasi, el que subscribe y varios enlaces siendo el más importante el camarada del Campo.
Que cuando detuvieron a Manuel Gervasi le sustituyó el camarada Alfonso Cortés y que asimismo fue sustituido el camarada José Fuertes a su detención por el camarada Humberto Moro el cual a su vez fue sustituido por Máximo Blanco por tener enferma la mujer. Que por este comité se dieron órdenes de efectuar diversos atentados que tenían como fin impedir el paso de las fuerzas para Asturias que fracasaron al ser detenidas las directivas de las agrupaciones que formaban parte del comité revolucionario.
Que se trató y se estableció contacto con Fabero mediante individuos enviados al efecto y que se socorrió a los huidos de que se tuvo noticias de su paso.


Que se ocultó a elementos que venían de Asturias.


Que se organizó la cuestión de socorro a los presos y familiares.


Que no sabe que hubiera deserciones y que sí sabe en cambio de compañeros que acataron sin discutir órdenes graves que trataron de cumplimentar sin armas y sin garantías de ninguna clase.
Rubrica: Guillermo G. Bosna


MIGUEL CARRO
En Astorga, a 18 de abril de 1936 y siendo las ocho y media de la tarde comparece ante esta comisión el camarada Miguel Carro Verdejo y expone:
     Que se ratifica en lo dicho en una carta dirigida a la Directiva de la Agrupación desde Villanueva de Córdoba unos días antes de la antevotación de candidatos a diputados a Cortes.
C. VERDEJO Y G. HOLGADO
[El apartado aparece sin contenido].
FRANCISCO DEL CAMPO
En Astorga, a 20 de abril de 1936 y siendo las ocho y media de la noche comparece ante esta comisión en la Casa del Pueblo el camarada Francisco del Campo y expone lo siguiente:


     Que con motivo de haber circulado un rumor sobre un posible levantamiento fascista uno o dos meses antes de octubre y siendo Tesorero de la Junta Administrativa de la Casa del Pueblo en una junta general que se celebró el camarada Luis García Holgado dijo a los reunidos que en nombre de la Casa del Pueblo que estuviesen sobre aviso y al tanto de lo que pasase. Como al que subscribe le extrañasen estas palabras toda vez que el Comité que representaba a la Casa del Pueblo no tenía noticias de nada notificó al presidente esta actuación del camarada Holgado y al Secretario por si estos le habían conferido las referidas atribuciones y estos le contestaron que no sabían nada. Que volvió a la Casa del Pueblo y se encontró con el referido camarada Holgado con el cual tuvo unas palabras y cuando terminado el incidente el que subscribe se marchaba le gritó Holgado que si tenía miedo que se marchara. Con motivo de esto el que subscribe pidió a la Junta administrativa que celebrase una reunión para que en ella el camarada Holgado diese cuente de quién le había conferido la representación en nombre de la cual se dirigió a los afiliados y también que explicase “lo del miedo”.


     Que se celebró la reunión y que a requerimiento del que subscribe se habló del asunto revolucionario haciendo unas advertencias sobre la negligencia con que este asunto se preparaba y  acerca de la negativa organización del mismo. Contestole el camarada Holgado que la Junta Administrativa nada tenía que ver en ello. El que subscribe insistió en que la Junta Administrativa era responsable de llevar a las sociedades que se agrupaban en la Casa del Pueblo un movimiento el cual por no estar organizado no ofrecía garantías, como posteriormente se ha visto así resultó.


     La Junta Administrativa trató en una sesión la manera de hacer algo caso de que llegara a estallar el movimiento en cuestión y votó 100 pesetas con objeto de comprar dinamita y fabricar algunos artefactos nombrando al que subscribe y al camarada Martínez para comprar estos efectos.


     Que los referidos compañeros hicieron varias gestiones con un camarada de esta localidad pero como este ofreciera desconfianza al camarada José Carro Verdejo y a otros y también esta desconfianza se hiciera extensiva al que subscribe fueron ambos apartados de esta gestión sin la anuencia de la Junta Administrativa que los nombró. Que los camaradas José Carro Verdejo y otros efectuaron las gestiones antedichas pero que estas resultaron nulas pues no pudieron adquirir lo necesario.


