Las tierras paramesas son de arcillas en su mayor parte impermeables, lo que ha facilitado que se formen numerosas lagunas que mantienen la biodiversidad a lo largo del año, especialmente en épocas de calor como ha sido este verano. Son localidades que si en invierno tienen pocos habitantes en verano necesitan un gran aporte de agua por lo que los depósitos, siempre elevados son parte importante del paisaje y punto de referencia para buscar una localidad en un largo camino.
Las montañas a lo lejos dan otras referencias, pues además del Teleno se ve Peña Ubiña y el pico Peñacorada en días claros. Los paisajes son amplios y las salidas y puestas de sol espectaculares muchas veces. La ruta no es mala para el verano ya que tiene muchos tramos de encinar con buenas sombras, aunque las lagunas no son para bañarse.En el ayuntamiento de Chozas de Abajo se han promovido rutas interesantes, como la de las bodegas, pero la más importante es el camino de Santiago o camino de los peregrinos que se ha asfaltado convirtiéndolo en carretera, un tramo de cuatro kilómetros con pocos alicientes, pero interesante de recorrer y que en estas fechas se llena de peregrinos de los lugares más alejados del mundo. La ruta es circular, puede hacerse en ambas direcciones y partir de cualquiera de los cuatro pueblos del recorrido.La ruta Comienza la ruta en el bar las Eras de Méizara, aunque el inicio puede realizarse en cualquiera de las cuatro localidades por donde pasa. Desde este punto se cruza la carretera en dirección Norte entre el campo de fútbol y la báscula para seguir hacia el nuevo depósito de agua en forma de prisma de ladrillo, que se encuentra en el alto de la cuesta del Ejido, continuando por el mismo camino hasta llegar al monte, un encinar por el que se va caminando con algunas fincas de cereal a la derecha. Pasando por la zona de Carremartillo se sigue y tras un kilómetro de monte se llega al camino de los carros, perpendicular al que se trae y por donde se continúa a la izquierda hasta llegar al primer cruce donde se encuentra el camino de los taberneros, continuando hacia la derecha por ese camino casi un kilómetro hasta que se ve la laguna Rey, cercana a la carretera y que representa la primera etapa del recorrido. Se trata de una gran laguna llena de juncos con bastante agua en los tiempos de lluvias, aunque solamente algo en el centro a donde no se puede llegar en la actualidad debido a la espesura de la vegetación y la humedad. En la parte exterior de la laguna hay una plataforma a modo de mirador que puede ser interesante en épocas de bastante agua, ahora, debido a la sequía y el calor, no.
Tras ver la laguna se vuelve, desandando lo andado, por el mismo camino de los taberneros hasta el segundo desvío a la derecha que coincide con el camino de los carros que se traía antes de tomar el de los taberneros. Se debe andar algo más de un kilómetro y medio entre encinas y tierras de labor, hasta el segundo cruce a la izquierda, que se sigue hasta que se llega a la laguna Arca, una laguna que no tiene juncos y que tal vez en estos tiempos de sequía algún ganadero ha llenado para posibilitar que el ganado beba.
Tras ver la laguna se debe continuar por el camino de la derecha, que va a la laguna Ongil, donde hay juncos y algo de agua en el interior y es refugio de animales. A continuación se va através del monte buscando senderos adecuados en dirección nordeste sin entrar en las fincas cultivadas, para llegar a un camino perpendicular al recorrido, buscando otro que sale en la misma dirección que se trae y continuar un poco, bajando al arroyo del Valle de Valdellena, que se cruza para iniciar una subida que finaliza en las pistas del aeródromo y con vistas al depósito de Chozas de Abajo. Un kilómetro después del alto de la cuesta se cruza la carretera para seguir hacia esta localidad cruzando el arroyo del monte por un puente de dos losas.
Se sube al pueblo que se cruza hasta llegar al parque y a un extraño campanario, tomando la carretera que es camino de Santiago y que en cuatro kilómetros llega a Villar de Mazarife. A lo largo de este recorrido se va viendo a veces el depósito de Villar que es una base cilíndrica con un contenedor tipo platillo volante. A la mitad del recorrido hay un área recreativa con buena sombra y antes de llegar a Villar otra con fuente y una hermosa laguna con agua.
Se entra en Villar, donde hay albergues de peregrinos, bares y restaurantes, sin bajar demasiado, para continuar saliendo por un parquecito en dirección Este, que lleva al camino paralelo a la carretera de Mozóndiga y al llegar a este pueblo se baja a la carretera para subir por ella hacia el depósito y a su lado tomar el camino del cementerio, pasado el cual se gira a la derecha hasta el segundo cruce, donde se gira a la izquierda, bajando al arroyo para cruzarlo y subir hasta llegar a la parte alta donde hay un camino a la derecha que se va a seguir hasta llegar a la cuesta de la Cuba, al lado de una zona de viñas con una bodega moderna, y a continuación cuevas diseminadas. Se baja la cuesta para llegar a la carretera, andar unos metros en dirección al pueblo y entrar por el primer camino asfaltado a la derecha, alcanzando al punto de salida en el que finaliza la ruta, donde se puede descansar y tomar algo.
Por depósitos y lagunas buscando el agua
Una ruta entre cuatro localidades paramesas con la referencia de los depósitos de agua viendo lagunas y pasando por un tramo del Camino de Santiago
01/09/2022
Actualizado a
01/09/2022
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