Un año y medio de trabajos de restauración y documentación han tenido como fruto la recuperación del estado original del edificio Botines de Antonio Gaudí. Todo tras una inversión de casi un millón de euros por parte de Fundos, cuyo director general se ha mostrado este lunes "enormemente satisfecho". "Ha sido un proceso complejo de restauración, pero también de investigación, porque todas las tareas han permitido documentar de una forma mucho más exhaustiva el proceso de construcción del edificio, las peculiaridades o las características de los distintos materiales que Gaudí utilizó para su construcción", indicó José María Viejo, poniendo de relieve que el centro museístico no ha cerrado sus puertas "un sólo día" durante estos meses.
"El edificio en origen era un palacio de invierno, una torre de hielo; era lo que contaban las crónicas de ese momento con ese aspecto que ahora ha recuperado y es el que tenía en el año 1893, cuando se inauguró", continuó el director de Fundos: "Creemos que el edificio no sólo ha recuperado su aspecto original, sino que ha adquirido las condiciones de salubridad necesarias para mantenerse en el tiempo y para incorporar protocolos de conservación y restauración que garanticen que el edificio permanezca siempre en el mejor estado posible".
A esos recursos propios se han sumado además los doscientos mil euros de financiación por parte de la Junta de Castilla y León a través de la consejería de Cultura y la de Medio Ambiente, que han participado en el alumbramiento de unas obras de restauración "extraordinarias", en palabras de Juan Carlos Suárez-Quiñones. "Se ha acometido una restauración francamente envidiable que ha afectado y beneficiado no sólo a la cantería, sino también a toda la carpintería de madera, vidrio, forja, recuperando ese palacio de invierno, ese aspecto de hielo que se le quiso dar por parte del arquitecto Antonio Gaudí a este edificio tan maravilloso", expresó el consejero.
En los instantes previos a su visita por el exterior e interior del edificio, Suárez-Quiñones quiso destacar además los más de catorce millones invertidos en patrimonio en lo va de legislatura por parte del gobierno autonómico. "El año pasado nos centramos en una nueva ley para la mejor protección de todo este patrimonio y esto es un ejemplo de ello, la colaboración público-privada", terminó: "Es decir, la iniciativa extraordinaria de una fundación sin ánimo de lucro como es fundos y la colaboración de la Junta de Castilla y León con ese fin común, que es el rejuvenecimiento de estos paramentos y esa vuelta a sus orígenes".