El cantaor trabaja desde el 2016 con el musicólogo y director de ARS Sonora en el proyecto ‘Infancias’
Es conocido que Niño de Elche es cantaor y trabaja en proyectos musicales de muy diversa índole: experimentación, improvisación, electrónica, rock, danza… Sus proyectos discográficos, conciertos y participaciones escénicas o literarias han sido aclamadas por los medios y le han llevado a ganar entre otros el Premio Ruido, otorgado por la Asociación de Periodistas Musicales.
Su último proyecto reúne sus experiencias y las de Miguel Álvarez en el ámbito de la experimentación sonora –cercanas al rock experimental y el flamenco, por un lado, y a las tradiciones de la composición electroacústica y el arte sonoro, por otra parte–, y se concreta en una serie de composiciones entrelazadas mediante un nexo conceptual relacionado con la noción de "infancia" (que da título –al menos preliminarmente– al conjunto de piezas).
Se compone de diferentes fases y la última de ellas se desarrollará en Cerezales del Condado, junto a los participantes del taller organizado dentro del programa de verano de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia.

Por otro lado, las conexiones entre los participantes y el territorio de Cerezales del Condado (así como con las memorias asociadas a éste) también serán objeto de reflexión y experimentación a través de otras actividades musicales. Se les propondrá al grupo recuperar (bien de memoria, bien a través de grabaciones fonográficas) algunas de las canciones –o cualquier tipo de música, o de sonido– que los vecinos o familiares más mayores guarden en la memoria. En una suerte de arqueología sonora, mediante el trabajo en grupo se intentará restaurar –creativamente– esas músicas y sonidos, analizando sus componentes más destacados, y comparándolos entre sí. Estos ejercicios se pondrán en relación con la propia experiencia del Niño de Elche respecto a las canciones populares y el folclore.
El taller está dirigido a adultos y jóvenes (desde los 16 años) y la inscripcion es gratuita desde la webParalelamente se trabajará con los participantes sobre piezas procedentes de otras tradiciones, bien extraídas de cancioneros, bien procedentes de los repertorios de músicas populares con los que ellos estén más familiarizados. En todos los casos, se intentará que esas piezas estén relacionadas –de alguna forma– con el concepto de infancia. Cuando ello sea posible, se planteará la posibilidad de una interpretación conjunta de esas canciones, que permita la colaboración entre los participantes en el taller y el Niño de Elche.
En la realización de todas estas actividades desempeñarán no solamente las labores propias de etnomusicólogos, sino también de compositores (encargados de adaptar musicalmente las piezas a los recursos –vocales e instrumentales– disponibles) y de técnicos (pues también aprenderán cómo realizar grabaciones –familiarizándose con algunos rudimentos de la microfonía y de los sistemas de audio digitales–).
En una suerte de arqueología sonora, mediante el trabajo en grupo se intentará restaurar esos sonidosEl proyecto cuenta con la colaboración de distintas entidades como el IEM (Laboratorio de Informática y Electrónica Musical), dependiente del Inaem (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, o Radio Clásica/RNE) y su director Carlos Sandúa.