La historia tuvo un inicio y un final feliz; en medio un acto más de ese vandalismo que tanto daño hace a la estética de las ciudades, en este caso de León.
El curso pasado los alumnos del colegio de los Maristas San José realizaron una de esas intervenciones artísticas a las que tan acostumbrados tienen a los vecinos de la zona, concretamente decoraron la puerta de un garaje cercano a su casa.
Un corazón rojo sobre fondo negro, a modo de photocall, había sido realizado en la puerta para tapar las pintadas con las que habían vandalizado la cochera. Pero este verano fue nuevamente vandalizado y el corazón rojo ‘destrozado’.
Los vecinos del barrio acudieron nuevamente a los alumnos de los Maristas buscando ayuda, como habían hecho antes. Estos respondieron de manera positiva y el corazón rojo sobre fondo negro vuelve a lucir en la puerta del garaje con la esperanza de que el ciclo no se vuelva a repetir y la puerta no sufra más actos vandálicos.
Son habituales las intervenciones artísticas de los alumnos de Plástica del San José en las cercanías del centro educativo leonés; tal vez la más conocida y fotografiada sea la famosa escalera de la vida que los leoneses han incorporado a sus visitas y conversaciones, en la calle Álvaro López Núñez, cerca del cruce de Padre Isla.
Pero no es la única. También muestran sus dotes en alguna de las puertas del castillo del Arco de la Cárcel y otros espacios cercanos; intervenciones a las que ponen arte y mucho corazón, como acaban de hacer nuevamente en esta puerta.