La indisposición que privó a la centenaria leonesa Albina Pérez Fernández de acudir a la Fundación Sierra Pambley para recibir el homenaje a su persona y el reconocimiento a su lucha por la dignidad de las mujeres en el franquismo, de su lucha por la libertad y subsanar el olvido no impidió la celebración del acto, ni le restó sentido y oportunidad al mismo.
La cita era en un lugar emblemático para la cultura (y la educación) leonesa, también represaliada en la dictadura: la Fundación Sierra Pambley;y el motivo homenajear a la leonesa Albina Pérez Fernández y a su compañero de luchas universitarias, Nicolás Sánchez Albornoz (los únicos vivos de los 14 represaliados por la pintada ¡Viva la Universidad libre!, en 1947). Era el primer acto que se celebra en Castilla y Léon del programa ‘50 años de España en Libertad’, cuya comisionada, Carmina Gustrán reivindicó la necesidad de estos actos para recordar «que la democracia y las libertades no vinieron caídas del cielo».
Ante la ausencia de Albina Pérez Fernández, que fue condenada a dos años de prisión por aquella pintada y cumplió 20 meses, el el secretario de Estado de Memoria Histórica, Fernando Martínez, le hizo entrega del reconocimiento a Javier Costa Pérez, hijo de Albina, y también a Nicolás Sánchez Albornoz, de 99 años, quien sí pudo acudir al acto y recordo no solo a su compañera de lucha en la FUE (la enemiga del SEU) sino a otros leoneses que dieron la cara en León y fuera de León. «No había aquí universidad (en 1947)», pero sí había leoneses luchando por la libertad, y recordó a gente como el profesor Eugenio de Nora, o los escritores Antonio Gamoneda o Victoriano Crémer, además, por supuesto, de Albina, de quien señaló que «fue muy influyente en el grupo», con lo que esto significaba para una mujer en aquellos años en los que les negaba toda presencia.
Precisamente de Antonio Gamoneda es la poesía que la nieta de la homenajeada, Iria Costa, eligió para participar en el acto de homenaje a su abuelo. Concretamente Sublevación, de su libro Sublevación inmóvil, el que pertenecen sus famosos versos: «La belleza no es / un lugar donde van / a parar los cobardes».
También tomaron la palabra, antes de un recital final de emblemáticas canciones seleccionadas por Máximo Pradera, los representantes políticos en este acto conmemorativo de los 50 años de libertad. El secretario de Estado, Fernando Martínez, señaló que «era un reconocimiento necesario. El Gobierno de España tenía que rendir homenaje a Albina Pérez. Tenemos el deber de memoria, conocer lo que pasó para que nunca más se vuelva a repetir. El Gobierno no devuelve una dignidad personal que estos ciudadanos y ciudadanas siempre tuvieron; pero sí devuelve una dignidad institucional que el franquismo trató de arrebatarles». Recordó que el Consejo de Guerra que condenó a Albina Pérez y sus compañeros de la FUE «ha sido declarado ilegal».
El subdelegado del Gobierno, Alaiz Moretón, se refirió al lugar del homenaje, la Fundación Sierra Pambley:«Una casa de saber y resistencia, en ella rendimos homenaje a quienes entendieron que la educación es el arma más poderosa contra la opresión. Albina Pérez y Nicolás Sánchez Albornoz defendieron la libertad desde las aulas y pagaron un alto precio por ello. Su legado nos recuerda que la universidad debe ser siempre un espacio de pensamiento libre, desde la razón y el respeto».