«José Manuel Mures, nacido el Día Internacional de la Radio del año del gato de mil novecientos sesenta y tres, ese chico de la radio». Así finaliza su publicación el escritor. Así lo indica igualmente el redactor de La Nueva Crónica, Fulgencio Fernández, en su entrevista con Rafael Gallego de febrero de este año. Así queda reflejado también en estas páginas, que ven la luz el día antes de la puesta de largo de una obra a dos voces sobre la voz de la radio. La voz de Los 40 que desde hace tiempo emprendió su viaje personal con Mures TV para continuar siendo una de las caras visibles del panorama cultural de una ciudad a la que ha ido acompañando desde sus pinitos radiofónicos.
‘Ese chico de la radio’ relata entre párrafos la vida de un hombre acostumbrado a relatar la vida de otros. En un giro de esos que trae el destino –quizás, el azar–, Rafael Gallego Díaz describe con pluma filosófica las conversaciones con Mures. «Mures no se resume en unos folios, Mures tiene una novela» y la que ahora ocupa los estantes de las librerías tiene, en palabras del también redactor en este periódico, Joaquín Revuelta, «un estilo muy original». Aunque le cuesta describirlo, su mirada refleja la emoción de una grata sorpresa; puede que, entre otras cosas, por haber compartido la escena periodística –en su faceta cultural– con el que ahora protagoniza las páginas de Gallego.
Y es que no hay veterano en el mundillo de las artes que no sepa quién es José Manuel Mures ni en qué consiste su trabajo; la devoción que convierte en oficio. Las dudas vienen servidas en la materia de lo personal y Gallego las resuelve en las ciento treinta y cuatro páginas por las que se extiende su publicación, desvelando que a «ese chico de la radio» se le podría calificar también como «ese chico de la vida», pues la suya no es parca en experiencias. Aun así, una cosa no quita la otra y, a sabiendas de que la radio ha sido su vida en el sentido simbólico –por seguir con ese hálito filosófico que impregna los folios de Gallego–, la vida de Mures es mucho más que las anécdotas en la radio.
Su personal estilo, lo que Fulgencio define como «sello Muresss» –con cuatro eses–, su gesto normalmente divertido, su contacto con artistas como Serrat, Sabina, los Jackson Five o Nuria Espert, sus aperitivos con Liza Manelli o Enrique Iglesias son buen acicate para hacer de su trabajo una novela. La de Gallego se presenta como un homenaje a toda una vida, que ya arrancó a modo de vaticinio con el nacimiento de un muchacho de la radio el día de la misma. Con la providencia de haber conocido al autor de sus particulares memorias un martes y trece de 1998. Y, más que en la línea de la mala suerte, a modo de guiño del par de humoristas, como intuyendo la personalidad con tendencias cómicas de «ese chico de la radio» y de la vida.
Este miércoles, el teatro el Albéitar de la Universidad de León, localizado en la Avenida de la Facultad de Veterinaria, se convierte en escenario para la puesta de largo de la publicación de Rafael Gallego Díaz editada por el sello Eolas. El autor contará con la presencia del propio José Manuel Mures y, también, con el periodista cultural Joaquín Revuelta. Los Modernos pondrán melodía al acto con una canción en acústico que funciona como un homenaje más a esa «maraña de reflejos que iluminan una vida, una vida brillante, naturalmente», que es la José Manuel Mures, «ese chico de la radio». Y de la vida.