–Suele contar que se hizo monologuista por un amigo: ¿qué le hizo?
–Pues una broma que al principio me asustó un poco y ahora me ha cambiado la vida.
–¿Cuántos chistes y monólogos ha hecho desde entonces?
–Monólogos, unos dieciséis, y chistes, en ‘El club del chiste’ habré contado unos trescientos tirando por lo bajo.
–¿Los prueba antes con sus amigos o familiares?
–No, siempre salgo a las bravas y si sale bien, bien, y si sale un poco peor, que no suele pasar, los modifico.
–¿Alguno que no gustara?
–En general todos funcionan muy bien. Unos mejor que otros, está claro, pero estoy contento de todos los que he escrito.
–¿No es cansado que la gente espere que siempre sea gracioso?
–No es mi caso, la gente que me conoce sabe cuándo estoy gracioso y cuándo no.
–¿Qué ha cambiado en Leo desde que ponía copas en el Harlem?
–Ha cambiado casi todo. Vivo en Madrid, viajo muchísimo, me he hecho bastante popular... en fin, otra vida.
–Llegó a escribir de fútbol en un periódico de Valladolid. ¿Tan aficionado?
–Soy aficionado al fútbol en general y sigo muchos deportes. Me encanta escribir sobre el balompié y, sobre todo, con guasa, con cachondeo y quitándole hierro al tema, que la gente se pone muy nerviosa.
–¿Ponferradina o Cultural Leonesa?
–Sigo a los dos, lo que pasa es que, al nacer en el Bierzo, la Ponfe me tira un poco, pero les deseo lo mejor a ambos.
–¿Es difícil ser berciano o leonés en Valladolid?
–Para nada, tengo la suerte de conocer gente estupenda por todos los lados. Me lo paso pipa en cualquier ciudad en la que me suelten.
–¿Y pucelano aquí?
–Pues te digo lo mismo que antes, a gusto siempre.
–¿Sigue los ciberconsejos que dio para el Incibe?
–La verdad, en el tema tecnológico soy un poco dejado, pero creo que es conveniente seguirlos al pie de la letra. Hay mucho lío por ahí por internet.
–Siempre se niega a hacer chistes sobre políticos. ¿Tanto miedo da Montoro?
–La política es para los profesionales y yo no lo soy. En el humor, con lo que hace la gente normal, tenemos temas de sobra. Yo mismo me sirvo inspiración porque hago mucho el tonto.
–¿Tiene realmente un tema tabú?
–Pues mira, la política y la religión prefiero no tocarlas.
–¿Le veremos pronto en la televisión?
–En cuanto acabe las vacaciones me pongo a ello.
–¿Qué le falta a Leo Harlem por hacer?
–Tantas cosas, hijo... tantas cosas: escribir un libro, plantar un árbol, tener un hijo... y las que me dejo. Me haría mucha ilusión jubilarme... eso sí que espero hacerlo algún día.
"Política y religión no las toco"
Leo Harlem es sin duda uno de los monologuistas más admirados y queridos de la escena española. Berciano de nacimiento y pucelano de adopción, ha sabido llegar a todo el público con sus ocurriencias sobre la vida cotidiana, con las que casi todo el mundo se identifica
30/08/2015
Actualizado a
15/09/2019
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