Paco y el rebaño de la esperanza ya están aquí

Francisco Morgado, experimentado pastor extremeño, es una piedra angular del proyecto de recuperación de la histórica trashumancia de la Fundación Monte Mediterráneo. Salió el día 15 de mayo de Cáceres y el sábado entró en la provincia de León, camino de Salamón

Fulgencio Fernández
14/06/2021
 Actualizado a 14/06/2021
El veterano y experimentado pastor Paco Morgado a su llegada a tierras leonesas desde Extremadura el sábado, con cerca de 1400 ovejas. | MAURICIO PEÑA
El veterano y experimentado pastor Paco Morgado a su llegada a tierras leonesas desde Extremadura el sábado, con cerca de 1400 ovejas. | MAURICIO PEÑA
Paco Morgado es pastor y, por ello, una especie de filósofo, una forma de ver la vida que nace «de estar mucho tiempo solo y darle muchas vueltas a la cabeza, pensar».

Paco es el pastor elegido por el Proyecto Ovinnova y la Fundación Monte Mediterráneo, empeñados en la recuperación de la trashumancia, para conducir el rebaño que llega a los puertos leoneses de Salamón y Lois desde Torremocha, el pueblo natal de Morgado en Cáceres, casi 600 kilómetros.La alemana Ernestine Lüdeke, afincada en España hace muchos años y responsable de la Fundación Monte Mediterráneo, sabe que Paco es fundamental: «Pastores como Paco, con su sabiduría y su experiencia, son fundamentales para salvar este oficio y sacar adelante este proyecto; hubo que convencerle para que siguiera, para que volviera a hacer la trashumancia y ahí está, con su habitual generosidad, acompañado de un hermano y un primo, y enseñando además a cinco pastores voluntarios que le acompañan, llegados desde varios países de Europa: Alemania, Canadá y Francia».- Estás empeñada en salvar la trashumancia.- Ya os dije el año pasado quelo tengo metido entre ceja y ceja y en ello sigo y, además, como decís vosotros que los alemanes somos muy cabezones... Y Ernestine Lüdeke analiza los avances de este proyecto, que también tiene una línea paralela de investigación para lo que algunas decenas de ovejas del rebaño llevan instalado un GPS que les permite un seguimiento diario: «En el rebaño de Paco vienen casi 1400 ovejas, pero hay otros rebaños camino de otros puertos en provincias como Burgos y Palencia que entre todos suman 13.600 ovejas. Si tenemos en cuenta que el año pasado eran 7.600 estamos hablando de casi el doble, no nos podemos quejar. Y en verano seguiremos buscando nuevos puertos y nuevos pastores para seguir creciendo», dice convencida de que sacará adelante el proyecto.

Y mientras Lüdeke planea y organiza, Paco y su «rebaño de la esperanza» entraba el sábado en tierras leonesas, teniendo previsto llegar el domingo hasta el Valle de las Casas, acercándose al destino. La jornada había sido muy dura, de elevadas temperaturas que hasta los mastines sufrieron y buscaban la sombra al final de la jornada, bajo la mirada de Morgado que les cuidaba y parecía más fresco que ellos: «Llevo toda la vida en esto».

Paco no reniega, ni mucho menos, de la trashumancia antigua. «Lo que me cuesta subir el rebaño en camiones y hacerlo caminando, pagando jornales y demás, puede ser casi parecido, pero los animales sufren mucho menos así y eso es importante».

Y para Paco los animales...

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