Pompa y boato para Alfonso VI en Sahagún

Fue hijo del rey Fernando I y de su esposa, la reina Sancha de León. Heredó de su padre la corona del que por entonces, en el siglo XI, era el Reino leonés y aunque murió en Toledo siempre quiso volver al reino por el que siempre luchó. Alfonso VI dejó escrito que quería ser enterrado en Sahagún y su palabra se cumplió. Ahora, tras diversos avatares históricos, el rey Alfonso VI ha recibido este viernes el homenaje de la villa que eligió para el descanso eterno.

El Arco de San Benito de la localidad se cubrió con la tela de seda bordada en hilos de oro y plata que ha estado sobre su sepulcro en los últimos años. Este fue el telón de fondo en el que el cronista oficial de León Máximo Cayón Diéguez realizó una exposición histórica sobre el monarca y en el que también intervino la alcaldesa de Sahagún, Paula Conde, que calificó este día como “histórico” para la villa. También intervino Gumersindo Bueno, director general del Patrimonio Cultural en la Junta de Castilla y León, administración que ha aportado 20.000 euros para la construcción de los mausoleos. No faltó en el acto el escultor autor de las tumbas que albergan los restos del monarca y de cuatro de sus esposas, Amancio González, quien explicó los detalles de su obra que reconoce que ha supuesto para él todo un “reto” y un “hecho muy importante” en su carrera artística. “La idea principal era la representación de unas figuras reales con la indumentaria de la época y adornos que se llevaban en aquel momento", explicó este viernes el artista leonés que ha incidido en que se basó "en el estilo románico predominante predominante en la época de Alfonso VI" y que se valió de diferentes elementos coetáneos al tiempo y vida del monarca para su elaboración. 

Tras el acto, la Capilla Real del Monasterio Benedictino de la Santa Cruz, con la presencia del Imperial Pendón de San Isidoro, acogió un responso real y la bendición por Don Luis Ángel de las Eras, obispo de la Diócesis de León.