El Móngogo –afirman sus responsables– no sirve tapas, no tiene televisión y no pone los partidos de fútbol. Sin embargo, ha sabido fidelizar a sus clientes y es habitual que la barra esté llena y que para cenar sea necesaria una reserva previa. Y es que a esta idea inicial de bar de rock and roll sumaron hace años la posibilidad de que sus clientes pudieran disfrutar de una serie de platos basados en la cocina mexicana. En el local de la calle Serranos, donde empezaron, la carta era muy pequeña porque lo era también la cocina y el bar, pero su ubicación actual, en el número 5 de la Plaza Puerta Castillo, les ha permitido ampliar la oferta y acoger también a más clientes. No obstante Burren defiende que su propuesta es «muy básica» por diferentes motivos, el principal porque con una carta pequeña consigues que la comida «se mueva más» y todo sea recién comprado. Nachos a go go, voodoo chili (guiso a base de alubias pintas y negras), pesadillas (empanadillas de queso hechas a mano), burrito del diablo, taco, guacamole casero, quesadillas y mini nachos son sus propuestas para picotear y cenar, que pueden acompañarse de postres caseros, cafés, infusiones o diferentes cervezas. «Apostamos por una comida sabrosa y con el picante al gusto de cada uno», añade.
Pero si algo destaca en su carta es que utilizan para elaborar los platos productos de León, comprados en su mismo barrio. «Hay que apoyar lo de aquí, lo local, porque todo tiene un retorno. Tenemos que colaborar entre nosotros porque todos peleamos por lo mismo, pero además, es que aquí hay productos muy buenos», subraya Burren.
El bar –que abre de martes a sábado de 18:30 a 00:30 y los domingos de 19:00 a 0:30– acoge también exposiciones en el comedor de pintura o de fotos y alguna vez ha organizado conciertos en la plaza en la que está ubicado.
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