Esta será otra de las posibles rutas dentro de las que se pueden realizar en el Parque Nacional de los Picos de Europa, en su vertiente leonesa, que no tienen complicaciones técnicas y permiten disfrutar de los espectaculares paisajes que ofrecen los recorridos por el corazón del Parque Nacional.
La senda del mercado tiene la denominación técnica de PR-PNPE-15, y puede realizarse de distintas formas, planteándose inicialmente de forma circular desde Posada de Valdeón, tal y como sugiere la señalización del Parque, no obstante existen distintas opciones que suscitan discrepancias entre senderistas, ya que algunos consideran que el camino debería ajustarse a su nombre, ya que servía para conectar Valdeón con los pueblos cántabros de Liébana, a donde se iba a comerciar en los mercados o a visitar ferias de ganado, en tiempos donde lo normal era hacer esos recorridos caminando o a lomos de una caballería.
En modo inclusivo la opción más recomendable sería partiendo del puerto de Pandetrave, subiendo por la pista de Fuente Dé hasta el collado de Remoña, desde donde ya se desciende por la senda hasta Posada de Valdeón, de esa manera se realizan 208 metros de desnivel en ascenso, hasta la parte más alta de la ruta, desde la que se perderán 850 metros en el descenso, que lleva al punto donde concluirá la ruta. Por tanto, se realiza en modo lineal, con un vehículo que dejaría en el puerto de Pandetrave que habría que volver a recoger al finalizar, y de no ser un autobús habrá que realizar una coordinación entre los vehículos que se lleven, o bien contratar un taxi en Posada para que retornar al puerto de Pandetrave a recoger el vehículo.
La ruta se puede realizar también en modo circular, lo que aumentará entonces la distancia a recorrer e incrementará el desnivel, no obstante, sería un recorrido que interesará a los más andarines y que sin duda satisfará sus propósitos.
En tiempo seco las sillas especiales pueden rodar sin mayor dificultad en todo el trayecto, y en invierno esta ruta puede ser una estupenda alternativa cuando se busca hacer un recorrido con raquetas de nieve, ya que trascurre por una la ladera mayormente despejada y orientada al sur, por tanto, se disfrutará de bastantes tramos soleados si el día está despejado, es por ello por lo que quizás sea del sol de lo que más haya que protegerse, especialmente en las jornadas veraniegas de senderismo.
Descripción de la ruta
Se parte desde el estacionamiento del alto del Puerto de Pandetrave, el tramo de ruta por la que se vendría andando desde Posada enlaza más arriba, y se inicia la subida por la amplia pista que conduce a la localidad cántabra de Fuente Dé, que sale desde el alto del puerto y se encuentra bien señalizada, ya que por ella transcurre también un tramo del Camino Lebaniego y de la Ruta Vadiniense.
Subiendo por la pista se encuentra una fuente con un pilón para abrevar el ganado y también un chozo pastoril tradicional, con su techumbre cónica de escobas y piornos, antes de llegar a la bifurcación de la Horcada de Valacavao, por donde se desciende hacia Liébana y donde hay un estacionamiento, que sería interesante utilizar llegando en vehículo para iniciar la ruta desde allí, si se pretende restar más desnivel al exigente porteo de las sillas adaptadas.
Tras echar la vista a la vertiente cántabra, se prosigue en dirección norte, apuntando a las paredes calizas y continuando por la pista, hasta llegar al Cabén de Remoña, punto más alto de la ruta, con 1778 metros, desde donde se enfila ya una senda que va descendiendo en dirección oeste y que está señalizada por el Parque Nacional con la terminología técnica de la senda. Se pasa por el collado de Peranieva, donde se puede disfrutar del paisaje bajo el pico Friero, haciendo un pequeño descanso, teniendo cerca el chozo de Urdías y con la vista puesta en la confluencia de los macizos central y occidental de los Picos de Europa, separados por el milenario tajo erosivo del río Cares.
Se continua después por la senda, hasta Los Corvijales, donde unas cabañas ganaderas marcan el comienzo de una pista de mejor firme que no se abandona ya, y un abrevadero del ganado indica que se adentrará ligeramente en el bosque de Mataprada, donde se agradecerá la sombra, especialmente si se camina en meses estivales.
La pista acaba ya en la carretera y que al cruzarla se internará en el pueblo de Prada, que se pasa y se cruza linealmente, todavía acompañados por la señalización, para caminar los últimos metros de la ruta antes de llegar a Posada por el camino antiguo.
