Pilar López Duque es una artista dedicada plenamente a la pintura, no solamente en su aspecto creativo sino también a la divulgación de sus técnicas y desarrollos, en especial a quienes pueden tener algún problema, pues para ella la pintura es un modo de relajarse y de mejorar en muchos aspectos de la vida.
Es una artista que ha evolucionado como nos comenta: «Yo soy pintora abstracta, aunque me he dedicado al figurativo hasta 2021».
El cuadro que presenta tiene para ella un sentido muy especial como dice: «Yo con la bailarina estoy encantada y cada vez que la veo me emociono porque la fotografía que hizo alguien en un museo quiero verla directamente porque me ha gustado mucho».
La génesis y el desarrollo de la obra han sido sencillos porque encontró una fotografía muy pequeña en Instagram y el reto era hacerla en estas proporciones, lo que ha conseguido, aunque modificando en alguna parte el original según explica: «La fotografía tenía un fondo plano y yo lo que he tratado es de crear esa atmósfera tan sugestiva que te dan ganas de entrar ahí».
Para ella la imagen tiene un sentido muy especial de denuncia contra el maltrato a las bailarinas y lo dice Pilar así: «Me encanta el mensaje de Degas, porque era para él una especie de denuncia acerca de las condiciones de explotación en su trabajo, maltratadas y él como que las realza. Quiso presentarla en su exposición de París inicialmente dentro de una urna de cristal y luego ya se hicieron reproducciones en bronce. Yo he querido rescatarla, sacarla de la urna y mostrar su belleza en el entorno con otras bailarinas silueteadas, que tienen el movimiento, pero la protagonista es ella, están ahí, la acompañan… por eso se titula ‘Un lugar llamado museo’».
Ella es el objeto de la obra, pero sin las otras compañeras estaría solitaria. En la fotografía estaban todas, lo que ha cambiado es el espacio, como dice: «lo he querido realzar para que sea más evocadora con la atmósfera que se crea».