El Museo Casa Botines Gaudí ha presentado este viernes la III Feria Modernista de León, que tendrá lugar del 6 al 8 de septiembre en los aledaños del emblemático edificio diseñado por el arquitecto Antonio Gaudí. Al acto de presentación acudieron el director general de Fundos, José María Viejo; el alcalde de León, José Antonio Diez; la responsable de Programas Públicos del Museo Casa Botines Gaudí, Marta Sabugo, y la responsable de Gestión Comercial y Eventos de Fundos, Andrea Méndez.
La edición de este año, que tendrá como mantenedor al periodista leonés Pedro García Trapiello, presenta algunas interesantes novedades como la impresión del programa de la Feria a semejanza del periódico ‘El Campeón’, fundado en 1884 y que tuvo una trayectoria de catorce años durante los cuales dedicó varios de sus números a destacar la historia de la Casa Botines, incluso antes de su construcción, anticipando su llegada. Además, este rotativo ocupa un lugar especial en la historia del edificio, ya que en la década de 1950 se descubrió un ejemplar del mismo dentro de un tubo de plomo, oculto tras la figura de San Jorge en la fachada, que Gaudí había escondido para verificar la fecha de su construcción, 1892.
Otra de las novedades de la III Feria Modernista es la celebración de una cena de gala con temática modernista en el semisótano del Museo, que contará con acompañamiento musical al piano, recreando temas de compositores pertenecientes a la época de Gaudí y la Casa Botines. La música también estará presente con Le Bar Luthier, un espectáculo cómico con músicos y una show woman; el concierto de Dr. Bogarde & The Hockerties o la zarzuela ‘Entre rondas y querellas’ que tendrá lugar en el exterior de la muralla del Cid.
En su intervención, el director general de Fundos, José María Viejo, destacó que «esta feria es la principal cita en el contexto del programa‘En torno a Gaudí’, que arrancamos en el año 2022 con el objetivo de generar estrategias de dinamización del entorno del edificio y también de establecer cauces de actuación sinérgica con el entorno vecinal, con las organizaciones vecinales, con los comercios y también con la actividad turística», indicó Viejo, para quien de esta forma «el museo traslada a lo largo del año muchas de sus actividades culturales a la calle, lo hacemos con la Ruta urbana del Modernismo, el cumpleaños de Gaudí, la festividad de San Jorge y con otras muchas celebraciones en las que el Museo traspasa sus muros y extiende su programación a las calles circundantes».
El alcalde José Antonio Diez destacó que esta feria, pese a su juventud, se ha convertido ya en un evento de ciudad. «Esta tercera edición confirma sin duda la importante vitalidad de la propuesta, que supone una oportunidad de acercar el Modernismo no solo a los ciudadanos leoneses sino al importante número de turistas que nos visitan».
José María Viejo se congratuló de la reciente aprobación por parte de la Junta de Castilla y León de la concesión directa de una subvención de 100.000 euros a la Fundación Obra Social de Castilla y León, propietaria del edificio Casa Botines, para llevar a cabo obras de conservación y restauración de la fachada del inmueble, obras que entran ya en su recta final. «Pero a partir de octubre o noviembre vamos a acometer una ‘remusealización’ en la que el edificio va a entrar en un proceso extraordinariamente complejo por el que se va a transformar completamente».
El director de Fundos avanzó que el proyecto se encuentra en el final de su fase previa con la elección del estudio de arquitectura que lo desarrollará y para lo que se cuenta con un presupuesto de 1,4 millones de euros, de los cuales una parte irá destinada a la adquisición de importantes colecciones que, en palabras de José María Viejo, supondrán «un reposicionamiento extraordinario» en cuanto a la calidad de las colecciones del espacio museístico.
El objetivo de la intervención, que tiene la vista puesta en la celebración del centenario de la muerte de Gaudí en 2026 y en la futura solicitud de la Real Cátedra Gaudí para la ampliación de la declaración como Patrimonio de la Humanidad de la obra del arquitecto catalán por la que se incluiría en la misma Casa Botines y el Palacio Episcopal de Astorga, pasa por «generar un flujo de visitantes ágil y adecuado y por dotar al espacio de numerosos servicios al visitante que ahora mismo no tiene».