El Musac ha presentado este viernes las tres nuevas exposiciones que marcarán la nueva temporada estival y que se podrán visitar entre el 8 de junio y el 13 de octubre. Además, el museo reabrirá la sala 6, que se distingue del resto de salas por su altura de 14 m, con dos obras de la artista Pipilotti Rist que forman parte de la Colección Musac. Las otras dos exposiciones que abren al público este sábado son ‘8.068.807.215. Sangre en oro’, de la artista María Luisa Fernández, en la que continúa su búsqueda de una escultura que sea significativa en todos sus sentidos, y ‘Contradistancia’, donde el artista vasco Prudencio Irazabal reúne un conjunto de 32 pinturas que abarcan desde mediados de los años noventa hasta la actualidad.
La presentación a los medios de estas tres muestras expositivas ha corrido a cargo de la directora general de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León, Inmaculada Martínez Merino; el director del Musac, Álvaro Rodríguez Fominaya; los mencionados artistas María Luisa Fernández y Prudencio Irazabal, y los comisarios de las dos muestras, Sergio Rubira (‘8.068.807.215. Sangre en oro’) y Mariano Mayer (‘Contradistancia’).
Inmaculada Martínez fue la primera en intervenir para felicitar al equipo del Musac liderado por su director, Álvaro Rodríguez Fominaya, «por hacer posible que siempre que entras al Musac tienes una sensación muy especial, que vas a encontrarte con algo potente, con algo que te va a remover por dentro y que te va a aportar. Eso es cultura y es para lo que estamos», evidenció el alto cargo de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte.
El director del Musac tomó la palabra para, en una breve intervención, explicar que el Musac continúa con la línea de investigación que lleva realizando en torno a los años 80 y 90 en España, presentando en esta ocasión a «dos artistas fundamentales de este periodo» como son María Luisa Fernández (Villarejo de Órbigo, León 1955) y Prudencio Irazabal (Puentelarrá, Álava 1955). También se refirió a la reapertura de la sala monumental del Musac, que tiene 14 metros de altura, con una de las obras más representativas de la Colección Musac y que se debe a la artista Pipilotti Rist.
La leonesa María Luisa Fernández prefirió dejar el comentario de su exposición al comisario Sergio Rubira y se limitó a dar las gracias al equipo del Musac por el trabajo realizado para que la muestra pueda lucir en un espacio que calificó de «muy especial».
Sergio Rubira reconoció que su trabajo ha sido más bien de acompañamiento y de diálogo constante con la artista leonesa «en ese nuevo hacer». Sobre el título de la exposición, ‘8.068.807.215. Sangre en oro’, explicó que ese número con tantos dígitos hace referencia al número de habitantes del planeta en el mes de octubre del pasado año, cuando tuvo que hacer entrega de los primeros textos de la exposición, una cifra referente a la población mundial que a día de hoy ha experimentado un ligero aumento.
El comisario comentó que María Luisa Fernández «utiliza la escultura, de algún modo, para enfrentarse al mundo, a lo que le rodea, a algunas de esas cuestiones y problemáticas que nos afectan a todos. Es una forma no sé si de comprender o de asumir aquello que está sucediendo, y de algún modo eso termina trasladándolo a la escultura o al dibujo», indicó Rubira, para quien lejos de ser planfletaria, lo que la artista intenta en realidad es que «el espectador se emocione cuando está viendo la exposición, que las obras le afecten, le hagan reflexionar o pensar», señaló.
El pintor alavés Prudencio Irazabal quiso dar las gracias al equipo del Musac porque el trabajo de montaje de algunas de las obras que conforman su exposición ‘Contradistancia’ no ha estado exento de dificultades, pues algunas de las piezas se han tenido que colgar a una gran altura. Para Irazabal la muestra tiene un carácter «retrospectivo», si bien matiza que «es imposible resumir treinta años de trabajo en una exposición. Sin embargo, en este caso se ha dado una circunstancia muy especial y es que a donde no llega el número de obras llega el espacio. La idea de utilizar el espacio hasta arriba ha estado siempre y de trabajar con la luz y la materia. El espacio, la luz y la forma de instalación aporta al concepto de mi trabajo y a la transmisión de lo que es: color, sensación, emoción».
Cerró el turno de intervenciones el comisario de ‘Contradistancia’, Mariano Mayer, que se mostró muy agradecido al artista Prudencio Irazabal por darle la oportunidad de poder comisariar por primera vez una gran exposición de pintura, «donde se me ha permitido adentrarme en un trabajo tan riguroso en relación a una búsqueda, a un convencimiento con el hacer y a una constante, que es algo que se puede percibir de manera muy emotiva. Por otro lado, ha sido precioso cómo hemos podido ir desarrollando la muestra respecto al lugar, cómo pueden presentarse estas obras aquí, cómo el espacio puede acompañarlas y cómo ellas pueden entrar al lugar».
El comisario Mariano Mayer corroboró las palabras de su representado en el sentido de que la muestra «guarda una relación con lo temporal, con una búsqueda, con una idea de retrospección, pero que hemos logrado que sea no lineal sino circular, que le otorga ese carácter más bien envolvente».
La entrada al Musac en el fin de semana inaugural es gratuita y el domingo habrá visitas guiadas (12:00 y 18:00) a las muestras de Fernández e Irazabal.