

Por el momento se han celebrado estos dos cursos, que han dejado muy buen sabor de boca tanto a los responsables como a los participantes y a todo el municipio. Porque además del trabajo de los alumnos, los vecinos y visitantes han podido ver en directo el desarrollo de los cursos o conversar con los maestros. «Es una maravilla, algo totalmente único», admite Martín Sisí. «Tanto el espacio en el que estamos, que aunque está casi en ruinas sigue siendo magnífico, como la gente» han dado un valor añadido a estos cursos que continuarán a finales de este mes y principios del próximo septiembre.
Una vez finalizados, el resultado de estos cursos se retirará: "Patrimonio nos dijo que no quedase nada" En total, alrededor de medio centenar de personas se formarán durante este verano en oficios tradicionales que cada vez conoce y domina menos gente. En esta ocasión, asegura Mónica Martín Sisí, ha aumentado el número de participantes que llegan desde el mismo León, aunque lo que más destaca es que cada vez son más las mujeres que participan en cursos como el de estuco, un oficio «que es duro» y en el que suponen el 50% del alumnado. También hay alumnos llegados de otras partes del mundo, como Venezuela, animados por el nivel de los maestros de los que aprenden.
Los cursos en Sandoval continuarán a partir del 20 de agosto con el de estucos a la cal impartido por Francisco Azconegui y la propia Mónica Martín Sisí, en el que revestirán las estructuras creadas para que, una semana después, los alumnos del curso impartido por Alfredo Álvarez Arranz realicen las pinturas al fresco que rematarán el resultado de los programas.
Mientras, en Mansilla Mayor continúan trabajando para dar actividad al monasterio y se muestran satisfechos con la afluencia de público que visita Sandoval, que está abierto de martes a viernes en horario de tarde (de 16 a 20 horas), los sábado durante todo el día y los domingos por la mañana (de 10 a 14), una forma más de poner en valor el monumento.