Priorato de San Guillermo

Ruta a las ruinas de un antiguo convento con larga historia en la comarca del Tuéjar

Vicente García
30/08/2024
 Actualizado a 30/08/2024
La montaña palentina desde los alrededores del priorato. | VICENTE GARCÍA
La montaña palentina desde los alrededores del priorato. | VICENTE GARCÍA

La provincia leonesa en su dependencia de la autoridad religiosa se articulaba en varios monasterios que dominaban amplios territorios. Además, los santos conocidos tenían diferentes monasterios con diversa procedencia. En el mismo valle del Tuéjar encontramos advocaciones a San Martín y San Guillermo. Sobre el monasterio de San Martín, del que no quedan restos ni ruinas, se cuenta la leyenda de las sirenas de Valdetuéjar. De el de San Guillermo quedan unas paredes en pie que se van a visitar en esta ruta.


En el siglo XI el monasterio de Sahagún fue tomado por Almanzor y sus habitantes fueron a tierras con climas menos benignos. Uno de ellos fue san Guillermo que se instaló en los alrededores de Peña Corada, concretamente en la cara Sur de la Peña, donde hay una cueva en la que se le venera, al lado de Cistierna, aunque después se fue a la cara norte de la falda del monte donde se encuentra el priorato, que anteriormente fue Priorato de Canónigos Reglares, cuyo título era Santa María de Valles de Peñacorada. Don Fernando II les dio por privilegio del año 1172 la Iglesia de Santo Tomás de Peñacorada con muchas heredades y posesiones y pasó a llamarse Priorato de San Guillermo

 

Imagen 08 La única huella en pie del Priorato
La única huella en pie del priorato. | VICENTE GARCÍA

El investigador arqueológico Julio Puyol en 1915 hizo un trabajo sobre los restos que eran abundantes e importantes y en su mayor parte han desaparecido, entre ellos la que se creía tumba de san Guillermo.


Se creó después el monasterio de la Virgen de la Velilla en una zona más accesible y que en la actualidad se conserva perfectamente.


En las proximidades de esta zona se encuentra Renedo de Valdetuéjar, una localidad con solera, amurallada, que tenía el mejor palacio de la provincia, el de los marqueses de Prado con una excelente portada que, tras múltiples vicisitudes, ahora es la portada del hospital de la Regla, en León detrás de la catedral. Toda esta zona tuvo su historia y su importancia que se ha perdido desgraciadamente a causa del abandono.


La ruta coincide en varios tramos con el camino olvidado una variante del camino de Santiago que pasa por estas tierras.

 

Desarrollo de la ruta


 Comienza la ruta en la localidad del Otero de Valdetuéjar, en la plaza de la iglesia donde se puede aparcar bien. Al otro lado de la carretera y perpendicular a ella sale un camino en dirección Suroeste que primero cruza el puente sobre el Tuéjar y un poco después se toma el camino de la derecha de los tres que hay, el único que no sube.


A continuación, tras pasar sobre el arroyo Valdelís al lado de unas ruinas, se toma el camino de la izquierda que va a ir paralelo al arroyo y desde ese momento se va a seguir al lado del cauce sin tomar ningún camino que suba, ni desviarse para nada. Tras un recorrido entre robles se llega a un depósito de agua y captura para uso humano y, a partir de ese punto, el camino se convierte en senda. Solamente hay que superar algún muro siguiendo siempre el cauce hasta llegar a zona de praderas, donde se sube, y aunque se ven varios caminos, se debe ir por el mismo cauce del Valdelís, que recientemente ha sido desbrozado, aunque más arriba el bosque desaparece y se transforma en matorral, el camino es más tortuoso con piedras, aunque se sigue sin problema.


En la parte final se abandona el cauce y se sube un poco para llegar a una ladera debajo de un promontorio rocoso siguiendo paralelos al arroyo para encontrarse al final con una pared caída, restos de construcciones y poco más, que es lo que queda de lo que fue priorato de san Guillermo, desde donde hay vista excelente a las montañas, en especial al cercano Peñacorada y a la montaña palentina, sobre todo el Espigüete.

 

Imagen 11 Vista del Monasterio de Velilla
Vista del Monasterio de Velilla. | VICENTE GARCÍA

Visitar el priorato va a lleva poco tiempo, porque son escasas las ruinas que se mantienen en pie. A continuación, hay varias posibilidades para seguir el camino: por un lado, se puede volver atrás por la ladera bordeando la zona rocosa para, a continuación, subir a una collada que finaliza en unas praderas donde comienza el camino que se va a seguir. También se puede subir el resalte rocoso, con vistas excelentes al priorato y desde allí ir a la derecha, para seguir por encima del camino que se ve y al que conviene bajar. Una vez en ese camino se sigue hasta el enlace con la subida a Peñacorada desde el Monasterio de Virgen de la Velilla. 


Llegados a este punto solamente queda bajar por la amplia pista entre antiguos robles que, de vez en cuando da alguna revuelta que se puede atajar, en un punto determinado se ve el bonito pueblo de la Mata de Monteagudo, se pasa al lado de un abrevadero y poco después, entre la maleza aparece el Monasterio de la Velilla. La pista sigue hasta hacer una fuerte curva, desde donde sale un camino hacia la derecha. En este punto cabe la posibilidad de bajar al Monasterio para luego volver o tomar directamente el camino que sale en la curva entre árboles extraños.


Ese camino va a ascender entre el robledal hasta enlazar con otro que poco después se divide, tomando el de la izquierda para llegar a las ruinas que se pasaron en la ida cuando se cruzaba el arroyo Valdelís. Solamente queda volver a pasar el puente sobre el Tuéjar y cruzar la carretera para llegar a la plaza de la iglesia del Otero donde finaliza la ruta.

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