Las Pasarelas de Portugal constituyen una nueva forma de recorrer numerosos lugares, antes muy difíciles de transitar, contribuyendo con su construcción a facilitar su conocimiento. Se trata de construcciones en zonas de gran valor paisajístico que no han afectado negativamente al entorno. Además, el camino de las pasarelas comienza en una de las últimas playas fluviales que se han preparado en Portugal, una excelente playa para los meses de verano.
Los Passadiços do Távora se encuentran ubicados en el distrito de Viseu. Concretamente en el ayuntamiento de Sernancelhe. Esta ruta de pasarelas discurre en uno de los márgenes de la Albufeira da Barragem de Vilar, con una gran belleza natural. La ruta sobre la plataforma de madera tiene aproximadamente 1,5 km (3 km ida y vuelta) y comunican la Playa Fluvial de Vila de Ponte, una de las más recientes playas fluviales del Norte de Portugal, y el espectacular puente peatonal sobre la Ribeira de Ferreirim, uno de los afluentes del Río Távora.
Si se desea hacer la ruta completa hasta el observatorio de aves en forma de araña, el trayecto será de 6 kilómetros en total y si el recorrido en lugar de hacerse desde la playa fluvial, comienza en la localidad de Vilar do Ponte, cosa aconsejable puede llega a los 7 u 8 Km.
En el cartel de acceso se presenta la ruta como PR 4, pero con dos variantes: la roja que es la que se propone en esta ocasión, y la amarilla, más larga pero que vapor el mismo recorrido y llega a la localidad de Freixinho, algo más arriba en el embalse.
El recorrido de las pasarelas y el puente (3 Km) es ideal para disfrutar en familia ya que es prácticamente plano sin ninguna pendiente, y también apto para carritos de bebé o personas con movilidad reducida.
Desarrollo de la ruta
La ruta comienza en la plaza de Vilar do Ponte, desde donde se callejea hasta llegar a la carretera que va al puente. Poco antes del puente hay una construcción de tipo religioso y antes de cruzar el puente se toma un camino a la derecha, que aunque circulan vehículos, se anda bastante bien y tiene algunos merenderos a la derecha.
A la izquierda se encuentra la playa fluvial, que permite darse un baño antes y después del recorrido y a continuación comienzan las pasarelas con su estructura de madera entre el pinar, por lo que es una ruta en la que la sombra acompaña al caminante y, entre eso y el frescor del agua hace que sea muy agradable en días de calor.
Las pasarelas mantienen un nivel siempre igual, por lo que en este tramo no hay alteraciones de desnivel ni pendientes. Una vez que se pasa el puente, el camino va a subir los pocos metros que se ascienden en la ruta y se puede continuar subiendo y manteniéndose en la parte alta o bien, en uno de los cruces descender por una senda apenas perceptible hasta el camino, si se sigue se llega a un depósito metálico y se toma a continuación el camino a la izquierda para bajar al observatorio de aves, una estructura metálica en forma de araña, para visualizar, en épocas de paso, las aves migratorias que se paran en esta gran masa de agua.
Tras parar un tiempo en el observatorio y ver si se puede contemplar algún ave, se desciende al sendero que va al lado del embalse hasta llegar al puente peatonal y desde allí volver por las pasarelas a la playa fluvial, desde donde se regresa al pueblo en el que finaliza la ruta.
Otra posibilidad es ir a Freixinho desde el camino al observatorio, la ruta amarilla, que es más larga, aunque no tiene tanto interés, pero es una opción posible para otro momento.