Premio al "ilustre notario de los Picos de Europa"

«Los méritos que le adornan y sobresalen son su amor a las montañas y muy especialmente a sus montañas por excelencia: Los Picos de Europa, dedicación y cariño que le han hecho merecedor del notable apelativo de Ilustre Notario de los Picos de Europa». Con este breve pero contundente texto notifican al veterano montañero leonés Isidoro Rodríguez Cubillas que le han concedido el Premio Nacional de Literatura Montañera 2019, que otorga el Grupo Literario y Montañero Cuenta Montes y le será entregado a finales de mes en una gala que se celebrará en el teatro Cervantes de Petrer (Alicante), en la que también se entregarán otros reconocimientos comolos de Difusión del Montañismo (a Juanma Rodríguez y César Pérez de Tudela); o los ganadores de los diversos certámenes de poesía, relato o fotografía.

El propio grupo Cuenta Montes señala en la carta enviada a Rodríguez Cubillas para notificarle la concesión de premio quese trata de «un sencillo pero sincero reconocimiento que nació entre las montañas mediterráneas para distinguir la excelencia literaria de escritores quecon sus obras han contribuido muy notablemente al desarrollo del montañismoespañol tal y como ahora mismo lo conocemos». Y recuerdan que entre los ganadores de este galardón que ahora viaja a León se encuentran escritores como el conocido César Pérez de Tudela; el geógrafo, catedrático, montañero y escritor Eduardo Martínez de Pisón; el periodista especializado en temas turísticos José Soler Carnicer; el escritor y también montañero Rafael Cebrián Gimeno o el montañero y fotógrafo donostiarra Antxon Iturriza, entre otros. Los nombres que integran el palmarés al que ahora se incorpora Isidoro Rodríguez Cubillas son los que han cimentado el evidente prestigio de estos reconocimientos, muy valorados entre las gentes de la montaña.

Añaden a los argumentos ya citados para concederle el galardón a Rodríguez Cubillas que «se lo comunico personalmente en su tierra, a la que tanto ha demostrado amar, como reconocimiento a su trabajo y esmero al plasmar hasta los más mínimos detalles de la orografía de estos rincones que tan bien conoce y mejor ha sabido describir para deleite del montañismo español», dice textualmente el escrito que le entregó el presidente de la entidad, Juan Manuel Maestre Carbonell.

Es evidente que además de un excelente montañero y un referente inevitable de la montaña Isidoro Rodríguez Cubillas ha venido desarrollando una impagable labor de difusión, no solo en libros, también en proyecciones, conferencias, congresos y todo encuentro en el que la montaña sea protagonista. Son muchos los libros que ha firmado: ‘Cincuenta excursiones por los Picos de Europa’ (dos tomos); ‘Naranjo de Bulnes. Un siglo de escalada’; ‘Peña Santa, la perla de Picos’; ‘Picos de Europa: travesías, ascensiones, escaladas’; ‘El Naranjo de Bulnes, El Cainejo y Caín’ (con Santiago Morán y Ramón Lozano); ‘Esquí de montaña en la Cordillera Cantábrica y Picos de Europa’ (con Adelino Campos Niao); ‘Guía de la Cordillera Cantábrica’ o ‘Ciento y Picos’, editado por La Nueva Crónica y escrito en colaboración con Ana Isabel Martínez de Paz, César de Prado Malagón y F. Fernández.

La dedicación a Picos presente en sus libros le ha llevado a vivir en ellos, concretamente en Soto de Valdeón, en el corazón de una pasión que no era fácil de adivinar en un chaval que nació en el Páramo leonés aunque en su infancia ya fue jugando en parajes más montañosos, como los de Pola de Gordón o Villamanín.

Esta dedicación y pasión por la montaña ya tuvo un importante reconocimiento el año pasado cuando laFederación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León le concedió el Premio a la Trayectoria. Le cuesta reconocer que bien merecidos tiene estos premios, pero sí reconoce que la montaña lo es todo para él: «Yo no me puedo imaginar sin montaña pues ésta ya forma parte de mi vida,como el respirar, como el aire. Sin ella no sería Isidoro, sino otra persona distinta pues ya hace muchos años que todos mis pasos van encaminados a la montaña, tanto que no existe un motivo para ir a ella... voy».