Generalmente el paso entre la cuenca del Duero y la cuenca del Mar Cantábrico es suave por la vertiente leonesa y abrupta por la cantábrica que suele coincidir con Asturias o Cantabria. En el caso de los valles de Valdeón y Sajambre se continúa en la provincia leonesa, porque son zonas de la provincia cuyas aguas vierten al mar del norte de la Península.
La ruta se desarrolla en el ayuntamiento de Burón, muy interesado en los deportes de Naturaleza y al aire libre como muy bien se expresa en su página web: «El municipio de Burón de hoy es un espacio incontaminado, cargado de colores, de antiguas alturas y donde la naturaleza nos da su máximo esplendor. Todo ello nos ofrece un conjunto de aire limpio y luminoso con numerosos robledales, hayedos salpicados de tejos, acebos, serbales...».
Además, cita varias rutas entre las que se encuentra la que ahora se propone de los valles de Becenes y Muñenes, así como la Puerta del Zalambral. Resulta importante citar también que en este entorno se encuentra la Casa del Parque Regional de los Picos de Europa, que tiene una excelente exposición sobre el Medio Natural de la zona y organiza numerosas actividades de tiempo libre y rutas.
Es de agradecer a los vecinos de Polvoredo que han limpiado el camino hasta el Zalambral, desbrozando de matorral y escobas y han colocado una excelente señalización, lo que hace que la primera parte de la ruta, la de subida sea mucho más agradable. La vuelta tiene poca señalización y se debe seguir por los senderos del bosque hasta el arroyo.
Para finalizar el recorrido y recuperar fuerzas nada mejor que una buena merienda en el bar las Eras de Lario, donde los montañeros son siempre bien atendidos.
Desarrollo de la ruta
Comienza la ruta en la localidad de Polvoredo, donde hay una pequeña ermita y subiendo por la cuesta se pasa ante el consultorio médico. Siguiendo por la calle de su izquierda se sale de la localidad por un camino paralelo al río que discurre entre praderas y se dirige a las montañas que se encuentran en el Norte.
Cuando se llega al punto donde se juntan las montañas, al lado del río, se pasa una portilla de madera y a continuación una majada para comenzar a subir y casi al principio de la subida se encuentra un cruce donde se va a continuar por la derecha siguiendo el arroyo de Becenes.
El camino es largo y va pasando por zonas de bosque de hayas y claros cenagosos que bajan de la sierra de Pármede, que se encuentra a la derecha. Tras un buen recorrido siempre ascendente por camino cómodo, con alguna que otra zona encharcada, se llega a la fuente cerrada, un caño de agua fresca que según la leyenda utilizaban los pastores en este terreno donde había pocas fuentes.
Continuando la subida se llega a una zona donde se puede ver el refugio al otro lado del río Becenes y se cruza por donde sea sencillo para tomarse un momento de descanso procurando mantenerlo adecentado para que pueda ser utilizado por los pastores o caminantes.
La vista desde este punto está rodeada de montañas, sobre todo al Este con la sierra de Pármede que ha ido acompañando a lo largo de la subida a los caminantes. Al Norte está la sierra de Jián coronada por el pico Pozúa, que ya se ha ascendido en una ruta anterior. Hacia el noroeste se encuentra el paso del Zalambral a donde lleva un sendero que sale del refugio cruzando un vallejo para continuar siguiendo la señalización del camino de Polvoredo a Pío.
En la puerta del Zalambral se ve el camino que desciende hacia la cuenca cantábrica y asoman cumbres como el Niajo, Peña Beza y Canto Cabronero, así como la Conia y parte del macizo occidental de los Picos de Europa.
Desde el alto del Zalambral se sigue hacia el Oeste por una trocha que va hacia unos árboles, sin descender, se mantiene en la misma cota o subiendo hasta una punto más elevado entre matorral bajo, que se camina bien. Desde este alto la vista es mejor y se contemplan también las montañas del Sur, como los picos de Mampodre, el Yordas y todas las cumbres del valle de Burón. Al norte, tras la sierra de Jián se ven los Picos de Europa, además de lo que se veía en el Zalambral, desde aquí se ve parte del macizo Central y siempre dominado el valle, el pico Pozúa o Jián.
A continuación se desciende hacia el bosque, aunque tendiendo a no despistar el camino, porque no se encuentra señalizado y se debe seguir buscando las zonas más limpias de maleza siguiendo hacia el Sur y el Oeste para no volver a la cuenca del Becenes. Una vez descendida la mayor parte del hayedo, que tiene algunos robles solitarios y serbales, se encuentra una pradera, para volver de nuevo al bosque y encontrar otra gran pradera que se va a bajar al lado de la línea de árboles entrando de nuevo en zona boscosa para salir finalmente al cauce del río Muñenes que se debe cruzar y al contrario que el Becenes en este tiempo lleva agua. Es posible que en primavera o época de lluvias resulte más complicado cruzarlo.
Sin embargo un poco más adelante se va a encontrar un buen puente y camino claro que va a subir una pequeña collada para descender hacia el Becenes, encontrando el cruce que se siguió a la ida asi como las majadas, la portilla, las praderas y finalmente Polvoredo, donde se da por finalizada la ruta.