De La Pola de Gordón al Cueto de San Mateo

La mejor atalaya a la Cordillera Cantábrica de la cuenca del Bernesga en Gordón

Vicente García y Marce Fernández
29/03/2024
 Actualizado a 29/03/2024
El Cueto de San Mateo desde el bosque. | VICENTE GARCÍA
El Cueto de San Mateo desde el bosque. | VICENTE GARCÍA

El Cueto de San Mateo, junto a Fontañán y Peña Galicia (La Canga), se podría decir que constituyen las cumbres de cabecera de los montañeros leoneses, ya que a escaso tiempo en coche de la capital se puede llegar al inicio de alguna de las rutas que conducen a sus cimas y que sirvieron, y sirven, para inocular la afición de subir montañas a muchas personas que se inician con sus cumbres.


Además de su cercanía, a León, su silueta es inequívoca y se identifica con facilidad desde la ciudad y otros puntos de la provincia, y ofrece un gran repertorio de itinerarios para lograr su cima, todos ellos muy interesantes y atractivos.


Su cumbre tiene una altura modesta, de 1609 metros, pero constituye un extraordinario mirador de una hacia las cumbres que componen la Cordillera Cantábrica, desde el Espigüete hasta el Teleno, pasando por las Ubiñas, las Tres Marías, el cercano Fontañán y entre medias, otro buen número de cumbres, a las que gusta tratar de identificar y poner nombre junto a los montañeros que acompañen o los que se encuentren en su frecuentada cima. 


La cruz verde que lo corona, fue restaurada recientemente por el Club Collalampa y que junto con el vértice geodésico dan identidad a esa cumbre, que asoma al inmenso hoyo negro de la explotación carbonífera a cielo abierto de Santa Lucía de Gordón.

 

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Subiendo con la barra direccional. | VICENTE GARCÍA

El nombre de San Mateo viene dado por la cueva del mismo nombre, donde parece ser que el Santo ejerció como eremita durante un periodo de su vida. Esa cueva, de boca ancha pero escasa profundidad, se encuentra en la vertiente oeste, precisamente por donde se propone la ascensión, desde el aparcamiento de las piscinas de Pola de Gordón, para realizar la ruta a través del sendero denominado PR LE-38, y que, partiendo de ese punto, realizará un recorrido de 10 Km., con un desnivel positivo de unos 680 metros, que no ofrece complicaciones técnicas siempre que la meteorología sea favorable, ya que con agua, nieve o hielo en las zonas rocosas, la situación se puede complicar para los no habituados.


La ruta es apta para personas ciegas o con discapacidad visual si son conducidos con técnicas apropiadas, por parte de los guías especializados. En el caso de querer subir a una persona con movilidad reducida, en una silla todoterreno, hay que tener en cuenta que, como a cualquier otra cumbre, se necesitaría un equipo numeroso de colaboradores con preparación física y técnica adecuada, pero sería factible su empleo, ya que la mayor parte del recorrido podría rodar sin dificultad, salvo la salida a la cresta que hay que remontar hasta la cumbre, en la que los guías deberán analizar los pasos y las maniobras técnicas a realizar.


El sendero es cruzado en algún punto por los circuitos de bicicleta de montaña de la denominada Zona Alfa, por lo que hay que tener un poco de precaución al cruzarlos para evitar algún susto.


También en época de caza mayor el trazado puede verse afectado, por lo que es necesario tener estudiadas otras rutas alternativas para subir, en caso de que no se pudiera hacer por la inicialmente planeada.

Desarrollo de la ruta


Comenzará dejando a la derecha el camping Bosque de Gordón, donde un panel explicativo aporta información cartográfica y toponímica sobre la ruta que se va a hacer, y que un camino rural inicia, dejando como referencia, en el fondo del valle, a la derecha, un arroyo que transcurre paralelo.

 

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La mina a cielo abierto. | VICENTE GARCÍA

Tras pasar por una fuente y dejando a la izquierda unas rocas calizas, se encuentra a unos cien metros una vereda que sale a la izquierda, que sería por donde se va a descender si se hace la variante circular. Por lo pronto se continúa el camino ancho que cruza en determinados puntos alguno de los circuitos de BTT, dejando a la derecha un hayedo hasta llegar a un refugio que, tras sobrepasarlo, se deberá seguir por una vereda que gana pronto altura virando a la izquierda y que invita al caminante a detenerse en una pradería que tiene una pequeña estación meteorológica.


Desde allí se sigue hacia la cumbre, queda ascendiendo hacia la ancha canal donde está la Cueva de San Mateo, atendiendo a los hitos y marcas, para buscar el paso más cómodo y seguro que vaya hacia la cresta e ir alcanzando desde allí la cima, con vistas ya a su vertiente norte y al gigantesco cráter de la explotación carbonífera.


La cima bien merece dedicarle un tiempo, ya que las vistas son privilegiadas y que los guías describirán a los compañeros ciegos que han progresado con la barra direccional, tras lo cual se emprenderá el descenso, inicialmente por la misma ruta de ascenso cercana a la cueva, hasta encontrarse de nuevo en el punto de la vereda desde la que se abordó la cima, para seguirla esta vez en dirección norte y no hacia el refugio que queda abajo, ya que el propósito es seguir con el tramo circular que propone la señalización.


La senda, tras una pequeña subida inicial, comienza a descender ligeramente desde el Alto del Rasón hasta la Collada del Fresno, a partir de ahí el descenso será más intenso, ignorando los desvíos y siguiendo las señales del sendero hasta llegar al camino ancho, en el punto que se señaló al subir y por el que se continuará hasta el camping de La Pola, donde se da por finalizada la ruta.
 

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