«Asimismo, debo estimar y estimo parcialmente la demanda en lo relativo al derecho a que se tramite y otorgue el reconocimiento –alta– como entidad singular de población y núcleo población de ‘Prada de la Sierra’, con los efectos consiguientes y a remitir dicha alta al INE». La anterior frase corresponde a un párrafo del fallo emitido por el magistradoÓscar Luis Rojas de la Viuda ante el recurso presentado por el vecino —que quería ser de Prada de la Sierra y no podía— Javier López Mansilla. Sobre esta sentencia, el abogado del citado López Mansilla, Víctor Álvarez Bayón, señala que «se trata de una sentencia pionera, creo que no hay ninguna otra similar, en la que se le concede a un pueblo recuperar la condición de tal, al igual que a sus vecinos y dar curso al INE para que la incluya en las listas con el número de habitantes y todos los datos que recoge y ofrece este organismo».
Es un nuevo hito, muy importante, en la batalla que mantienen cerca de una veintena de habitantes de Prada de la Sierra por ser eso, habitantes de Prada de la Sierra, pues ya hace tres décadas que a esta pedanía delmunicipio de Santa Colomba de Somoza se le dio de baja como núcleo de población al quedar deshabitado. De hecho, aún hoy si viajas a la wikipedia ya te informa en las primeras líneas que «Prada de la Sierra es un despoblado español» pero no es menos cierto que en las última líneas de la misma entrada deja una puerta abierta a nuevos tiempos: «A principios del siglo XXI, con el apoyo de la asociación Nueva Prada de la Sierra, pretenden recuperarlo del olvido y se encuentra en plena reconstrucción». Le llamaron, ante la imposibilidad de usar su nombre, Nuevo Prada de la Sierra y hasta se celebró la llegada del primer habitante del lugar. Lo hacía María Antonia Reinares en un reportaje de la desaparecida La Crónica de León y contaba la presencia allí de este ‘colono’: «Antonio Santos Martínez, 53 años, es el primer repoblador de este núcleo del municipio de Santa Colomba de Somoza, que hace casi veinte años dejó de tener categoría de pueblo. Hincado en un vaciado de montaña obra de la extracción romana de oro, el despoblado quiere renacer» y recibía a este albañil, golpeado por la crisis del ladrillo y natural de Villamanín.Comenzaba una nueva etapa. El pueblo fue creciendo y ya se acerca a los veinte habitantes que quieren serlo de Prada de la Sierra. Hace poco más de un año un reportaje de La Nueva Crónicase fijaba en la paradoja de que no pudiera ser pueblo un lugar «bastante» habitado si tenemos en cuenta que la provincia está sembrada de otros muchos pueblos con menos de diez habitantes e, incluso, vacíos pero manteniendo su nombre y condición. « Ser empeñan en que no existimos pero aquí estamos, bien nos ves», comentan debajo de una significativa pancarta: «Aquí sí hay quien viva». Se explicaba allí que «las paradojas son muchas. Pagan el IBI pero no tienen derecho a ningún servicio básico —ni luz, ni agua corriente, ni siquiera carretera—; viven allí, han puesto los rótulos con los nombres de todas las calles, la fuente romana, los dos ríos que atraviesan el lugar... pero no existen como pueblo, cuando van al Ayuntamiento se encuentran con que a unas familias las empadronan en el propio ayuntamiento o como ‘diseminados de Foncebadón’, que es la fórmula utilizada con Javi, que vive en Prada desde hace tiempo con su mujer y un hijo de poco más de dos años».Y fue Javier quien acudió a la Justicia, con dos reveses curiosos que ahora revoca el nuevo procedimiento judicial: «Se impugna la desestimación por silencio administrativo e inactividad respecto a los escritos presentados por mi mandante el 21 de octubre de 2019 y de septiembre de 2020 en relación con el reconocimiento como entidad singular de población de la localidad de Prada de la Sierra y el empadronamiento indebido de vecinos de dicha localidad en diversos diseminados».Se recuerda el largo proceso de borrado de Prada de la Sierra que comienza cuando «la Junta Vecinal de Prada de la Sierra fue suprimida a propuesta del Ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza mediante Decreto 103/1992 de 17 de junio». Hace 30 años.Aportaronen el juicio todo tipo de documentación, en especial se «describe la situación real de la localidad, concluyendo que cumple con los requisitos para ser designada como entidad singular de población: vecinos que residen en la localidad, casco urbano y viviendas, etc». Pues, como se narraba en el reportaje de LNC, los vecinos tuvieron que ir trabajando de hacendera para recuperar calles y casas, adecentar lugares, colocar carteles, poner placas solares para la luz, hacer una nueva traída de aguas... las carreteras ya dependen de las administraciones pero sí han recuperado la vieja escuela para dentro social y hasta disfrutan ya de una interesante biblioteca en la que ha colaborado con un lote de libros el Instituto Leonés de Cultura.
Pero no son pueblo. Los vecinos creen que tiene mucho que ver con el hecho de que Prada de la Sierra es, de alguna manera, rico en recursos: «Así, a mano alzada, tenemos: 10 molinos del parque eólico por los que pagan seis mil euros al año por cada uno; 1.700 hectáreas de monte arbolado en el que cada dos años se hacen talas y venden la madera, a veces cada año; el coto de caza y lo que pagan las vacas».
Sería triste que sólo el dinero explicara esta situación. El abogado del vecino de Prada, Víctor Álvarez Bayón, de Cordal Abogados, se muestra convencido de que «esta sentencia marca un antes y un después en la lucha de los vecinos del pueblo al condenar a dar de alta a Prada de la Sierra como núcleo de población ente en INE. El siguiente paso es esperar el pronunciamiento de la otra demanda presentada contra las Normas Urbanísticas y esperar que el Ayuntamiento (de Santa Colomba de Somoza) las asuma y cumpla».
Por su parte Javier, el vecino que puso el recurso, mostraba su alegría, que, explica, «sinceramente casi no esperábamos una sentencia así pues no es fácil enfrentarse a un Ayuntamiento, es David contra Goliath, y alguna vez gana David. Ha sido duro, hasta hemos tenido que traer a un notario para que diera cuenta de que estamos aquí, que vivimos en Prada... pero se logró».
(Re)nace un pueblo: la lucha de Prada por ser Prada
Prada de la Sierra ‘desapareció’ de manera oficial en 1992 al quedar deshabitado y ser dado de baja por el Ayuntamiento. Desde hace más de una década el pueblo tiene vecinos que han mantenido una larga batalla por "renacer". Una sentencia pionera les acaba de reconocer su derecho a empadronarse en Prada
05/06/2022
Actualizado a
05/06/2022
Lo más leído