Vuelven las procesiones a llenar las calles de León como cada Semana Santa y vuelve también la procesión pagana por excelencia, la de Genarín, de la que también se encarga una cofradía con su abad y su junta directiva pero que resulta mucho más canalla que cualquiera de las religiosas. Será, como cada año, en torno a la medianoche de Jueves Santo cuando los miembros de la Cofradía de Nuestro Padre Genarín saquen a las calles del centro histórico de León las figuras de los cuatro evangelistas que crearon el mito de este pellejero, la Cuba de orujo que fue su principal alimento, la Muerte que le sorprendió en la carretera de Los Cubos en 1929, la Moncha, su más fiel amante, y el propio Genaro Blanco, agarrado a una farola y a una botella.
Las obras en las calles del centro de León han obligado a cambiar en los últimos años el recorrido de esta procesión que congrega a miles de personas cada Jueves Santo, una multitud que, salvo raras excepciones, no suele darse cuenta del carácter eminentemente cultural y literario de este acto que forma parte de la tradición leonesa con el mismo derecho que las procesiones religiosas. La lectura de poemas, tanto los que Francisco Pérez Herrero, principal impulsor del mito, dedicó al Santo Pellejero como los que cada año resultan ganadores del Certamen de Versos Burlescos que convoca la propia cofradía (en su última edición, la duodécima, el ganador fue Ignacio Fernández Aláez por 'Décimas genarianas por un trovador ciego', con accésit para Juan Fernández Polo por 'De orujo baja el Bernesga', elegidos por el jurado entre los 35 originales que concursaron) juega un papel determinante en la procesión, con emotivas lecturas en algunos de los puntos más significativos del recorrido.
Como el año pasado, en este 2024 la procesión de Genarín partirá de Puerta Moneda, para asaltar después la Plaza del Grano (donde cuenta la leyenda que se vio por último vez al pellejero con vida), para subir después por Fernández Cadórniga a la Plaza de Don Gutierre y, posteriormente, a la de San Martín. Desde allí, la comitiva sigue por la calle Plegarias hacia la calle de La Sal, emotiva parada en recuerdo del ya citado Pérez Herrero y de su famoso poema dedicado a la “calle de los 30 pasos, ni uno menos, ni uno más”, para continuar después por Cardiles hasta la plaza de la Catedral, donde también se recitan poemas, siguiendo la procesión por Cardenal Landázuri y la calle Convento para desembocar en la entrada del Archivo Histórico Provincial.
La novedad de este año viene justo en este punto, donde se instalará una pantalla gigante a través de la que se podrá seguir la tradicional ofrenda, que será a pocos metros de distancia pero a la que no podrá acceder el público, en la que el hermano colgador muestra su destreza para subir por los cantos rodados de la muralla y dejar en lo alto la naranja, el queso y la botella de orujo que componían la dieta de Genarín. El motivo por el que se realizará esta retransmisión en directo es que el lugar en el que se lleva a cabo la ofrenda, en la calle Carreras, cuenta desde que se realizó la última reforma con poco espacio para los peatones, al haber quedado un foso junto a la muralla que preocupa a los miembros de la cofradía por cuestiones de seguridad, ante la multitud que se suele congregar para asistir a ese apoteósico final.
En este caso, las previsiones meteorológicas importan más bien poco, al contrario de lo que ocurre con las procesiones religiosas, porque es seguro que los miembros de la Cofradía de Nuestro Padre Genarín salen en procesión a la medianoche de cada Jueves Santo haga el tiempo que haga.