    Que llegó octubre y que no se había organizado nada y que aquí habiendo un comité revolucionario este ni cumplió con su obligación ni nada que lo pareciese y que acusa al camarada Luis García Holgado de que siendo el organizador del movimiento (en compañía de otros) y sabiendo que este movimiento estallaría de un momento a otro se marchó de Astorga por conveniencia y miedo abandonando a los camaradas y llevándose todo lo que pudiera haber de organización y sin poner a los camaradas del comité revolucionario en contacto con los de León.


    Acusa también al camarada José Carro Verdejo de abandono y expone que habiendo pertenecido a uno de los comités revolucionarios y estando encargado de la realización de algunos actos de sabotaje no los pudo efectuar por no encontrar los materiales necesarios.
    Y hace constar que compañeros así perjudican a la organización y son indignos de permanecer en ella.
     Rubrica: Francisco del Campo.


LA COMISIÓN: COCLUSIONES
A la vista de los informes prestados por los camaradas que al efecto fueron requeridos esta Comisión expone las siguientes conclusiones.
1ª Que de la gestión llevada a cabo por el primer Comité se desprende de una manera clara y terminante la ausencia de capacidad organizadora de sus componentes, pues, si bien es cierto que llegado el momento de actuar no se disponía de armamento, no lo es menos que la composición de grupos brillaba por su ausencia, existiendo una desorganización general entre todos los afiliados por este motivo.


2º Que a vuestro juicio no hubo mala voluntad en los dirigentes José Fuertes y José Carro; y que no nos atrevemos a firmar otro tanto en lo que respecta al camarada Luis García Holgado, pues resulta muy sospechosa su marcha a Guitiriz cuando el movimiento estaba encima, y no creemos pueda alegar ignorancia este camarada, cuanto que en aquellos días finales de septiembre, se desplazaron varias veces compañeros de la Aviación de León, cuyas órdenes eran de vital importancia si tenemos en cuenta que los elementos del cuartel supeditaron su apoyo a que el aeródromo de León tomase la iniciativa, y al ser este camarada el punto de enlace con los de este cuartel, claramente se colige que si la iniciativa hubiere sido tomada [no se tomó en la base aérea, contra lo convenido por algunos implicados en la insurrección, y no fue menor la desorganización desplegada en la capital], su ausencia hubiera reventado la repercusión que habría de tener entre los elementos militares de esta localidad adictos al movimiento al dejarlos huérfanos de noticias y no dejar encargado a nadie de continuar la gestión.


3º Que según se desprende de los informes del Comité en cuestión, a pesar de haberlo recabado insistentemente, nunca supieron la labor que el Comité Revolucionario Provincial les tenía asignada, lo cual contribuyó, sin duda de una manera poderosa a que se hicieran ostensibles los defectos de organización señalados en el apartado primero y a que cundiera en nuestro comité la desorientación y el desaliento.
En Astorga a seis de junio de mil novecientos treinta y seis.
La Comisión
Rubrican: Ramón Pontones, Manuel Carro, Ramón Calvo.


A MODO DE EPÍLOGO
Tras el golpe de Estado de julio de 1936 y la guerra que este desató, así terminaron algunos de los nombrados en el Informe:
Asesinados: Miguel Carro Verdejo; Ildefonso Cortés Rivas; Bienvenido Martín Yuste; Manuel Carro Cordero; Máximo Blanco Expósito; fusilados en Astorga, León o Ponferrada; José Fuertes Martínez; Luis García Holgado; José Herrero; Francisco del Campo Rubio; Gerardo Fernández Moreno, paseados, asesinados y desaparecidos en diversos lugares.
Lorenzo Nistal Alonso fallecía en un frente nacional.
Presos: Ramón Calvo Fuertes; Belarmino Lassalle Pérez; Manuel Gervasi Sierra; Ángel Francisco López; Marcelino Gutiérrez Fernández; Juan Antonio Córdoba Alonso
Exiliados: Ramón Pontones Hidalgo en México; José Carro Verdejo en Argentina.
 
 

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