"Y así, solos en el campo. Con lluvia o con un sol de justicia, con vientos huracanados y tormentas de las que calan, provistos de paraguas o de una manta, con la única compañía de sus perros y, claro está, sus ovejas a las que –cosa que me sigue maravillando- distinguen unas de otras a pesar de la gran cantidad y enorme parecido que hay entre ellas. Y solos también, casi siempre, en las majadas o cairizos mientras llevan a cabo la fase del ordeño".
Así define, así ve, Juanda Rodríguez a los pastores, gentes que han formado parte de sus vivencias desde niño pues nació y creció en Villeza, donde no faltaban los rebaños. Dice Juanda que cuando pasaba y veía a un pastor siempre le daba por pensar: "¿Qué tal le irá la vida a este? ¿Con quién vivirá? ¿Estará casado, tendrá hijos…?".
Y como periodista de raza y campo que fue, y sigue siendo, decidió buscar las respuestas. En vez de seguir se paraba. En vez de pensar preguntas las hacía. En vez de imaginar descubrió a unos tipos excepcionales, diferentes, sabios en lo suyo "pues esa vida contemplativa que llevan da mucho de sí para meditar, para reflexionar sobre la vida y sus acontecimientos. Asisten a la salida del sol y casi siempre son testigos de su puesta. También la luna los acompaña muchas noches".
Nació una pasión. Casi quijotesca, a veces debe de pensar que Alonso Quijano de tanto leer libros de caballería se hizo caballero andante; Juanda Rodríguez de tanto escuchar a los pastores cuando se viste de fiesta para alguna inauguración de pone el traje de pastor antiguo. Así acude a las inauguraciones de sus exposiciones de fotografías de pastores, así estuvo en la Fiesta del Pastor, así cuando habla de ellos nunca dice "los pastores, sino mis pastores". Que lo son.
Y, para no alejarnos del hidalgo caballero, se muestra convencido de que los pastores son hoy "los auténticos quijotes de nuestros campos".
Además de escuchar las historias de los pastores, conocer sus desvelos, saber de sus familias, aprender de sus enseñanzas... los inmortalizaba en fotografía por lo que fue construyendo un rico archivo que le pedía hacer algo con él, sacarlo de su cámara y su casa... Y nació la exposición sobre ‘Mis pastores’ que ya ha mostrado en lugares como el Auditorio Carmelo Gómez de Sahagún, el Museo de la Lana de Salamón, las antiguas escuelas de Santa María del Río o el claustro del Palacio Renacentista de Cuéllar. Y sigue a disposición de quien la quiera recibir, con el añadido de la presencia de Juanda ataviado de pastor a la antigua usanza para acompañar la muestra con un coloquio o filandón y una visita guiada. "La exposición consta de 66 paneles-fotografías (de 60x40 centímetros) que pueden ir colgadas en el interior de una sala no muy grande o también al aire libre sobre cualquier pared o superficie. Contienen el nombre del pastor, población, edad y fecha en la que fue realizada la fotografía. Otras 35 cartelas versan sobre refranes del tema pastoril y frases de personajes célebres referidas a esta misma temática además de un atrezzo de varias esquilas/cencerros colgando del techo junto a elementos cotidianos de los pastores de la época: zamarra, zurrón, hogaza de pan, navaja, botella de vino, lana, marcal de hierro, tijeras de esquilar, transistor…".
Ahora Juanda da un paso más en su empeño de que no se nos olviden estos personajes, cada vez más difíciles de encontrar en la orilla de nuestras carreteras y los reúne y acerca a todos en un blog que se llama —era obligado que así fuera— https://mispastoresdejuanda.blogspot.com/. Allí podrás comprobar que también en la red viven los últimos quijotes.