Sin duda, el auge y prosperidad de San Pedro de Dueñas emanaba del importante convento de monjas benedictinas asentado allí y que posibilitó la construcción de algún puente en las inmediaciones, especialmente cuando el antiguo Puente Canto de Sahagún se encontraba deteriorado o en ruina ante las agresivas avenidas del río Cea. Se trataría de una obra frágil en madera de la que no quedan restos en la actualidad. En otros momentos, con aguas bajas o estiaje se recurría a vados naturales reforzados con canto rodado por donde pudieran pasar rebaños, jinetes, recuas y tal vez, carros de tiro animal siempre cuidando esa comunicación básica hacia el Camino de Santiago (actual carretera nacional N-120) por el viejo caserío de Mahudes.
A principios del siglo XX y por iniciativa del cacique local Luciano Pérez se promueve el levantamiento de este digno puente, siendo en aquellos años presidente de la Diputación el liberal Mariano Alonso Vázquez y ministro del ramo Rafael Gasset Chinchilla en tiempos del reinado de Alfonso XIII. El proyecto y la dirección de obra la llevó el ingeniero Eusebio Calvo probablemente siguiendo los proyectos carreteriles a nivel provincial del entonces ingeniero-jefe de la demarcación de León, José Nogales López. El puente se inauguró en el año 1913.
Quizás, la peculiaridad de esta obra civil es la de que se sigue asentando un viejo camino de tierra, aspecto poco habitual en tiempos modernos, cuando lo que predomina es la calzada con capa asfáltica como rodadura. Da la impresión de que se trata de un proyecto fallido, un camino vecinal que no llegó a realizarse en su totalidad y que, sin embargo, posee una impresionante estructura de acero que salva el río Cea en ese punto.
Características del puente
Se trata de un puente con una longitud aproximada de 100 metros. Su disposición es ligeramente oblicua con respecto a la perpendicularidad del cauce, en ese punto más ancho debido a ciertas salidas de madre a lo largo de su historia. Dispone de 4 ojos con luces semejantes de 13,50 metros cada una. Los apoyos de la estructura se producen en estribos de cabeceras y tres gruesas pilas intermedias hincadas en el lecho del río. La estructura básica se compone de 4 secciones de viga en celosía que sostienen un tablero intermedio que hace las veces de calzada por donde discurren los tráficos. Su anchura disponible es de 4,70 metros lo que permitiría el cruce de carros o el de vehículos a motor de modo alternativo. No dispone de viales peatonales.La composición de estas vigas se hace por medio de laminados de acero de diferente ancho y calibre sobre la base de dos largueros o vigas en cada canto del puente que se unen a base de diferentes perfiles que serán los que aporten rigidez, consistencia y flexibilidad a la estructura. Existen gruesos palastros verticales que van formando bastidores y que se refuerzan con otras viguetas formando cruces de San Andrés. En la cara inferior del tablero se crean cuadrículas que se cubren con chapas de acero del tipo rincón de claustro que constituyen la solera del tablero. Como es habitual, lo más llamativo de estas estructuras metálicas es la unión de sus innumerables piezas de mecano, ya sean perfiles, pletinas o chapas, a base de un roblonado en caliente con pernos de diferentes calibres en un trabajo minucioso de excelente calidad.
Desde mi punto de vista, la característica más peculiar de la obra es la ausencia de cantería ya que no se observa ni sillería o mampostería cubriendo o chapando ningún lienzo, ya fuere en estribos, pilas o pretiles, todos ellos construidos en hormigón en masa lo que indica que se trata de una obra civil eminentemente práctica y económica.
La estructura se encuentra muy deteriorada, especialmente por el óxido, aunque se muestra firme en sus apoyos. Dispone de cierto abocinamiento en cabeceras donde también hay algún esmero en la construcción de los pretiles de hormigón. Carece de señales de tráfico por limitación de peso o anchura de ejes para vehículos. Entiendo que el uso del mismo es muy reducido, prácticamente para algunos turismos y maquinaria agraria que tiene que acceder a los cultivos aledaños.
No hay señales de dirección hacia el puente en la carretera principal de acceso a San Pedro de las Dueñas indicando la proximidad de un puente histórico que cause cierto interés en el viajero o turista que transita por estos andurriales. Tampoco existen paneles informativos hincados junto al puente que informen al visitante sobre la historia y vicisitudes de esta obra civil centenaria que ya es patrimonio industrial de interés en la provincia de León. En fin, nada nuevo por lo que sorprendernos al respecto: sigue existiendo muy poco interés, ya sea a nivel autonómico o municipal por intentar divulgar y exhibir el rico patrimonio -en este caso de obra civil- disperso por el territorio leonés.
La vía más rápida para acceder a esta joya de la pontonería metálica es la autovía A-231 con salida hacia Sahagún en el PK 50 de la misma. En esta localidad podemos coger en dirección sur la provincial LE-941 que nos llevará hasta San Pedro de las Dueñas y nuestro puente. También nos sirve la nacional N-120 (Camino de Santiago) hasta su kilómetro 236, en las proximidades de Sahagún, para derivar hacia el sur por la ya citada LE-941 hasta el puente. La visita a la villa de Sahagún es obligada por la monumentalidad que alberga y donde también podemos admirar su precioso Puente Canto sobre el río Cea o el coqueto puentecillo sobre el río Valderaduey junto a una ermita.
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