Otra preparación, convertida en clásica, de la cocina norteña peninsular. Rápida, fácil y sobretodo, sabrosa. Sirve para compartir, de picoteo e incluso de entrante o plato fuerte... ¡¡¡súper versátil!!!! Siempre porcionado, se acompaña perfectamente con salsa rosa o mayonesa y pequeñas tostas de pan.
Ponemos agua a hervir en una cazuela de fondo ancho. Echamos una zanahoria, un puerro, una cebolla entera, sal, pimienta, unas hojitas de laurel, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y un poco de vino blanco para conseguir un caldo en el que cocer el cabracho. Debemos dejarlo hervir durante 15 minutos. Pasado ese tiempo, bañamos en el fumet conseguido, el pescado, otros 15 minutos. Cuando haya pasado ese tiempo lo sacamos, limpiamos (quitamos la piel y las espinas). Desmigamos lo mejor posible.
Colamos el caldo y reservamos. No tiréis la zanahoria, puerro y cebolla. Se puede hacer una estupenda crema para otro día.
Si no queréis andar quitando la piel y las espinas siempre le podéis decir al pescadero que os lo limpie y prepare en filetes. Llevaros bien con vuestra pescadería, es uno de los grandes aliados del guisandero en la cocina.
Precalentamos el horno a 190º C. Batimos los huevos (3 - 4) con un cacillo de tomate frito casero y con las gambas peladas (pueden ser congeladas) y la nata (1 brick pequeño). Añadimos el pescado desmigado. Probamos y rectificamos de sal y pimienta.
Trituramos un poco hasta conseguir una pasta fina. Untamos un recipiente de cake con mantequilla. Espolvoreamos con un poco de pan rallado. Vertemos la mezcla del pescado en el molde y llevamos en baño maría, al horno precalentado...
Horneamos unos 40 minutos a 180º. Pinchamos con un palillo y si sale limpio, es que ya está cuajado. Sacamos y lo dejamos atemperar antes de llevarlo al frigorífico. Pasadas unas horas lo podemos desmoldar...
Decorar al gusto...
Me gusta con un godello fresquito de la D.O. Bierzo, Pittacum La Maragata. ¡¡¡Plena pasión para la fiesta!!!
¡Tranca!